Un pequeño fantasma en la biblioteca [Privado con mikado}

“Prrr aburrimiento… cada día los chicos son más chicas y las chicas han desaparecido casi por completo…” Pensé para mi mismo nada mas levantarme, soltando un leve y tierno bostezo, vistiéndome para ir al comedor a desayunar, pues el hambre… HAMBRE azotaba mi estomago. Cogí una vendeja y en ella me pusieron algo no muy complicado, un tazón de leche con cereales y un par de galletas, lo que se llama hoy en día un desayuno completo. Mientras tomaba solo en una mesa lo que me habían dado, comencé a pensar…” Se merecen un escarmiento… vamos a ver que pasaría si se las viesen con un fantasma”. Fue pensarlo y hacerlo, fui al armario de las limpiadoras y tomé una sabana, a la que le hice dos agujeros para poder ver a través de ella. El lugar de la zona cero, desde luego la biblioteca, donde los más miedosos iban a leer libros como “Cocina Chuli con adornos rosas” y “Romeo y Julio”. Comencé a tirar varios libros de las estanterías, creando varios ruidos molestos por ello, y para colmo, subí a la mesa que había en medio de la biblioteca y exclame el típico “uuuh”… fue efectivo, salieron espantados.

Voy a la biblioteca pues olvide uno de los libros que quería llevar, pero...
Me quedo de a tres cuando veo el escandalo propiciado por...que diablos ¿ese es quien creo que es?
Aunque confieso que me he divertido con la marometa que ha producido y el revuelo de algunos incautos que ahora corren despavoridos, inclusive he chocado con unos cuantos miserables que me enseñaron su rostro aterrado.
Algunos crédulos, en su huida han sido irresponsables, dejando libros a su paso y yo ni corto ni perezoso levanto uno de tapa roja con letras en dorado remarcadas y sobresalientes.
Veo entonces mi objetivo, aquel "fantasma" improvisado que "pena" sobre un escritorio. Ajusto mi puntería, examino la corriente del viento, ubico la distancia, valoro el peso y después lo lanzo, rápido y directo, justo a la pequeña cabeza que sobresale bajo la sabana, dando en el "blanco"
— ¡Oh le di a la primera! — exclamo sorprendido, pues pensaba hacer un par de intentos mas.

De repente… un **** libro aterriza sobre mi frente haciéndome caer hacia atrás al suelo, lastimándome por el golpe y soltando un largo quejido. ¿Quién demonios habrá sido? Me levanto… me quieto la sabana y descubro lo que descubro, tenía que ser, ¿¡Porque demonios debía ser EL!? Enarco una ceja y le miro de arriba para abajo, con una mirada de enfado. Pasan los segundos, y de mis labios comienzan a salir carcajadas limpias, como si en vez de haberme tirado un libro me hubiese contado el mejor de los chistes. Me acercó a el y le estampo un beso la mejilla, divertido, después de ello, echo a correr por la biblioteca, sin poder parar de reír, como si estuviese jugando a un juego.

[Off: No tenía mucha imaginación xD]

Que raro.
Pensé que iba a golpearme por la cara de enojo que puso y por el contrario empieza a reír.
¿Le habré dado muy duro? tanto qué la cordura a volado de su cabeza, a quien sabe donde. Me pongo a divagar sobre esto cuando un contacto desconocido me saca de mis ideas. Kaito me ha besado la mejilla.
Me quedo un poco alucinado, pero después reacciono, es solo un saludo después de todo, hace mucho que no nos vemos y es un gran amigo para mi.
Lo veo revolotear por el lugar, entonces le lanzo una pregunta: — ¿quieres que te detenga? — me inclino y levanto otro libro, uno de pasta mas duro y de bastante contenido, tanto que el peso cansa mi mano, me incorporo y sigo con el cuestionario: — por cierto ¿a qué viene eso del "fantasma"? — preparo mi puntería a de nuevo, aunque el blanco no parece querer quedarse quieto, mejor , me gustan los blancos móviles.

Miro como Mikado se dispone a tirarme otro libro, dichoso Mikado nunca tiene suficiente, pues ahora se enterará de lo que es bueno. Agarré el quijote si tapujos y le doy con este sobre su dura cabezota, esperando ver como reacciona el infantiloide, además, ¿Por qué no ha salido corriendo como los demás? Un fantasma siempre da miedo, pero parece que el es algo “anormal”… en fin, espero no haberlo dejado sin conocimiento. Por lo visto sigue siendo tan inocentón y baka como siempre. y no ha cambiado en nada, NADA.

Ha...Si pudiera leer la mente... ¿en que estas pensando Kaito?
Recurrentes pensamientos los que tengo mientras descanso en el suelo, producto exclusivo del atentado contra mi persona producido por...estiro mi mano tratando de dar con el mensajero (mas no el culpable) me doy de topes (mentales) cuando veo al quijote, joer, para esto te utilizan.
Me incorporo rápido mientras sostengo el prodigioso escrito con una mano y dispongo de la otra para calmar la molestia producida por el contacto, con la tapa dura, recubierta de piel color azulada, ¡joer, es un chichón en mi frente!
Con el mayor cuidado pongo sobre un estante, la maravilla de Cervantes, valorando su existencia.
Me giro rápidamente para advertir, nuevos “ataques” a la par que reformulo mi pregunta — ¿a qué viene eso del fantasma? — mi mano oculta la protuberancia.