Pasar la tarde con mi pequeño

Llevaba unos días pensando qué podría hacer para su primito, tenía ganas de pasar todo el día con él, y a ser posible, toda la noche, pasear, ver paisajes y sitios nuevos, y dormir fuera en algún lugar bonito.
Pensó que el plan podría gustarle a su primito Noah, pero no se le había ocurrido aún qué podría hacer...y justo cuando estaba en medio de la confusión, habiendo dado vueltas por toda la escuela, e intentado preguntar a la gente, que lo había mirado con cara de susto y le había dicho "lo siento no hablo tu idioma"....decidió que preguntaría en la recepción del colegio.

Y así lo hizo, había preguntado allí y le habían dado información sobre un pequeño pueblo, cercano a la playa, de aires tradicionales y con un pequeño hostal donde podrían dormir.

De hecho, tras haber arreglado todo, y haberle dicho a Noah que hiciese una maletita para dos días, habían llegado allí cogiendo un taxi, y ahora estaban los dos mirando hacia el mar, que se veía desde la calle donde estaban, apoyados en la barandilla metálica.

Antonio miró al menor, con una sonrisa cariñosa en su rostro, pasando un brazo por sus hombros y acercándolo a él protectoramente.

-¿te gusta el lugar?..pensé que un sitio pequeño y tranquilo sería ideal para pasar un fin de semana juntos- le dió un besito en la frente al decir eso, volviendo a mirar al mar sin solar a su primito.

No paraba últimamente, en pedir papeles para los libros..caminar en horas muertas solo por pasillos, por haberse perdido en busca de sus clases..y mas cuando se entero de una sala de música, que apenas era transitada por nadie. Le había picado la curiosidad. Cada día cargaba con su pesado chelo, en un maletín con dos ruedas..para mayor comodidad del pequeño..y buscaba con ansias esa clase, que parecía ser seguro..un viejo rumor.

Así paso al final toda la semana, llegando el esperado viernes, cuando su primo le abordo con una grandísima noticia, seguro bien preparado en todo el mayor..pues parecía convencido en ese plan maravilloso para estar los dos solitos en un fin de semana ..esperando que este fuera largo y bello.
Nada mas escuchar su tentativa..y ese mar en todo el plan, no lo dudo y mas siendo su primo adorado..al cual amaba ya con locura..el que le mostraría el mar por primera vez..pudiendo estar con él, ahora y siempre.

Pocas veces tenían un instante solos para decirse si quiera hola..por tantas clases, tanta gente y tantos horarios que parecían no tener fin..faltando escasas semanas para las primeras evaluaciones.
Hizo maleta, recogió su cuarto y preparo las cosas necesarias para la clase del lunes, así no perdería tiempo en la mañana de esa matadora semana próxima.

Ya en el pueblo, después de admirar a través de los cristales de un taxi, sentado al ladito de su primo..llegaron al principio de ese pueblito..anonadado mientras sujetaba con sus manos a esa barandilla..atontado con el brillo que el sol causaba sobre el agua cristalina..las gotas surcando ese cielo azul claro y ancho..y esa brisa que traía aunque no estuvieran cerca..ese olor a sal..cálido como cuando su primo le visitaba en su casa. Solo atino a sonrojarse..mirando a Toño cuando le rodeo con el brazo, y se apoyo en el hombro de su primo*

...me recuerda a ti..para ser exactos..los dos tenéis un aroma muy parecido..*le susurro encandilado todavía con esa cálida imagen de frente, respondiendo con ello a la pregunta del mayor*

(awwwwwwwww adorableeeeee!!! >w<)

-Jajajaja Noah no se como puedes ser tan dulce - dijo estrechándole cariñoso y dándole un besito en la cabeza.
Realmente estaba feliz de haber sido él el que le enseñase el mar por primera vez, quería que Noah saliese de su encierro, y que pudiese actuar libremente como debería haber sido desde que nació, sin que nadie quisiese atarlo a nada contra su voluntad y sin tener que mentir nunca más.

-Entonces vamos a ir a cenar a un restaurante de la costa...mi pequeño..- estaba tan feliz, que aunque no durmiese en toda la noche, no tendría sueño.

Entonces, paseando junto a su primito, llegaron al hostal donde habían reservado la habitación, subiendo al 5º piso y dejar las cosas en la habitación.

Abrió la puerta con la llave que le había dado el amable recepcionista, y sonrió al sentir la calidez de aquel sitio, que era bastante tradicional y decorado al estilo artesano, le recordaba a su casa.

-Entra- dijo dejándole pasar primero, cerrando la puerta tras ellos cuando estaban dentro.- vaaya! este sitio es genial!
Entró felizmente, dejando las cosas en el suelo y tumbándose en la cama, comprobando lo cómoda que era, y luego levantádose para abrir las cortinas.
-Mira Noah...- dijo haciendo que mirase-..se ve el mar desde aqui tambien.

Sonrió pensando que esa noche, cuando llegasen, podrían ver el cielo desde la ventana, y tenerla abierta por la noche.

-Te parece si me ducho para que salgamos a cenar? -dijo volviéndose con una sonrisa, buscando entre sus cosas para ir al baño.