Economía Domestica (colectivo)

Entro en el salón, que lastimosamente se encuentra, medio vacio o medio lleno, la perspectiva me encanta.
El sensei encargado de la clase, que no se ha percatado de mi presencia, pues a dedicado su atencion a escribir en el tablero su nombre, acto seguido, se sienta sobre el escritorio, lo noto nervioso, asi que, decido romper el silencio abrumador que envuelve el lugar.
— ¿Así que, Francis Tenshi Hikari eh...? — me pauso unos segundos — será un placer tomar su clase, sensei— sonrio.

Asiento con mi cabeza al escuchar mi nombre.
A su comentario contesto, susurrando:
— ¡¡¡¡Espero que nada explote, esta vez...!!! — miro al techo, para luego dirigir, mi mirada al sensei que parece esperar una respuesta:
— ¡¡Muchas gracias!! — sonrio de nuevo, para dirijirme a buscar un escritorio, decido tomar el de adelante, me siento esperando que la clase comience.

— ¿Organizar una fiesta? — respondo a su pregunta con otra, que mania la mia.
Lo pienso un rato, y es que, la verdad nunca se me había pasado por la cabeza, no soy nada sociable y mucho menos en las reuniones, de las que por gusto ajeno, me he mantenido alejado, así que me dispongo a responder con un:
— ¡No sensei, no tengo ni idea! —

—Bueno, siempre me ha ido mejor en la practica, la teoria y yo no vamos mucho — sonrio, cual espejo, reflejando su sonrisa.
La verdad, tengo curiosidad, este tipo de actividades, nunca han sido de mi consideración, por lo que, es terreno nuevo para mí.
Nace, en mí hacer una advertencia, lo concidero responsable de mi parte
— Sensei, soy algo torpe en esto, por no decir, que por algun motivo, de la nada puedo producir cosas "volátiles" aún así ¿quiere enseñarme? —

Mientras espero una respuesta del sensei, noto, como un chico rubio entra casi a hurtadillas al lugar, parece agitado, se puede decir que corrio hasta llegar al salón.
Se sienta en un puesto cercano, como para no interrumpir la lección, de la cual ya forma parte, a lo que me limito a decir, levantando la voz:
— ¡¡Llegas tarde, des-co-no-ci-do!! — corto la última palabra, y la digo como cantando, luego le sonrio.

Lo miro con los ojos entrecerrados, después de que me saco la lengua,
solo me limito a dibujar con mis labios una palabra sin emitir sonido
alguno:
— Mocoso — sonrio de medio lado.
Acto seguido escucho su presentación y su disculpa.
Pero no me presento, es mejor seguir con la clase, para no interrumpir el ambiente.
Aún así, escribo en un papel, mi nombre, lo corto, sin hacer ruido, no quiero molestar al sensei y se lo paso por debajo.

Mikado dubois,
mucho gusto
chico impuntual...

Estos temas y "YO" somos como el agua y el aceite, están juntos pero separados, comienzo ha maquinar el uso adecuado de ingresos,con fines festivos...que demonios estoy pensando...supongo que lo importante, sería destinar, parte del capital para la comida, la fiesta se celebra aquí, así, que no hay gastos por el lugar o cosas como el alquiler de: sillas, mesas y demás...
depende de que clase de fiesta sea, pienso, y es verdad, para dar mi opinión, primero debo hacer una pregunta:
— sensei disculpe, ¿Qué clase de fiesta es, etiqueta, informal? —