LLegando. *Libre*

Miré a ambos lados, avanzando por el jardín.
Andaba con paso lento, arrastrando una maleta detrás de mí, la verdad es que no me apetecía llegar a los dormitorios ni nada así... probablemente allí habría un montón de gente amigable, dispuestos a llevarse bien con "ese chico nuevo del pelo largo", ser amables y ese tipo de cosas... no, no le apetecía.
Pero la verdad es que por allí también corría el riesgo de encontrarme con alguien, pero quizás si me encontraba con alguien por allí no iría tan dispuesto a "llevarse genial porque nuestras habitaciones quedan cerca" o algo parecido.
Definitivamente, el ser indeciso me estaba dando demasiados quebraderos de cabeza.

Estaba pasando por allí cuando de repente ve a alguien nuevo. Se veía un poco mayor y tal vez sería justo de su edad o de su mismo salón.

Se decidió ir hacia él y saludar. Sonrió para empezar y levantó la mano a modo de saludo -Hola. Soy Shin ¿y tú? ¿eres nuevo, cierto?

Espero respuesta del recien llegado, tal vez arrepintiendose de haber sido tan directo, pero ¿qué va? así se conoce a la gente.

De repente alguien me saluda, provocando que me sobresalte, aunque no lo demuestro y simplemente me giro lentamente, con mi habitual cara de pocos amigos.

-Eh, sí, nuevo... Harry Hiramatsu

Contestó de forma algo seca, mientras se colocaba bien el pelo largo y observaba fijamente al que le había saludado, que parecía un tipo algo peligroso... mejor andarse con cuidado, aunque se había comportado amable...

Escuchó atentamente su nombre y una risilla se le escapó por lo alegre que estaba de conocer a alguien.

-¡Harry! Un gusto. -estrechó su mano apesar de haberlo visto un poco inseguro.

-Oye ¿en qué grado entrarás? Creo que hasta ahora sólo conosco a puros pequeños o a maestros y bueno... hay que hacer amigos ¿no? -dijo divertido, mientras se rascaba la cabeza y luego se peinaba su largo cabello en una coleta pegada al cuello... usualmente no haría eso frente a nadie.

Suelta su mano y arquea la ceja un tanto extrañado -Lo siento, suelo ser impulsivo. Ahora me doy cuenta de que a nadie le agrada eso, en fin... iremos en el mismo salón, espero que te la pases bien con los demás.

Dió la media vuelta y con un ademán dijo Adiós.

-¿Huh? -se detuvo al escucharlo y lo miró por el rabillo del ojo.

Toció un poco para aclarar la voz, y poder responder su pregunta adecuadamente. -La verdad es que yo tampoco conosco muy bien esto. Pero si quieres perderte un rato conmigo, vamos. -sonrió y se encaminó de nuevo hacia él.

Se rasó la cabeza inocentemente, y luego dió un bostezo -Creo que sólo conosco la cafetería y el gimnasio...

-Vamos a la cafetería, está decidido. -Se acomodó la playera naranja que siempre se ponía y metió las manos a sus bolsillos.

Vió todo lo que cargaba con un poco de pesades. Se encogió de hombros y respondió: -La verdad no lo sé. Y no es que te deba interesar mucho algo así. -dijo sin pensar mucho. Tenía hambre y aprovecharía ese momento para ir a comer algo. -Déjalas por ahí, no creo que alguien se las robe. Y si se las roban bien puedes luchar por ellas si tanto las quieres.