16 veces había pasado frente a la entrada y en ninguna de ellas se había atrevido siquiera a dar un solo paso dentro. Tras el arco de la entrada estaba la academia de su elección, aquella con la cual había decidido que dejaría de ser ese niño que era. Aunque para él hubiera sido más facil que sus hermanos lo consintieran hasta la muerte, su orgullo que era escaso y casi nunca aparecía se habia hecho presente en esa ocación.
hmm..¿¡Por que yo!?- gritó sin poder controlarse - me hubiera quedado en casa...-susurró en voz baja mirando a su alrededor.
Bastante patético era de su parte andar haciendo berrinches por algo tan simple. Bajó la cabeza centrandose en el piso. Estaba hecho, había hablado ya con sus hermanos y estos lo habían permitido. Regresar a casa no era una opción válida, los hermanos se habían esforzado por llevarlo hasta ese lugar.
Se revolvió inconscientemente el cabello y respiro hondo, si seguía perdiendo el tiempo allí, llegaría tarde el primer día de clases.
El primer paso siempre era dificil, se consoló con la idea que era el cambio tan brusco de aire y decidio perder el tiempo, solo un rato más.