Vámonos de vacaciones [colectivo ~ libre]

...Era un domingo por la mañana.

Se despertó porque el sol se estaba asomando de lleno por la ventana (maldita maña de dejar las cortinas corridas), y como no pudo volver a conciliar el sueño pues decidió levantarse. Revisó su celular y más preciso su el reloj marcado en la pantalla. Eran casi las 12 apuntando el medio día.

Rápidamente se levantó de la cama y se dió una ducha en la que no tardó más de 5 min. Terminando de éste paso de limpieza (si así se le puede llamar), sacó una bermuda color caqui y una camisa muy delgada color negro para cubrirse el torso, así mismo unas sandalias negras que recien había comprado en una tienda. Una vez vestido y calzado sólo cepilló su cabello y lo dejó suelto, no parecía haber algún viento por lo que no lo vió necesario.

El tiempo estaba buenísimo para ir a la playa. Y como estaba tan cerca de su casa pues qué mejor.

Salió de su casa ya todo listo e introdujo las manos en los bolsillos de la bermuda mientras se encaminaba hasta la playa del lugar, tenía pensado ir a pasarse allí el rato, ver una que otra chica linda, coquetear con algún chico, sea como fuere, necesitaba desestrezarse un poco, o mejor dicho "tenía que darse un nuevo aire" antes de volver a los pesados lunes.

Caminó hasta que se encontró con un tipo bar, entonces allí se detuvo y más que emocionado se sentó en un banquito frente a la barra; habló con el hombre que atendía antes de darse cuenta de la poca gente que estaba habitando el lugar: -...qué extraño ¿no? ¿qué no se supone que en los domingos la gente viene más a la playa? -dió un suspiro, quería ver a la gente, se le hacía muy interesante observarlos y por demás coquetearles, hablarles, provocarles, lo que fuese... parecía que sus planes se venían abajo... o al menos hasta que alguien se apareciera.

Caminaba por la orilla de la playa buscando pequeñas conchas o caracoles de mar para matar un poco el tiempo, siendo domingo se suponia estaria pasando tiempo con su hermano como de costumbre, pero por asuntos de negocios éste había tenido que partir y Misha habia terminado por quedarse solo en el hotel al negarse rotundamente a regresar al instituto, no sin antes prometer no meterse en problemas... pero claro, quien sabe si podria cumplirlo, era casi un habito hacerlo. Su ropa, una camisa blnca de manga corta y una Bermuda de colores calidos.

Sin darse cuenta habia llegado ya a la parte que solía ser la más transitada, por fortuna o por desgracia en ese momento no habia mucha gente, apenas vio por ahi a unas cuantas personas, varios de los negocios que solian colocarse en la playa estaban casi vacios. No reparó mucho en ellos y siguio en su busqueda; si, quizas era algo infantil para su edad, pero no habia tenido muchas oportunidades de de juegos así en su infancia por lo que incluso disfrutaba el hacer algo como eso... hasta que.. al acercarse demasiado a laorilla piso algo extraño y resbaló, cayendo al suelo para luego seer empapado por una ola inoportuna. A lo lejos se escucho una risa burlona, algun espectador no habia podido contenerse, se giró y vió al dueño de uno de esos negocios riendose lo cual ocasiono que se sonrojara a mas no poder todo por no fijarse donde pisaba

-Ahh... y yo que pensaba en... -fue interrumpido por la vista de un chico joven que acababa de resbalarse con quién-sabe-qué y no sólo eso... ¡¡había sido ridiculizado y alcanzado por una ola!! Joder... ésto era para carcajearse durante varios minutos y bueno, no pudo contenerse por lo que... -Jajajajajajajajajaja ¡¿víste eso?! -señaló con su mano al joven recien caido y mojado. Qué bonus.

-¡¡Joder!!! ¡¡tenías que haber visto eso!! jajajajajaja -continuó riendose hasta que le dolió el estómago. Por otra parte, el bartender ni mueca de gusto en el rostro... quizá eso fue lo que le dió partida para que cesara del ruido y continuara con lo suyo: esperar a alguien interesante para acosar. Sí. De maravilla. Debía de acosar a alguien.

-Hmmm.... no se ve tan mal. -volvió a darle una mirada al chico y se bajó del banquito. -No me extrañes. -le dijo de nuevo al bartender que no hacía más que ignorarlo.

Se encaminó lentamente hasta donde estaba la "víctima" de las indescribibles olas. Su excusa: estaba aburrido.

-Carajo. -Sí, el maldito anciano de Shin me había invitado a sus estúpidas vacaciones. Ahhh pero no era cualquier invitación absurda a la cual no asistiría... sí, no hubiese asistido si un día antes no hubiese recibido también una amenaza la cual no mencionaré por seguridad propia.

-Joder... -estaba molesto, sí, estaba por demás que molesto. Me había levantado temprano para poder llegar al lugar que me había indicado pero ahh no... el señor Natsume se había retrasado ya más de 2 horas. Me tenía esperando con las cervezas que me obligó a comprar y a llevar. -Maldito abusivo... -las venía cargando en ambas manos. Eran 4 six-pack, y sin duda era poco para los dos pues nos la vivíamos embriagándonos en días, meses, y años anteriores. -¿Por qué carajo yo siempre tengo que esperarle? -varios suspiros salieron de mis labios adornando/mostrando mi enojo.

De pronto escuché una risa... no, una carcajada inigualable. -Ah.. con que allí estabas. -dije aunque sabía que no podía escucharme. Me acerqué a donde creí que provenía la voz y cuando pude enfocarlo con los ojos por detrás de los lentes negros de sol, le ví encaminarse hacia... ¿era Misha? esperen... ¿era Misha el que estaba tirado en la playa o eran alucinaciones mías? Maldita sea el enojo seguro ya no me dejaba pensar o ver bien.

Estaba tan rojo cual tomate, por vergüenza o por ira, quizás ambas... el tipo que acaba de explotar en una carcajada estaba ahora dirigiéndose hacia donde estaba - tsk... - y él aun seguía botado en el el suelo... con la misma, intento levantarse torpemente a causa de la ropa mojada, entre la arena y el agua se sentía hecho un desastre. - ... no te parecio suficiente verme ridiculizado y vienes a reirte en mi cara? - dijo casi entre murmuros, la cara se le caia de verguenza...

Se sacudió un poco la arena y aun sonrojado miro al chico que se le acercaba preparándose para lo que creía serian mas risas... pero esperen, allí atrás... ¿ podría ser ese Reiji?... de todos los lugares en los que pudo habérselo encontrado ese era el que menos había esperado.. y para 'mejorar' las cosas, acaba de tener un vergonzoso accidente justo en ese momento, ese no parecía ser su día de suerte... si la tierra se lo hubiese tragado habria estado feliz

Aún entre risas y carcajadas seguía caminando hacia el chico que se había "accidentado". Iba negando con la cabeza, intentando calmarse. Mas fue la brisa del mar lo que le calmó, de verdad era buen tiempo y se sentía feliz porque su buena vista y su perfecto oído le habían indicado que Reiji y un tercer chico se habían acercado al primero.

Cuando llegó cerca de éste extendió su mano, y algo de pronto le vino a la mente, una especie de déjà vú. -Vamos, lo siento, pero fue muy gracioso. -se volvió a reír pero ahora un poco más bajito, le mostró una sonrisa amplia y le miró fijo a los ojos. Ahora el intenso rojo de las orbes le estaba observando y ojalá entendiera que debía aceptar esa mano para ayudarle. Era mejor tenerlo de amigo que como enemigo, sin duda.

Sin embargo, por el rabillo del ojo vislumbró ya demasiado cerca al enano de Reiji (enano para él, pues Shin medía 1.95) junto con su tocayo, así que ése era Shinn. Sinceramente sólo había escuchado hablar de él por su íntimo amigo, Reiji, no por otra cosa. Así que... bueno quizá ésto dictaba algo espectácular. Ahora no sólo era él y Reiji, sino también el accidentado y su tocayo. Qué genial. Una emoción de gusto y quizá gozo se apoderó momentáneamente de él.

Infló los cachetes y se quedo observando por un momento al chico que le extendía la mano quien por cierto era bastante mas alto que él, vaya que lo era al menos para él quien media poco menos de 1.70...Correspondió el gesto y tomo la mano que le extendía, una vez que estuvo bien parado dejo salir espontáneamente una pequeña carcajada, se habia sentido cohibido por tremenda risotada de aquel chico pero, vamos,incluso él hubiera hecho lo mismo de ver a alguien en esa situación... aun así esperaba que nadie mas lo hubiese visto aunque sus vestimentas lo delataran, en ese momento se arrepintio de no haber llevado con sigo algo mas de ropa. Miró un poco hacia atras y confirmo que quien estaba alli era Reiji, acompañado por otro chico a quien no conocía.

Llegué rápido a donde estaba el albino, Shin, y sí, claramente pude ver que ese chico que antes había estado en la arena mojada y había sido azotado por una ola dejándole en total ridículo era nada más y nada menos que Misha, uno de mis recientes conocidos y amigos (quería suponer).

Le dí un codazo en las costillas al albino pues pensé que había cometido un error gravísimo, Misha no era cualquiera y al menos yo estaba consciente de ésto pero ¿sería, acaso, bueno traerlo a la superficie? ..quizá no. O no por el momento.

Lo único que se me ocurrió al momento fue saludarle con el rostro, con mi voz, y con una amplia sonrisa pues mis manos estaban ocupadas por el "encargo" del mayor de los tres: -Hey, hola Misha. ¿Qué te hizo ese Albino? ¿...estás bien? -pregunté de último, me preocupaba por el chico.

De entre tanto, ya tenía al otro Shinn a mi lado y sí, se veía totalmente la diferencia de alturas (y no es por molestar pero...). Yo casi midiendo 1.80, el albino más de 1.90 y Misha más de 1.70... una carcajada se me salió cuando voltée a ver a mi mejor amigo, el enanito de Shinn Asuka.

- Reiji..! - saludo entusiasmado en cuanto éste estuvo más cerca, por alguna razón se sentía -por qué no decirlo- feliz de encontrarle de nuevo, y no solo era eso, sino que incluso a pesar del la vergüenza previamente pasada, se sentía bien estando con mas personas, si, quizás eso era lo que necesitaba para sacarse de la cabeza todo lo que últimamente lo tenia un tanto estresado.Un chico mas habia aparecido, aparentemente este venia con Reiji, un amigo seguramente. Lesonrio amablemente por haber prestado intereses en su condicion obvia.

- si.. ehm, no paso nada... solo es agua... - dijo volviendo a sonrojarse un poco... - tu... ustedes se conocen?- dijo dirigiéndose al chico que anteriormente se habia burlado de él, del cual aun no escuchaba su nombre y a Reiji, por la familiaridad con la que Reiji se habia dirigido al mas alto anteriormente, era de suponerse que asi fuera.

Observó a quien venía descalzo pisotear al mejor conocido de los 4 y rió automáticamente: -Vamos, enano, no puedo creer que te estés burlando de tu amigo aunque... -rió un poco más fuerte, sin embargo la risa se esfumó cuando, el que ahora tenía entendido que era Misha habló para preguntar algo que contestó con un simple y corto: -Soy el hermano mayor del enano de Reiji... -se acercó al mencionado y recargó un codo en el hombro de éste, marcando la diferencia de estaturas con más enfasis. -Éste enano, o sease Reiji, es mío. -bromeó con una sonrisa amplia, una de esas donde uno muestra toda la dentadura blanca.

Alargó la mano para cargar una de las bolsas que contenían nada más y nada menos que su encargo (cervezas). Dos dedos fueron útiles para la simple tarea.

-Y como éste idiota no dice nada... díganme, ¿son amigos de él? -preguntó con algo de curiosidad. Bueno, estaba un poco obvio el hecho de que eran conocidos pero ¿tendrían algún lazo de amistad? habría que investigarlo.

Con la mano que me liberó al agarrar la bolsa le golpée el hombro con fuerza aunque ya sabía que no le afectaría en lo más mínimo, entonces corregí: -A ver... no malinterpreten al anciano, no es mi hermano mayor de sangre, pero es como si lo fuera. -carraspeé la garganta porque confesar eso para mí era un tanto bochornoso- Y no, anciano, no soy tuyo. -iba a decir "soy de Mikado" pero estaba de más.

-Y a ver... te los presento. Éste chibi -dirige una mirada a el pequeño de Shinn- ...es Shinn... y a quien le hacías burla, es Misha. Bueno... -dudé un poco porque su nombre no era ese pero... qué tal que no quería formalismos, sí, era lo más seguro. -Y ya... espero que hayas preparado ya un lugar porque no voy a estar en el maldito rayo del sol. -comenté algo molesto pues sabía que el mayor era bastante irresponsable. Joder. Esperaba que no diera mala imagen a mis amigos... no podría soportar ese momento de incomodidad.

El más alto parecía disfrutar al hacer énfasis en la estatura de su amigo, ante dicha broma, no pudo evitar reírse… aunque viendo a los demás presentes y a si mismo, todos eran enanos a comparación del que hablaba, el hombre era una garrocha…! no recordaba haber visto a un tipo tan grande en mucho tiempo, pero ya que no era el único de menor tamaño, no se sentía incómodo.

Al escuchar la introducción hizo una breve reverencia, un acto reflejo quizás – Mucho gusto..! –, se sentía algo nerviosos y ofuscado a la vez que emocionado por el simple hecho de estar ahí, con ellos, con uno de sus amigos, uno de los primeros que tenia a decir verdad, ya que le gustaba pensar que eso eran, ya que en todo el tiempo que había estado solo –aun rodeado de personas– solo había logrado unirse a una sola persona, que habría sido de él si aquella valiosa persona nunca hubiese llegado a su vida, no quería siquiera imaginarlo… pero bueno, esa es otra historia…. A pesar de sus primeras reticencias, estar en esa ciudad resultaba ser algo sumamente agradable, no tenia que preocuparse, al menos por el momento, de asuntos relacionados con la organización o la empresa que heredaría ni con eventos llenos de personas alzadas. El dia estaba más que perfecto para pasar un agradable rato con los amigos, quería saber cómo sería eso, pero por el momento apoyaba la idea de Reiji de ir a un lugar menos asolador y mas fresco con una agradable sombra.

(Perdonen n.nU se me habia olvidado jejeje)

Guardó silencio durante el transcurso. Realmente parecía buena idea ir al lugar señalado/recomendado por el más pequeño, quien optaría por llamar de ahora en adelante "tocayo", dado que los nombres eran idénticos y era más fácil identificarlo de ésta forma.

Se adelantó un poco para dejar las cosas que le había encargado a Reiji, las dejó allí en la arena. -Ahhhhh... qué buen lugar. -estiró los brazos hacia arriba, como si apenas estuviese despertándose de un largo sueño. La verdad es que el calorsito que se presentaba en ese día provocaba mera modorra.

-Así que... ¿quieren quedarse aquí o ir a nadar? -miró retadoramente a Reiji, pues era el único que conocía a perfección y por supuesto éste no se perdía y jamás declinaba un reto. Aunque ¿y los demás? -¿O qué desean hacer? -se mostró un poco complaciente, sólo por el hecho de que éran amigos de su propio protegido.

-Joder, contigo, anciano. -se nos había adelantado y peor aún, no mencionaba nada. ¿Qué le sucedía? ¿Es que acaso no aguantaba estar al rededor de amigos míos? Já, mala suerte para tí, albino.

-En fin... vamos chicos. -seguí a Shin y dejé las cosas con cuidado a un lado de donde las hubo depositado el otro, mientras, con total calma se estiraba. -No empieces con tu flojera, por favor. -le regañé. Aunque después de ésto tuvo una buena idea, una que me gustaba, sobretodo porque ese maldito calor estaba apropiándose de mí y yo necesitaba refrescarme además de que... bueno... ¿será éste momento para confesar que lo que tenga que ver con agua se me hace excitante? sí... de esa forma malintencionada.

Deseaba ver a los otros tres mojarse y jugar a lo que fuera. Joder, era demasiado para mí.

Bueno, no podían culparme ¿o sí? Después de todo jamás he sido un chico pasivo si no más bien activo y eso ciertamente se me hacía extremadamente sexy. Y apesar de venir con el anciano de Shin, ésto se veía emocionante. Había una invitación, un reto en sus palabras, lo conozco demasiado bien y él a mí por lo que sabe que al menos yo no declinaré a su oferta.

Asentí con la cabeza: -Apuntado. -luego voltée a ver a los más pequeños de nuestro pequeño grupo- ¿y ustedes? ¿o es que acaso les da miedo unas simples olas? -esa maldita sonrisa de cínico y fanfarrón se dibujó en mi rostro. Sí, joder, ser así me encantaba.

Siguió a los demás hacía aquel lugar que Shinn señalaba -el mas pequeño.. ya que había Shin's por partida doble- parecía un buen lugar, digno de una atractiva postal: Secarse era buena idea, aunque al estar en la playa se supondría debería estar mojado, pero solo el no su ropa,,, Ya que estaban ahí comenzó a deshacerse de su camisa mojada y arenosa para permitir que se secara con el calor que hacía no tardaría demasiado.

La idea del otro Shin de ir a nadar le pareció sumamente tentadora.

- woa.. eso suena divertido.... - dijo mas para si que para los demás, en un tono de voz poco audible, se sentía un poco nervioso, los demás se conocían bastante bien entre ellos, y se sentía un poco fuera de tono en ese sentido, ya que él era el que parecía tener menos idea de todo; aun asi sus ojos mostraban impaciencia, tenia unas crecientes ganas de entrar, se sentía como uncrío pequeño... ironicamente, fue la cínica sonrisa de Reiji, la que le hizo envalentonarse

- ¡ también voy!... quien va a tenerle miedo a esas olas? - sonrió sin casi poder esconder su verdadero entusiasmo, vamos que ya que estaba ahi, debía aprovechar para divertirse un poco no?

Apuntados 3/4. Esa era su lista, al menos hasta ahora.

Miró a su tocayo y se extrañó de sus reacciones, es decir, estaba siendo ¿tímido? ¿le daba vergüenza su cuerpo? ¿o acaso se sentía mal de alguna forma? Quizá quería quedarse a beber o quería comer algo, por lo que decidió preguntarle: -Hey, ¿estás bien, tocayo? -le dió un muy leve codazo, para entrar en confianza. Pero la pregunta fue en vano, pues seguido afirmó que iría con ellos, entonces esto se convertía en un 4/4. Bien. Perfecto.

-Entonces ésto te estorba. -se tomó la ligera molestia (para el menor) de tomar con las manos el borde de su camisa y subirla en tan sólo un movimiento. Y dejando al descubierto su abdomen y parte de la espalda, de donde éste le estaba viendo; y al mismo tiempo "vendándole" los ojos con la prenda a éste. En momentos como éste era muy bendecido por ser alto, mayor y por demás brabucón. -Anda, quítate ésto... coopera y así te dolerá menos... jajajaja bueno... -una frase malintencionada.

-¿Y tú qué tal, enano? Quítale eso a Misha y... ya sabes qué hacer. -guiñó el ojo a Reiji, quien sería su compañero en tal "fechoría" o maldad, como quisieran etiquetarlo. Le dirigió una sonrisa y con la cabeza señaló hacia el mar. Esperó que le captara la indirecta, sin más palabras por mencionar.

Entonces, aprovechándose de la poca vista de su tocayo, lo cargó en uno de sus hombros y corrió por la playa con él como bulto. -Jajajaja ¡¡Yo por eso te dije que tenías que quítartelo!! -competencia al carajo, se sentía mejor molestarle un poquito. Se adentró al mar con pasos agigantados, mojándose a sí mismo y cuando estuvo lo bastante profundo soltó a su "acompañante".

No sé porqué pero el hecho de que el anciano le hubiera quitado parte de la ropa a mi mejor amigo (Shinn) era como... bueno, en pocas palabras, me hizo enfadar, mucho, sin embargo, y como siempre, se lo oculté al mundo.

Dejé que jugara con él un rato mientras yo estaba quitándome la camisa y la bermuda quedando sólo en un traje de baño color negro que había comprado unos días antes especialmente para ésta ocasión. Era un poco pegado y me miré a mi mismo unos instantes, para pensar "joder, qué bueno estoy". Ya saben, lo narcisista nunca se quita.

-Vamos, Misha, o éste anciano te hará lo mismo. -le advertí a mi otro amigo, uno de los más recientes. Dejé la ropa cerca de donde estaban los "víveres" y cuando voltée a ver al mayor de nosotros, ya tenía a Shinn en su hombro, como vil bulto y me dijo algo con la mirada. Entonces de pronto se fue corriendo con el antes mencionado hacia el mar.

Sinceramente comencé a carcajearme pero de lo lindo, se veía increíblemente gracioso que hiciera eso... y yo quise intentarlo. Le había entendido a la perfección por lo que, sin esperar a que se semidesnudara Misha, hice lo mismo: le cargué en un hombro (tengo suficiente fuerza para cargar cualquier cosa pesada así que ésto no fue un reto) y corrí con él, como bulto, hacia los dos Shin's.

Perfecto. Todos estaban de acuerdo ir a darse na buena zambullida, un juego, una competencia. Ya todos estaban mas que listos, o casi, antes de que el Shinn pudiera deshacerse el mismo de sus ropas, su tocayo le sorprendió echandole más que una mano. Pero hay que admitir, que eso fue una escena bastante graciosa...

Cuando volteo a ver de nuevo, El mayor de todos habia echado a correr con el mas bajito hacía el mar, no pudso mas que echarse a reir. Se dio prisa en terminar de quitarse lo que le restaba y acomodarlo a manera de que para cuando regresaran su ropa ya estuviera seca.

- Whooa..1! pero qué! ahhh - Apenas había escuchado terminar de hablar a Reiji cuando de momento sintió que era levantado del piso y cuandose dio cuenta ya estaba siendo cargado como un costal de papas en direccion al mar, aunque claro ya que no pesaba tanto no era dificil que lo hicoeran...

¿Así que ahora le amenazaba? ¿De dónde demonios Reiji había sacado al tocayo? ¿Qué no sabía quien era y qué podía hacerle? Sin embargo, no había tiempo para molestarse o para continuar con la maldad, sinceramente estaba de buen humor por lo que decidió reírse y terminar esa broma: -Jajajajaja es que te ví con calorsito, tocayo. -volteó a ver en dirección de la playa y ya también venía Reiji con Misha en el hombro. Bien. Le encantaba que le entendiera apenas con miradas y pocas palabras. Esa, posiblemente, era la ventaja que tenían las personas que se conocían demasiado bien, o, en dado caso, que viven juntas.

-Y ya, no seas amargado. Ninguno de los otros dos se dió cuenta de lo que tienes aquí... -apenas con un movimiento se pasó detrás de él y le abrazó sin apenarse o sin tomarse la molestia. -¿Era por eso que estabas tan penoso? ...dímelo antes de que vengan los otros dos. -le habló serio y en murmuro para que fuera exclusiva suya, mientras con las yemas de los dedos recorría la cicatriz que alcanzó a ver (y posiblemente sentir) cuando lo llevaba en el hombro.

Misha era livianísimo. Posiblemente él y el pequeño Shinn tuvieran el mismo peso, la única diferencia, siendo repetitivos, sería la altura. -Misha, me disculpo por la actitud de ese anciano... -porque claro estaba que lo llevaba en el hombro como un bulto y bueno... para mí era tener demasiada confianza; yo era un chico más reservado que el albino. -El sólo quiere divertirse un rato... así que... aprovechémonos de eso ¿vale? -dejé de correr en dirección hacia los otros dos, y terminé caminando con mi compañero en el hombro.

Me agaché un poco y dejé que bajara de mí tan pronto como quisiera. Cuando me incorporé de nuevo alargué el brazo y toqué ligeramente su hombro. -Ahora vamos, que esos dos están bien profundo. -Yo los alcanzaba a ver por lo menos a unos 20 o 30 metros. Por alguna extraña razón se habían alejado mucho en tan poco tiempo; eso no me gustaba del todo.

Me adentré al mar y el agua, a mi gusto, estaba exageradamente fría, casi helada. Joder, ¿solesito? ¿Ahora donde coño estás?