-Wow, así que nombrándome por mi nombre completo, huh? -entonces pensó que de verdad estaba molesto aunque al cabo de unos segundos estuvo seguro que era totalmente lo contrario: -No es que no tenga tiempo para los amigos... -correspondió su abrazo, de verdad que había pasado muchísimo tiempo desde que no se veían y no estaban juntos, o bien, por lo menos platicaban, ya ni siquiera las llamadas a los celulares se prestaban, por lo que disfrutó ese gesto, sin duda Castor era un amigo suyo muy pero muy querido y aún después de la distancia y el tiempo separados, él seguía apreciándolo y queriéndolo como un hermano.
-Y a lo otro... tranquilo. Me soprende que hables mucho, antes eras un poco más callado... -le dió una palmadita en la espalda- ..y más alto, jajaja, he crecido, Castor. Ahora soy más alto que tú. -se soltó de los brazos de su amigo para poder sentarse y platicar más agusto- Hmm... y pues, ahora realmente vivo con Reiji, y ...sobre ella, sobre Maya (la hermana), pues me alegro de que te hayas encargado de ella. En serio, Castor, no sabes cómo te lo agradezco. -le sonrió de medio lado, confirmando su gratitud, sus palabras.