Nishikai Hoteru (Priv Quimey)

Entramos juntos (mas bien yo lo estoy llevando) a la recepción,donde un hombre nos mira de arriba a bajo, luego en tono serio dice:"¿desea una habitación para usted y otra para su hijo? o ¿Una habitación con 2 camas?"
solo me limite a contestar:
— Limítate a hacer tu trabajo y dame una suite, que mi hijo y yo— miro al pequeño — estamos cansados — giro mi rostro de nuevo en dirección al desagradable hombre que viste de traje negro, lo miro con ganas de devorarlo, de lo cual él se percata. Comienza el proceso de registro en el lugar, el hombre se toma su tiempo para escribir cada detalle que le doy, ya no noto reacción alguna en Quimey, posiblemente se pregunte ¿que hacemos ahí? pero yo no tengo dudas sobre ello...recibo la tarjeta y lo jalo para seguir hasta el ascensor, nos toca la"habitación dorada"

Si hacía un momento que caminaban o más bien era arrastrado de la mano por el mayor se sentía nervioso, ahora lo estaba mucho más, no entendía que era lo que estaban haciendo en aquel hotel, era algo confuso, aunque cuando pidió una sola habitación para los dos.... con una cama.... no pudo evitar un gran sonrojo en sus mejillas, era inocente pero no estúpido y podía entrever las intenciones del otro, lo cual debía admitir lo asustó.

Había permanecido en silencio y se dejaba llevar aun sin reaccionar del todo y para cuandomenos imaginó ya se encontraban en la puerta de la lujosa suite... estaban a punto de entrar cuando finalmente pareció salir de su trance.

-e...espera!

No le doy oportunidad y lo empujo dentro, sin prestar atención a sus palabras, cerrando la puerta tras de mi; no sin antes advertir al hombre que nos guió hasta el lugar, que no quería interrupciones hasta la mañana siguiente.
Tomo el asiento mas cercano y obstruyendo la puerta cerrada me siento en el, cruzando mis piernas y brazos y mirando fijamente al menor, saco del bolsillo de mi gabardina, el celular (maldito celular) y se lo lanzo en un"flotado" (curva suave) al menor para que lo reciba.
— Si, te sientes en peligro por mi presencia, puedes llamar a quien quieras, aunque no voy a hacer nada que no quieras — me pauso, mientras le sigo mirando.
— Pero entenderás, que como hombre poco paciente, no tengo intención alguna de dejarte ir, sin que me digas, lo que querías decirme, allá abajo — mantengo la mirada.

Continuaba estando algo nervioso, atrapó el celular ajeno con un poco de dificultad, pero lo veía sin estar del todo seguro sobre que hacer con el, lo abrió y luego lo cerró, pero lo mantuvo en sus manos, no se sentía exactamente en peligro, aunque no podía evitar sentirse extraño por la situación.

-que es lo que quiere que le diga?

La habitación era muy linda, pero no podía evitar sentirse algo presionado poraquella misma belleza que podía dar un toque seductor.

— Quiero la verdad, que era lo que ibas a decirme — noto como dejo de tutearme, la confianza que sentía por mi se esfumo, así de simple. Por algún motivo, ese pequeño detalle, me dolió...que ...que fue lo que dije, si claro, eso no es cierto es mentira, esos sentimientos mortales y "yo" no vamos juntos, nunca más.
— Así que habla niño —

Pasó saliva nervioso, quería que lo besara, quería que lo sostuviera en sus brazos y quedarse así portoda lanoche,sin embargo... ya no se sentía tan confiado.... podía dar todo de si... y luego el mayor simplemente regresaría con la mujer de la opera en cuanto fuese el momento indicado o cuando ella volviese a llamar.

-yo, lo he olvidado... me sorprendí tanto que... no recuerdo que iba a decir...

Siguió jugando con el celular en sus manos, abriendolo y cerrandolo una vez más, sin saber que debía hacer ahora.

— Te olvídaste, por que te sorprendiste...¿? — dudas acosan mi mente, esta de la que lees ahora y no sabe más que darme dolores de cabeza.
— ¿Qué te sorprendió, como para que lo olvidaras? — inquiero ansioso, esperando una respuesta que me satisfaga, es posible eso, realmente ¿Qué es lo que quiero? ¿Qué estoy esperando?, mientras sigo en mi debate mental, esperando la respuesta del menor, el celular suena de nuevo.

-pues.... que me trajeras aquí.... es algo confuso y... tengo miedo de preguntar por tus intenciones...

La verdad no sabía si realmente quería escuchar las intenciones del mayor al llevarlo a aquel hotel, pero podía casi asegurar que sabía que era lo que quería, vió el celular sorprendido al oirlo sonar, contestando casi en automático, aunque no dijo nada, tan solo lo abrió en silencio, esperando oírla otra voz decir algo.

Alo...Killyem,ya han pasado mas de 35 minutos desde que me dejaste en la opera y me preocupa, ¿estás bien?... ¿Killyem?... ¿alo?
Escucho a la perfección la voz de la mujer, con signos de preocupación (según ella)
Permanezco inamovible, en el lugar que he elegido.
— Te traje aquí, por que, no me gusta que me interrumpan — hablo, mientras la mujer aquella sigue buscando alguien que le conteste...— Y la muchedumbre, no es de mi agrado, en este lugar podemos hablar tranquilamente, ya te lo dije, no tengo intenciones deshonestas eso y que eres un niño — miro seriamente al pequeño.

-Killyem en este momento se encuentra ocupado y no podrá atenderte más, asi que por favor deja de llamar... zorra

Cuelga finalmente la llamada, deseaba tirar el celular lejos y romperlo, pero simplemente presionó el botón para apagarlo.

-entonces no tienes ninguna intención más allá de hablar?

Por un lado se sentía aliviado y por otro... se sentía un poco rechazado.

— Vaya forma de tratar a una dama, niño — sonrío de medio lado, a la vez que pongo ambas manos sobre mis rodillas.
Ya con anterioridad, había notado que Francheska D´agree (el nombre de la dama que era mi acompañante en la opera) le daba espasmos al pequeño.
— Supongo que tendré que disculparme por ti, mas tarde... — suspiro.
— Y sí, solo tengo intenciones de hablar, por lo que no te preocupes, te lo dije antes, así que por que no te sientas y platicamos un poco, si te apetece algo de comer podemos pedirlo a recepción, espero hacer lo mejor posible para que te sientas conforme —

No dijo nada ante lo que le había dicho a la mujer, simplemente se acercó a la cama y dejó el celular en el buró, para acostarse en la cama de forma horizontal, viendo al otro tiernamente, ya se sentía mejor, estaría con el otro, aunque fuese solo charlando, al menospor un momento él sería el único en el que pensaría el mayor... o al menos eso era lo que esperaba.

-y... exactamente de que quieres hablar?

Sigo sin moverme, pero me calmo al ver que el pequeño, toma confianza, miro como se recuesta en la cama y me mira tiernamente, como cordero para sacrificio...no miento (es cierto) se me ha venido a la mente la imagen de un cordero que está a punto de ser sacrificado. Que deleite de cordero.

— Por que no comenzamos aclarando tu reacción con Francheska, la mujer que hablo por el celular, no te conozco mucho, pero parecías "celoso" niño... — me acomodo un poco, pues el asiento comienza a molestarme.

Se sintió algo incómodo con el tema escogido, si, estaba celoso, aunque no tenía ni idea de que era exactamente lo que le hacía sentirse celoso de la mujer, jugó con las sábanas de la cama un poco, destendiendola mientras pensaba en que contestar.

-es que... no lo sé... supongo que simplemente no me agradó... no estoy celoso, es decir, porqueé habría de estarlo?

Se cubrió el rostro con la sábana, viendolo un poco al destapar su ojo.

— Eso mismo quisiera saber, ¿por qué deberías de estarlo? tu reacción no es normal, más teniendo en cuenta que nos acabamos de conocer —
Por algún motivo, tuve otra visión, donde si la situación fuera al revés, mi rival no saldría vivo...
A la par veo como entre palabras y ademanes, el pequeño juega con la sábana y quieren la verdad me parece encantador y eso se comprueba fácilmente: una tenue sonrisa se ha dibujado en mi rostro, a la vez que mis ojos se iluminan, viéndolo esconderse, bajo la tela.

Ni siquiera el mismo sabía porque se sentía celoso de aquella mujer, era extraño, simplemente no podía evitar sentirse... molesto cuando Killyem se encontraba cerca o hacía referencia a la mujer, volvió a cubrir su rostro con la sábana, esta vez por complero para que no viese que se había sonrojado.

-lo sé.... es extraño... pero me molesta... no sé porque....

Mordió sus labios y siguió jugueteando con la tela, pero sin atreverse a retirarla de su rostro.

— ¡¡¡Mmm...!!! Entiendo, no voy a preguntar mas sobre ello — me levanto del incomodo asiento para dirigirme hacia la ventana y examinar la vista de la ciudad chispeante de luces multicolores, que opacan las pocas estrellas que parecen flotar en el despejado cielo. Entono mi voz, de nuevo, para decir:
— Por cierto ¿te desagrada mi rostro? lo digo por que parece que no tienes intención de verme... — no aparto la mirada de la ventana.

-n..no! no es eso....

Comentó avergonzado, retirando un poco la sábana, aun cubriendo la mitad de su rostro, asomando tan solo sus ojos para verlo.

-no me desagrada verlo.... al contrario me pareces muy guapo.... es decir.. eh... bueno... solo digo... em...

Estaba avergonzado y se sentía torpe sin saber como arreglar ahora sus palabras.

Me acerco a él entre cada palabra que pronuncia, pero manteniendo una distancia respetable, no tengo intención de incomodarlo. Realmente, si fuese otro el caso y la persona (todo sea dicho), no sería tan cuidadoso, pero por algún motivo, no quiero intimidarlo.
— ¿Así que te parezco guapo? — inquiero a la par que mi ego, ese hombre de negro que habita en mi crece.

Se puso rojo nuevamente y cerró los ojos cubriendose una vez más con la sábana, la verdad si le parecía muy guapo, pero le daba verguenza decirlo directamente, mordió sus labios y asintió levemente, sin estar seguro de que realmente el otro haya notado el movimiento de su cabeza.

Se cubre de nuevo, es como un pequeño animalito al que se debe proteger... proteger, esa palabra, hace mucho que no la pronunciaba.
Me retiro de la ventana, para dejar de apreciar la vista y me siento en la parte baja de la cama, recostando mi fría espalda sobre la pared a la par quele miro.
— Realmente eres muy lindo — susurro apenas perceptible, dejando salir de nuevo mi fuerte voz para decir: — ¿Cuanto tiempo vas ha permanecer así? me tientas hacer cosas que no puedo pronunciar… —

Escuchó la voz del otro lado de la cama y se sorprendió un poco ya que no había notado en que momento había terminado a su lado, pasó saliva nervioso ante aquella premisa de "hacer cosas que no podía pronunciar" se sonrojó completamente sin embargo contrario a lo que su instinto le ordenaba de alejarse se acomodó en la cama acercandose a gatas al mayor con lentitud.

-y qué cosas quiere hacerme que no puede pronunciar?

Se acostó a su lado en la cama comenzando a sacarse los zapatos como una distracción para no tener que verlo a los ojos, ademásdeque así estaría más cómodo en la cama.

— Ya te dije que no puedo pronunciarlo — inocente, de ver dentro de mi mente, no te quitarías los zapatos, no...Saldrías corriendo como alma que lleva el diablo, porque realmente no tengo buenas intenciones, nunca las he tenido, y el hecho que me permitas acercarme tanto, me hace más peligroso, ¿debo detenerme y dejarte ir...? por que algo se con certeza, y es que no tengo intención de lastimarte, lo que va contra mi naturaleza...tsk.
— Mmm...Pero hay truco en esa prohibición, y eso es... — me acerco a su oído y le susurro — pasar a la practica. — sonrío de nuevo, como acto espasmódico de mi rostro. Sí, por que yo no sonrío, es un espasmo.

Recién se había quitado los zapatos cuando escuchó aquel susurro contra su oído, logrando hacerlo estremecer de pies a cabeza, volteó a verlo tímidamente, quedando separado tan solo por un par de escasos centimetros, su mirada se perdió en la ajena y se sintió derretir sin notar las "negras" intenciones del mayor, así que nuevamente ocultó sus ojos tras sus pápados, dandole de esa manera un silencioso permiso al mayor, el cual corroboró con sus palabras.

-entonces... creo que deberías comenzar....

Pasó saliva nervioso, aunque trató de que no se notara tanto, pero una vez más estaba esperando un beso, que era lo que su inocente mente imaginaba era todo lo que el mayor quería de él.

Me tienta inocente, probablemente sus ideas y las mías son diferentes, cierra sus ojos, es obvio lo que desea, un beso. Y quien soy yo para negarme a tan tentadora proposición.
Lo beso suavemente, rozando mis labios con los suyos, un pequeño contacto, no quiero asustarlo, y que descubra la verdad...lo tomo por la cintura suavemente, y lo atraigo como la gravedad con los objetos, quiero sentir su calor, aunque sea por un momento...ese que yo no poseo.

Correspondió el beso ajeno, sonrojandose completamente, abrazandose al mayor mientras se dejaba acomodar contra su cuerpo, se sentía algo frío pero le gustaba aquello, le acarició el cabello un poco, siendo esta vez él quien jalaba a Killyem para que se acomodara sobre su cuerpo.

-mnnhhh....

No pudo evitar un pequeño gemido en cuanto sintió el peso del otro sobre él se estremeció, pero eso le gustaba cada vez más.

Lo estrecho entre mis brazos, no quiero que el calor escape, ese calor que deseo hacer mío, tratándolo con cuidado y siendo conciente de nuestra diferencia de peso, ya he dicho que no quiero lastimarlo.
Suavemente, pero con astucia, propia de mi magnificencia (todo sea dicho) introduzco mi lengua al interior de su cavidad, rozando sutilmente el paladar y deleitándome con el dulzor que allí duerme, entre abro mis ojos, para apreciar el sonrojo que le invade las mejillas y que me excita aun más, aun así, respeto la decisión del menor (cualquiera de mis conocidos, "aquellos que no he matado...todos los que he matado, no me involucro con nadie" no me reconoceria de escucharme hablar así) y por ello me detengo para preguntar:
— ¿Entiendes hacia donde vamos de seguir así? ¿Verdad niño? —

Dejó que el mayor guiase en su totalidad el beso, se sentía derretir con tan solo sentir como sus labios se unían de aquella manera y como la lengua ajena comenzaba a explorar su boca con delicadeza, al sentir que sus labios se separaban, los buscó una vez más inconscientemente, no deseaba parar de besarlo, aunque aquello significase quedarse sin aliento, se sonrojó ante su pregunta, tenía una idea, pensaba en una probabilidad de hacía donde podía dirigirse aquello... y la verdad lo ponía aun más nervioso, sin embargo, prefirió no pensar en los pros y contras, tan solo quería dejarse llevar.

-si....

Susurró débilmente, aunque en realidad su mente aun no lograba entretejer los pensamientos ajenos y ver EN REALIDAD hasta donde podrían llegar.

Escuchar su afirmación, hizo que mi cuerpo y mente descansaran...más sin embargo mi instinto, maldito instinto, salta diciéndome que las cosas no son lo que parecen.
Siento como su cuerpo tiembla bajo el mió, levemente, al igual que su corazón se acelera, pero los mortales son tan simples, que por cualquier cosa esa válvula de sangre se acelera, aún así ...no estoy seguro, por lo que me propongo a explicarle el siguiente paso:
— ¿Entiendes que quiero hacerte el amor verdad? —espero ansioso su respuesta, y no solo conseguir asustarlo.

Las palabras ajenas taladraron profundo en su mente, hacer el amor!!! aquello era... demasiado!!!! Su respiración se detuvo en seco y su corazón latía aun más rápido, si es que eso era posible, no podía creerlo, aquel acto era algo que segun él solo las parejas hacían y... definitivamente ellos no lo eran... además, eso implicaría amor de por medio, si accedía sabía que irremediablemente caería enamorado de killyem... pero... ¿él sentimiento era mutuo?

-y...yo.... e...eso....

Su cuerpo temblaba nervioso, sentía un hueco en su estomago y un leve cosquilleo que recorría sus pezones, parte de su abdomen, arremolinandose en el "hueco" que sentía, para finalmente terminar por recorrer su entrepierna.

De nuevo tartamudea...
Tratando de descifrar sus sentimientos ante mis palabras, y no solo remitirme a su voz, esa que suena tan confusa y llena de duda.
Por lo que decidido solucionar (según mi punto de vista) todo con una pregunta simple:
— Si existe algo que quieras preguntarme al respecto de lo que te acabo de decir, con gusto resolveré tus dudas... —

No estaba seguro de que clase de dudas eran las que se suponía Killyem iba a responderle, mordió sus labios un tanto nervioso y se dispuso a hacer la única pregunta y duda que tenía con respecto a todo lo que pasaba.

-por la mañana... después de que me hayas hecho el amor, volveré a verte? tan siquiera recordarás este momento, pensarás en mi alguna vez?... para mi... sería algo importante, pero para ti que significaría?

— No soy de los que hace el amor con alguien y luego lo olvida — beso su frente dulcemente, para darle seguridad y reforzar mis palabras.
— lastimosamente no veremos el amanecer juntos, por causas ajenas a mis deseos, pero te sostendré siempre, lo suficiente para que recuerdes el poco calor que genera mi cuerpo y entonces cuando no me encuentres en la mañana me recuerdes. — le beso de nuevo.

Aquello de despertar solo en la noche lo hizo dudar un poco, no le gustaba esa idea, se sentiría muy inseguro y realmente no creía volver a verlo, aun así correspondió el beso, abrazandolo muy tímidamente.

-volveré a verte? cómo podría estar seguro de eso?.... es decir... tengo miedo de que.... me dejes así como así...

Mordió su labio inferior y desvió la mirada, en verdad se sentía MUY inseguro, pero aun así quería confiar en él.

— Cuando nuestros cuerpos se unan, se creara un lazo indisoluble entre nosotros, un compromiso, un contrato, dejaremos de ser un individuo, para convertirnos en uno solo — lo miro a los ojos, esos que se han apartado de mi, con duda y que recupero.
— Confía en mi — susurro dulcemente, como no lo había hecho jamás, nombrando palabras que ni siquiera conocía y que me importaban en lo mas mínimo, solo como carnada para atrapar mujeres en la oscuridad y edulcorándolas para que por voluntad propia me dieran su sangre, pero ahora eso ya no importaba.

Volteó a verlo y se sonrojó al escuchar sus palabras, eran tan dulces y seguras que no le podían hacer dudar en lo más mínimo, se armó de valor y alcanzó a robarle un tierno y tímido beso al mayor, el cual apenas duró un par de segundos.

-confio en ti....

Susurró con inocencia dandole con esa frase el permiso de que hiciera con él lo que quisiera y deseara, confiaba en él y a pesar de no despertar por la mañana a su lado, tendría la ilusión de volver a verlo.

Sus palabras resuenan en mis oídos y se incrustan en mi cerebro, una felicidad o eso creo, se apodera de mi, la sensación de hormigueo me recorre el cuerpo; es esto lo que los mortales llaman "amor"
Introduzco mi mano bajo sus prendas, rozando con el reverso de la misma dulcemente el abdomen del menor, y recorriendo toda la extensión hasta llegar asu pezón izquierdo, el cual presiono sutilmente, pero a llamado tanto mi atención que me mantengo en ese punto, presionándolo y succionándolo con mi tacto. hasta conseguir que se endurezca.
— Se que puede resultarte extraña mi mano invasora, pero no hay nada que temer, prometo ser amable y llenarte de caricias y besos — pronuncio adelantándome a sus reacciones para calmarlo.

Aquella primera caricia le deleitó e hizo estremecer, un ahoga gemido quedó en sus labios, pero aún así se dejó hacer, mordió sus labios un poco y arqueó un poco el pecho buscando algo más de contacto, sus palabras lo hacían sentir más confiado y.... enamorarse rotundamente del mayor.

-t...te creo.....

Susurró dejandose hacer por el mayor mientras sus manos tímidamente acariciaban los brazos ajenos, subiendo a sus hombros y pasando un poco por su espalda, regresando de nuevo el mismo camino sustímidas caricias.

Mantengo las caricias, explorando la aterciopelada piel, esa que embriaga mi tacto, y cuyo calor me derrite la punta de los dedos...por que, la temperatura del pequeño se ha elevado en un momento, ¿acaso es mi responsabilidad? si ese es el caso lo asumo.
Sus labios me siguen llamando, atrayendo a los míos como un magneto de polo opuesto, y ¿Quién soy yo para resistirme a la naturaleza? lo beso demandante, como nunca pensé que besaría...solo a él.

El beso se iba tornando cada vez más apasionado y se abrazó al otro por el cuello, dejando que continuara con aquello, se estaba dejando hacer como un manso cachorrito, tan solo mantenía los ojos cerrados y respondía a los besos que tanto había deseado.

Sentía como si su corazón fuese a salirse de su cuerpo en cualquier instante, pero debía tratar de calmarse, acarició con suavidad la espalda ajena en movimientos tímidos, no sabía que se suponía que debía hacer en esa situación.

Beso la comisura de su boca, recorriendo ahora el mentón y deslizando mis labios por su cuello suavemente, succionando en ocasiones, sigo marcando un camino hasta llegar al pecho, donde beso la tela que cubre su piel:
— ¿No crees que tu ropa...se ve mejor si no la llevas? —
Inquiero entre susurros y besos...a la par que escucho la maravillosa melodía que produce su corazón acelerado.

Se sonrojó completamente al escucharle decir eso, nunca nadie lo había visto desnudo, pero... bueno... siempre había una primera vez para todos y.... esa era su primera vez en MUCHAS cosas, asintió levemente y trató de sonreir relajado, sin embargo solo surgió una pequeña sonrisa que se asomaba algo tímida.

-q...quizá...

Pasó saliva nervioso y tomó las manos ajenas llevandolas a la orilla de su camisa, de esa forma le daba a entender que lo "arreglara".

-a...ayudame.... si?

Comprendí a la perfección lo que sucedía, automáticamente una casi "fantasmal" sonrisa se dibujo en mi rostro, también de color fantasmal.
— Entonces...deja que sea yo quien retire toda tu vestimenta... — le sigo besando, sin importarme que mis labios se desgasten, he decidido que voy a besarle tanto como me sea posible.
Retiro con suavidad cada fragmento de tela que le cubre, y a las cuales envidio; por cubrirle...por disfrutar de su calor diario...malditas prendas. Me enfado sin sentido.
Descubro su abdomen notando el rosado de sus pezones erectos a causa de mis caricias y que sobresalen entre la blanca dermis, bendita dermis, el espectáculo maravilloso que me permite divisar entre la mezcla de colores que se degradan gentilmente.
Retiro ahora la parte de abajo...sus piernas tiemblan, las acaricio para hacerle sentir que no está solo, que yo estoy allí para él, entonces mi sorpresa:
— ¡¿Pero que...?! — sobresale su ropa interior estampada con "murciélagos"

Asintió tímidamente, dejando que fuese él quien lo desvistiera, suspiraba ante cada beso y caricia que le brindaba mientras se deshacía de su ropa, era algo que aunque no quisiera admitir, era demasiado excitante, en cuanto su torso estuvo desnudo, se sonrojó completamente, sus pezones permanecían erectos y su piel experimentaba un escalofrío general que en ese momento definitivamente no le desagradaba del todo.

Todo iba bien... al menos hasta aquel comentario, escuchó aquello como un tipo de "reproche" o queja, lo que le hace voltear a ver tímidamente lo que había hecho que el mayor se asombrara de esa manera, se sintió sonrojar y avergonzarse completamente en cuanto se da cuenta de que sus interiores con dibujitos sobresalen de su pantalón, definitivamente eso debía ser algo mata pasiones para el mayor, y una verguenza para él que al instante se cubrió con las manos.

-y..yo.. perdona!! yo.. esto... ah....

Escucho como se pone nervioso por mi descubrimiento, incluso intuyo vergüenza en sus palabras y actos, pues en cuestión de segundos se ha cubierto con sus manos la zona a discutir.
Es la primera vez...la primera vez que llego a este punto y me encuentro con este tipo de escena, por lo que solamente yo...realmente...
— ¡¡¡Jajajajaja...!!! — río, río como nunca lo había hecho.
Y ya que mi reacción no puede ser bien vista por el menor y considerando que estando "YO" en su situación, (cosa improbable) acertadamente hubiese asesinado a mi acompañante. Por lo que me incorporo y le digo, la verdad:
— Son hermosos, este tipo de cosas me excitan — me sorprende sobremanera, que en esto estemos conectados ¿o no?

Se sintió morir de vergüenza en cuanto escuchó como Killyem reía de aquella manera, no podía evitarlo, ERA UN NIÑO, y obviamente aún usaba ropa interior para niños, y eso incluía interiores con distintos estampados, desvió la mirada avergonzado, ya no se sentía confiado para nada, qué pasaba si luego volvía a reirse de él? si aquello era simplemente un juego?

-no te creo....

susurró tratando de acomodarse de nuevo el pantalón, estaba serio y sentía ganas de llorar, las palabras de Killyem en ese momento parecían una gran burla, llevó una mano a su rostro y se tallólos ojos, tratando que las lágrimas no salieran.

Me he pasado...

Es obvio que lastime sus sentimientos, y que posiblemente considere que le veo como a un niño.
Realmente es un niño, un niño que deseo... ¿tiene eso algo de malo? realmente, si soy yo el que lo digo...sí, suena malo.
Trata de acomodarse de nuevo, esa parte de la que yo casi le había desprovisto y se lleva la mano al rostro tallando sus ojos, y entonces actuó y tomo esa mano con la que se talla para besarla y después confirmarle lo que antes había dicho:
— No miento me excita, no importa que lleves, si es un vestido de chica o un disfraz o una piyama de conejitos, si tu lo llevas puesto me excita, cree en mi, digo la verdad. — creo que con el pequeño he sido más sincero que con cualquiera en el mundo...realmente esta bien que "Yo" me comporte así.

Aún seguía desconfiando un poco, no estaba seguro de ello, no podía imaginar como le excitaba algo tan infantil, pero aquel beso en su mano y sus palabras le incitaban a confiar en él de nuevo.

-no quiero que te rías de mi....

Susurró levemente, aun sintiendo en sus ojos el ardor caracteristico que denotaba que deseaba llorar, se talló de nuevo con la otra mano y volteó a ver a Killyem.

-no... no soy un juguete.... no quiero.... "que te diviertas" conmigo ahora... y luego me dejes tirado.... y riendote del niño que usaba interiores con dibujitos....

Me sigue recriminando mi actitud burlesca y tiene razón, pero nunca antes había pensado en ello, siempre había sido desfachatado en mi comportamiento libertino y burlón, un descarado en todo el sentido de la palabra, por lo que esta "nueva experiencia" me esta dando justo en mi orgullo ha lo que solo puedo decir un...y me tiemblan los labios cuando lo digo, por que ellos se niegan a pronunciar tal palabra,
pero mi corazón, traidor y miserable. Gruño.
— Lo — maldita sea...realmente tengo que decirlo, corazón idiota que te has levantado contra tu dueño — Lo...lo siento. — le miro de forma dulce.

Aquellas palabras sonaban sinceras... a su parecer Killyem en verdad sentía el haberse reído de él, sonrió tímidamente, talló un poco más sus ojos para que las lágrimas desaparecieran, asintió levemente y estiró su mano para que lo abrazara, quería estar con él, en "esa" manera.

-e...esta bien... te creo...

Susurró suavemente, esperando ahora que las caricias y besos se reanudasen para poder continuar con aquel encuentro.

-abrazame....por favor...