Out there...

Hoy aprovecharía cada momento, si bien pasar por los lentes no les tomaría mucho tiempo aprovecharía para dar un paseo pocas veces se encontraba con tanto tiempo libre y no sabía hasta cuando tendría una oportunidad como esta, bien podría aprovechar para buscar la pecera y demás accesorios para el pez.
No les tomo mucho tiempo llegar, sin vergüenza mantenía cerca a Saiki de su lado ya que era obvio que no pasa desapercibido si bien la ropa no era demasiado llamativa resaltaba sus rasgos físicos, durante el trayecto con regularidad lo tomaba de la mano sin importarle ser visto.

Habian vuelto al centro comercial,aquel lugar que le traía tan amargos recuerdos,aquel hombre que casi se lo lleva,la actuación heroica de Ziang,desde ese momento su corazón habia palpitado con mas fuerza al verle.No le soltó la mano,eran una pareja muy llamativa,algunos les miraban mal,quizas por la diferencia de edad,solo se apegó mas a Ziang.-...que fue de aquel hombre?...el del coche el dia en que nos conocimos..-preguntó sin saber,sabia que Ziang se lo habia llevado a rastras,pero nada mas.Vio la optica y entraron.-Hola,me llamo Hayato Saiki,dejé encargados unos lentes,veniamos a ver si estaban listos ya.-la mujer asintió y entró en el almacen a buscar los lentes.Regresó y le abrió la cajita,eran unos lentes totalmente diferentes a los que llevaba anteriormente,que eran de montura gruesa,estos eran sin monturas,y de buenos cristales antireflectantes,que no hacian brillos,vamos.Se quitó las lentillas y se colocó los lentes.-Son ligeros..-miró a Ziang-...como me veo?-obviamente aquellos lentes no ocultaban su mirada como los otros,se veia mas su rostro y eran mas sofisticados,dandole un aire algo mas adulto.

No lo tomo con la guardia abajo aquella pregunta sobre el hombre de la noche en que Saiki y él se conocieron, de hecho desde hace tiempo atrás ya tenía prevista la respuesta a dar si llegase a preguntarle sobre esa noche – Fue aprendido, dudo mucho que vuelva a molestar a alguien – una explicación simple que se daba a entender por sí sola, sin embargo estaba fuera de los límites de lo que en realidad paso aun que por un lado justificaría bien la ausencia de alguien a quien nadie extrañaría, aquel día cubrió bien sus rastros y no podía ser vinculado a ese sujeto.

Siguió de cerca a Saiki al entrar a la óptica solo ahí dejo ir al chico lejos de él mientras permanecía cerca de la entrada viendo los distintos lentes, atino a sonreír cuando regreso Saiki mostrándole sus nuevos lentes, los cuales no le quedaban nada mal aun podía ver sus ojos claramente sin nada que los ocultase – Me agradan –

Cumplida su primera tarea, era hora de ir a buscar la pecera – Busquemos, la nueva casa del pequeño Saiki – así decidió referirse al pez con cariñoso sobrenombre, porque uno era SU Saiki y el otro sería: “el pequeño Saiki”.

Estando en el centro comercial seguro tendrían barias opciones.

Sonrió al ver que le gustaban como le quedaban,la opinion de Ziang en esos casos para él era importante,porque queria estar simpre a buen ver para él.Pagó los lentes y salieron de la tienda feliz,aunque se detuvo al escuchar el nombre que le habia puesto al pececillo.-...le llamarás como yo??-dijo sorprendido.parpadeando un par de veces ingenuamente.Rió un poco y le tomó del brazo.-Está bien,vayamos a comprar las cosas.Demoo..me gustaría.....-se puso algo rojito.-..que me llamases por mi nombre...-sabian que llamarse por el nombre era signo de confianza total,y ahora prefería que le llamase Hayato,en lugar de por su apellido,que sonaba como mas lejano a él.-...si quieres...-tampoco lo obligaría.
Caminaron en dirección a una tienda de animales,donde podrian encontrar muchos accesorios,jaulas,peceras ,correas etc. mientras esperaba la respuesta de Ziang.

– Ese era mi plan, sería como tener una pequeña parte de tuya conmigo todo el tiempo o ¿es una mala idea? –

Encontraba lindo el modo en que Saiki... no, Hayato ahora, pidió ser llamado por su nombre de pila, su timidez rebosaba por cada uno de sus poros. Si no le llamó por su nombre en un principio fue porque conocía ciertas costumbres de donde venía su pareja, le pareció apropiado apegarse a ellas para familiarizarse. Él se conformaba solo con que le llamara por su nombre de cortesía su nombre bien puede pasar desapercibido para no complicar las cosas, claro está, también mantenerlo alejado de sus otros sobrenombres.

– Hayato – pronunció como si probara que tipo de sonido saldría de su boca al vocalizar su nombre, no pudo resistirse llamarlo deliberadamente en ese instante; quería ver su reacción, si tenía un efecto al cual sacarle provecho seguro que nunca se cansaría de llamarlo por su nombre. Lo llamaría por su nombre sin ningún problema, de hecho acostumbraba a llamar a las personas por su nombre o usar un buen sobrenombre y pensándolo bien ya encontraría uno perfecto para el chico.

Al entrar a la tienda desde un inicio se podía apreciar los distintos artículos que vendían para el cuidado de mascotas, si fuera un dueño de mascotas empedernido esa tienda sería un paraíso, apenas se percibía por afuera lo grande que era la tienda para se especializa en productos para mascotas ahora sabía porque la obsesión de los dueños por comprar accesorios y juguetes, que sus mascotas, seguro que de dar su opinión jamás comprarían.
– Bien, busquemos lo que necesitamos –

-..si te soy sincero..yo le puse tu nombre al peluche del oso que gané ayer..-confesó con algo de verguenza.Miraba el escaparate de la tienda cuando escuchó su nombre dicho por Ziang,le dio un pequeño escalofrio que recorrió su espalda y se puso como un tomate,Ziang tenia una voz tan sexy que cuando decia su nombre sonaba orgasmico.Esbozó una sonrisa aferrandose mas a su brazo,mientras entraban en la tienda y se disponian a buscar todo lo necesario para "el pequeño saiki".Aunque estaba tan ruborizado que apenas y podia estar atento a lo que tenian que comprar hasta que un dependiente los saludó para atenderles.
Levantó la mirada y se enderezó,no se habia dado ni cuenta pero casi se habia encogido por el rubor.-..Ho..hola..esto..buscamos una pecera,solo tenemos un pez,asi que no importa sea demasiado grande..-el hombre les mostró la tipica pecera redonda,saiki negó con la cabeza.-Quiero una a la que se le pueda poner filtro y todo lo necesario,.es un pez dorado comñun.-para que supiera el tamaño.El hombre dijo que esos podian hacerse grandecitos.Así que les dio una pecera medianita.Junto a un filtro,un termostato y todos los liquidos para el ph del agua.
El pequeño saiki era el tipico pececillo de cola pomposa,dorado y rechonchete.En esa tienda habia gran variedad de peces,entonces vio uno igual pero en negro.-....se parece a tí...-le dijo a Ziang mirando al pez.

Lo habían comparado con muchas cosas en su vida más nunca se imagino que a un oso de felpa le quedase bien su nombre, demasiado tierno para llevar su nombre cando niño incluso le decían que no era nada lindo con su cara seria todo el tiempo.

–Que buen nombre, estará destinado a cuidar de tí –

Otro aspecto que llamó su atención fue la resuelta forma de Saiki al dirigirse al dependiente en cuanto a lo que quería, después de todo tenía su lado imperioso justo como el joven maestro que era; si de algo le servían las enseñanzas de las que tanto rehuía, algún día se daría cuenta en apreciar al menos un poco alguna de aquellas enseñanzas. Se quedo observándolo en silencio dejándolo decidir. Si al principio pensaba que tener un pez era fácil, pronto cambio de idea al escuchar detenidamente la explicación de cómo debía ir todo aquello – como algo tan pequeño requería de cuidados tan meticuloso – se vio interrumpido al ver un pez el cual había llamado la atención de Hayato diciendo que se parecía a él: se trataba de un pez negro nadando en una de las peceras de la tienda con un ir y venir lento y orgullos, si podría darle un descripción al natural movimiento del animal. Presuroso el encargado le dio los detalles de dicho ejemplar, en vistas de lograr una compra segura – ¿Qué sería un pez o dos para su nueva pecera? – “black molly balloon”, lo llamó. Volviendo a las comparaciones el pez pegaba más a su personalidad.

Por esta ocasión estaría bien comprar al pez, después de todo sería muy aburrido para el pez dorado estar solo en su pecera y con tanto espacio, por suerte o artimaña del vendedor menciono que no habría problemas entre ambos peces si los ponían juntos en la pecera.

– Deberíamos de llevarlo o el pequeño Saiki podría sentirse solo –

Dio indicaciones al vendedor, que sonreía amablemente (¿Quién no lo estaría con tan buena venta?), de enviar todo a su cuarto de hotel en la mañana del siguiente día, ya que no podrían cargar con todo si planeaban seguir con su paseo. Pago con su tarjeta, bueno en mucho tiempo no había sido usada con tanta frecuencia por él juraría que casi se encontraba olvidada en su cartera.

Vio como por su comentario Ziang decidia comprar al pez negro.Mientras le devolvian la tarjeta miaba a algunos peces a su alrededor,y cuando ya pudieron salir se agarró a su brazo.-Y que nombre le pondremos,pequeño Ziang?-dijo en tono burlón.Ya habian comprado todo cuanto necesitaban,ahora podrian pasear con mas tranquilidad.Mientras andaban su cabecita comenzó a preguntarse cosas.-...que es lo que quieres conseguir en la vida Ziang?..-queria saber sus planes de futuro.-..como te ves en un par de años?..-tenian edades diferentes,y sabia que Ziang tendria sus planes,ganas de hacer cosas mas dignas de su edad,y queria saber su él encajaría en sus planes y no le molestaría.Caminaron saliendo del centro comercial rumbo al auto,pasando por aquel mismo lugar de aquel desagradable acontecimiento,recordó a aquel tipo,aquel coche,el olor que desprendía..Se aferró mas a Ziang a la espera de respuestas.
Al llegar al auto entró y se colocó el cinturón de seguridad sentandose al lado de su novio,esa palabra se le hacía tan extraña aun pensarla.

Todo fu rápido, saliendo de la tienda sin tomarse mucho tiempo, bueno llamar al pez negro “pequeño Ziang” no le molestaba después de todo fue el niño quien menciono que se parecían.

“¿Qué es lo que quieres conseguir en la vida Ziang?”, hace mucho que nadie le hacía esa pregunta ni el mismo porque se suponía que ya se encontraba en ese tiempo cuando la respuesta a esa pregunta ha sido contestada, tampoco pensaba que su vida ya se encontraba resuelta.

– Hace mucho que no pensaba en eso – la única constante en la ecuación de su existencia se llamaba Misha: tenía un trabajo (uno que demandaba gran parte de él), el dinero suficiente – no deseaba más – vivía hasta cierto punto tranquilo, tranquilidad que hace mucho no tenía y si se iba lejos; llegar a viejo, bueno no se visualizaba como ni con quien aun que había otra punto demasiado incierto para él: tener descendencia, siendo de preferencias especiales estaba seguro de no sucedería a menos que fuese absoluta e irremediablemente necesario, si tomaba en cuenta las noticias de la reciente llegada de un nuevo miembro en su familia, jamás sucedería. No le afectaba tanto no conocer la dicha de ser padre tenía a Misha y bueno Hayato se abría camino en su vida.

¿Qué era vivir la vida después de todo?

Una vida tranquila a lado de las personas importantes en su vida con pequeños momentos memorables y otros... no tanto. Aquellos momentos simples que brindaban felicidad con solo una simple promesa cada día, si esperaba algo más de la vida sería poder ver el día en que si muriese al menos una persona lo recordara, que su hermano jamás lo olvidara... no se conformaba pero ahora estaba bien, si el mañana estuviese cargado de nubes de tormenta él se mantendría en pie, sin importar que significara su propia destrucción.

Sonaba como viejo pero de eso se trataba el mundo que miraba: solo disfrutar y tomar lo que venga, ya se preocuparía si llevaría un paraguas o no cuando saliera bajo la lluvia.

Su acompañante se aferraba a él mientras esperaba su respuesta, le tomo algo de tiempo responder hasta que encontró las palabras correctas al estar dentro del coche – Siempre quise probar el sushi de pez dorado – dijo en tono serio y luego sonrió divertido, el bromeaba de vez en cuando en su mayoría cuando se encontraba con su hermano, amaba molestarlo – hablando seriamente he tenido poco tiempo para pensar en un futuro todo pasa demasiado rápido en mi vida, pero ahora quiero estar aquí y quiero disfrutarlo, si tu incógnita es por saber si planeo incluirte en mi vida llegas tarde para eso, porque yo formas parte de ella, depende de nosotros si queremos soltamos nuestras manos ya sea hoy o mañana, recuerda que el futuro no existe – eso le había enseñado “esa” persona.

Al estar en el auto Ziang finalmente le respondió,se tomó su tiempo para ello,pero..-Eh?!-exclamó por lo del sushi de pez dorado,-Baka!-le dio un suave golpe en el brazo,era obvia su broma.Tras eso escuchó todo cuanto le dijo.-...yo o quiero soltar tu mano..ni ahora ni nunca...-dijo con un tono casi molesto y con las mejillas algo rojas.-..solo quiero saber lo que piensas y conocerte a fondo..yo tengo miedo...de que por la diferencia de edad no podamos encajar...porque yo soy un crio...y tu ya tienes clara tu meta en la vida...y mi cabeza está llena de incertidumbre..porque aun no se que me depara el futuro..-ese futuro que segun él no existia.-...no se que haré...no se que pasará con mi familia cuando se enteren de lo nuestro....no se si...me desheredarán...por deshonrarles....-dijo algo desanimado.-Siempre han puesto todas sus buenas esperanzas en mí..y el que su perfecto hijo y heredero salga con otro chico..y aun mayor que él...se desentenderán de mi...-suspiró.-..pero es el camino que yo he elegido..por una vez en mi vida hago lo que yo quiero...y lo que quiero es estar contigo toda mi vida...-dijo con las mejillas rojas y los ojos vidriosos.

Su pequeño acompañante hacía gala de su apasionada personalidad, lleno de tantas dudas y comenzaba a creer que no entendía del todo lo que había dicho trataría de explicar mejor sus pensamientos para no crear confusiones.

Era lógico que se sintiera miedo, siendo joven todo parece ser caótico y sin salida, él miraba ahora el vaso medio lleno, cuando comenzó a hablar de sus padres y todo aquello que pasaría cuando llegase el momento de enfrentar a su familia notaba su angustia. Suposiciones, suposiciones... entendía el punto; siendo alguien con costumbres tan arraigadas al vivir lleno de restricciones y preceptos fundamentados en seguir las tradiciones al pie de la letra, el miedo a perder a su familia por ir en contra de todo aquello que le habían enseñado desde su nacimiento era justo, más siendo joven porque careces de la experiencia y bueno el “futuro” es algo difícil de ignorar cuando te lanzas en picada sobre un vacio sin la certeza de sobrevivir a la caída – Al llegar aquí yo no sabía que iba a conocerte mucho menos que iba a enamorarme de ti pero sucedió ¿ahora lo entiendes? Nosotros construimos a partir del presente así que deja de atormentarte cuando llegue el momento pasara lo que tenga que pasar ya sabrás de que manera enfrentarlo pero todo a su debido tiempo, no lo olvides... –para finalizar agregó – Estaré para ti si me pides ayuda, también quiero estar contigo – se acerco para acariciar su mejilla – Hayato –

Escuchó sus sabias palabras con atención sin mirarle,aun angustiado por su propio pensamiento.Al sentir el contacto con su mejilla dirigió su mirada a los ojos de Ziang,su mirada era tan tranquila y segura que le llenaba de seguridad,sus palabras eran lo que necesitaba escuchar.Posó su pequeña mano sobre la del mayor que reposaba en su mejilla.Se quitó el cinturón de seguridad y se abalanzó sobre él abrazandole.-...gracias por estar conmigo....Ziang...-apretó un poco el abrazo alrededor de su cuello y cerró los ojos con fuerza,en verdad lo amaba,y ahora mismo era lo unico que le importaba en el mundo.No pudo evitar que sus ojos derramaran unas lagrimas.-...te quiero Ziang....-dijo con la voz algo temblorosa.Estaba sentado sobre uno de sus muslos,con una de sus rodillas entre las piernas de Ziang,abrazandole con fuerza sin ahogarle,y mojando sus lentes y la camisa de su pareja.

Dio la bienvenida al abrazo del joven, miraba el lado positivo a su tamaño cabía perfectamente entre sus brazos dentro del auto, justo a la medida.
Su sinceridad le agradaba, esperaría paciente hasta que lograra poner en orden sus ideas y decidiera por sí mismo, en ocasiones pensaba que Hayato se presionaba pensando que podría fallar en alcanzar sus metas sin darse cuenta, bueno él ya no se encontraba solo –Comienzo a pensar que soy bueno solo para hacerte llorar – separo un poco sus cuerpos para verlo a los ojos, la sugerente visión hizo que se inclinara para besarlo, controlando sus impulsos se separo lentamente, ser atrapado haciendo lo que se supone una persona con sentido común no hace no sería un bonito recuerdo, tal vez si se tratase de un lugar menos público...
– no me comeré al pequeño Saiki. Lo prometo – finalmente dijo al dejar de besarle, trató de aligerar el ambiente. Limpió las lagrimas Saiki – dime ¿hay algo que desees saber de mi?, podríamos buscar un lugar adecuado para hablar – dejó de besarlo más no sostenerlo, manteniéndolo en donde estaba.

Se quitó los lentes y los secó un poco con la camiseta,aquella ropa que atesoraría por la persona que se la habia regalado.
Se colocó los lentes de nuevo y soltó una sonrisita cuando dijo lo de que nos e comería al pequeño pez.Y asintió con la cabeza cuando le preguntó aqquello ultimo.-..si...mejor vayamos a otra parte...-suspiró ampliamente.Quería aprovechar al maximo aquel dia con Ziang,pues luego seguramente tendrian que irse cada uno a su casa.Lo miró y le dio un beso en la punta de la nariz,luego al retirarse dio con el trasero en la bocina del coche,el cual sonó estrepitosamente haciendole sobresaltar y sentarse de golpe en su asiento con cara de susto y mirando a traves del cristal a las personas que les miraban por haber heco sonar aquello.Con la cabeza agachada se puso el cinturon de nuevo,hundido ligeramente en su asiento.

Rió divertido abiertamente ante la graciosa escena, volteo la cabeza hacia la ventana cubriendo su rostro con una mano, si lo volteaba a ver seguro no pararía de reír apostaba que se encontraba abochornado y con algún gesto demasiado lindo. Las personas, seguro estarían atentas. Se calmo para evitar hacer enojar al pequeño más que por la opinión de los de afuera.

– Bien, vayamos entonces, creo que se de un buen lugar –

Lo dejo tranquilo por el momento, buenos momentos pasaba a su lado al pasar más tiempo junto a él y eso haría, pensó en un buen lugar al cual ir, que fuera lo suficientemente tranquilo para hablar.