Opera Montelliati [Priv Quimey]

Estaba allí, observando el panorama en el balcón del segundo piso, mirando el colorido del lugar y los acabados bellamente esculpidos por artistas franceses de mitad de epoca...fingi atención, cuando la mujer sentada a mi lado de unos 22 años, me hace el recorrido de su conocimiento sobre el lugar, para solo contestarle con un rostro lleno de sorpresa y asentando con mi cabeza a cada barrabasada que soltaba, por que lo acepto, la mujer solo era hermosa, por lo demás, reprobo su lección sobre el teatro, esa que supuestamente la llevaria a conseguir pareja..si solo supiera que yo conoci, personalmente al maestro encargado y que esta noche la llevaria conmigo, pero no con intenciones romanticas, solo para librar a este mundo de una mujer tan torpe como esa...sigo sonriendole, esperando a que algún milagro la logre callar y eso...para mi curiosidad sucede...

Le habían encargado hacer una tarea acerca del teatro de la ciudad, debía escribir sobre su historia, el arte que se encontraba ahí y además las distintas obras que se representaban en el lugar, quien le iba dando el recorrido era un hombre que a primera vista se veía simpatico, era un señor ya grande de algunos 60 años, chaparrito, medio pelón y regordito, y aunque en realidad parecía saber demasiado... también hablaba demasiado rápido, estaba todo mareado con tanta información, escribiendo a medias las cosas que le decía.

-ah... d...disculpe....

Trataba de pedirle que hablara más lento, sin embargo el señor continuaba hablando rápidamente.

Comienza el espectáculo, en el escenario, las voces humanas comienzan con su gala, es bueno saber que los Humanos han mantenido tan magnifica tradición, pero la mujer sigue hablando, convirtiendo la magnificencia en tortura...traicionado por mis frágiles oídos, que repudian esta voz femenina y a su dueña, me levanto para ir al baño...o esa es la excusa que doy a conocer.
Hago una reverencia, para dejar el lugar, con una sonrisa (falsa) y me dispongo a pasear, con el privilegio (vampirico) que me he creado, por el lugar, paseo por los pasillos, esperando encontrar algo interesante.

La función había comenzado hace 5 minutos y el señor no dejaba de hablar sobre la historia del lugar, lo cual lo hacía sentirse algo desesperado, ya que eso significaba que debería ir otro día para ver la función, cada vez que intentaba decirle que parara el señor simplemente seguía hablando una y otra vez.... cerró los ojos algo desesperado, tal parecía que esa tarea saldría mal, algunos 15 minutos después finalmente el señor dijo que debía ir a hacer un trabajo de oficina, lo cual le hizo sonreir un poco, se quedó solo revisando sus apuntes, los cuales la verdad eran puros garabatos e intentos de escribir todo lo que elseñor decía, lo cual lo dejaba tan perdido como en un inicio.

-ah.... quedé en las mismas...

Llegue al recibidor después de recorrer el lugar, por supuesto esa mujer habrá notado mi ausencia, bien por ella...supongo.
Me detengo al darme cuenta que el recorrido "obligado" que he tomado finaliza...justo frente a mi.
Pero algo o mejor dicho alguien llama mi atención.
Mi desarrollado olfato detecta un aroma que me embriaga...pienso que sin duda es mejor victima que la mujer esa...que espera en el palco. Mis ojos buscan al portador de tal aroma y me encuentro con un pequeño, de cabellos blancos. Cual sombra me muevo hasta llegar a donde se encuentra y descanso justo detrás suyo, mientras saliva cruza por mi traquea deleitándome con el manjar que seria el hacerlo mió...

Comenzó a guardar las cosas en su maletín, dejando la carpeta y la pluma dentro de ella, pensando en cómo haría la tarea, estaba demasiado envuelto en sus pensamientos que ni siquiera había notado a alguien cerca suyo, cuando terminó de guardar sus cosas se dió media vuelta, llevandose el susto de su vida al ver al hombre justo detrás de él.

-ah!! d...disculpe... no lo había visto... perdone....

Se sonrojó un poco por haber gritado de esa manera, se sentía algo tonto.

Por algún motivo, le contesto de forma (verdad) realmente amable, reflejando en mi rostro una sonrisa, no se si la embriaguez de su sangre me ha desubicado al punto de perder el sentido y como una droga hacerme volar, por que...así me siento.
Con dulzura, palabra desconocida para mí y que solo limito a la comida y bebida le expreso:
— No te preocupes, no me dolió — sonrío, eso es aún más extraño.
— Estás solo... ¿pequeño? — siento que en medio de la pregunta mis ojos brillan atrapando la luz del lugar para dirigirlo hacia donde se encuentra el joven, pues me parece que brilla.

Se colgó el maletín al hombro, sonriendole amablemente, pensando inmediatamente en que el mayor le parecía una persona muy agradable, arregló un poco su cabello inconscientemente, no se preocupaba con frecuencia por su apariencia, pero en ese momento no quería parecer un chico desaliñado.

-en cuanto a su pregunta, me temo que no puedo contestarla, ya que la respuesta me comprometería, no lo cree?

Le sonrió un poco más juguetón, comenzando a buscar la cartera en sus bolsillos.

-además no soy pequeño, tengo un nombre, lo cual también me comprometería un poco al darselo.

Negativas...eso fue lo que escuche.
Cada vez que movía los labios, solo lo hacia para decir "NO"
Por algún motivo, no deseo cortar la charla...a pesar de sus negativas, solo me queda una opción.
— De que hablas...niño — encordó mi voz a una repelente — Es deber ciudadano el cuidar de los menores, que después resultan extraviados — me acerco poniéndome a su nivel — Mi conciencia se vería afectada si tu rostro aparece después al reverso de una caja de leche — sonrió complacido, mientras me incorporo.

Sonrió un poco al escucharlo, soltando una leve risilla ante aquella "preocupación" le parecía alguien agradable y dulce, negando suavemente, pero sonriendole.

-no hablo con extraños... así que, si realmente muestra una preocupación por un pequeño como yo, debería presentarse primero, no lo cree?

El tan solo pensar en eso de ver su foto en el reverso de un cartón de leche le hizo reír, hace taaaanto que no veía que buscaran personas de esa manera.

Así, que ahora quiere que me presente…y por supuesto que voy a hacerlo, después de todo soy todo un caballero: (miente)
— Pero…y como sabes que voy a darte mi nombre correcto…podría mentir diciéndote que me llamo: Killyam Alexander Lafavre pero resulta que mi verdadero nombre es: Casthor Thanatos o Dimitry Romanov o… — hago un ademán con mi mano, para hacer notar los etcéteras de nombres que podrían ocurrírseme…
— Por lo que aunque…estás siendo cauteloso, podría engañarte con el único propósito de ganarme tu confianza — mis labios siguen la forma de una media luna, esperando su respuesta.

Rió un poco ante lo que decía, eso era cierto, aunque le parecía divertida la forma en la que lo decía, y sin darse cuenta el otro en verdad se iba ganando su confianza.

-entonces supongo que ya que no hay manera de saber si me está dando su verdadero nombre y no puedo confiar en usted, debo asumir lo mismo de su parte, así quele diré que mi nombre es Reynald D'or y no me encuentro solo, vengo con mis padres, quienes decidieron ver la obra mientras yo hacía una tarea

Volvió a arreglar su cabello una vez más antes de voltear a ver un reloj en la pared discretamente, debía tener cuidado en que no se le hiciera demasiado tarde.

— Y como buen “escucha” deduzco que es una mentira — replico
— Ni te llamas como dices, ni vienes con tus padres — sonrío juguetonamente. Realmente me estoy divirtiendo con la charla, pero como dicen lo bueno no dura...la mujer que antes me acompañaba en el palco, aparece para jalarme del brazo hacia ella, como diciendo "es mío" para después recordarme que me estaba esperando...
La mujer me lanza miradas dulces y me dice que regresemos por que estamos perdiendo la obra, no presta atención alguna al pequeño, mientras se "cuelga" de mi, para luego arrástrame...realmente me molesta su actitud, me safo de sus "tentáculos" digo brazos...para decirle:
— Estoy haciéndole compañía al pequeño, por recomendación de sus padres no puedo dejarlo solo — miento descaradamente, para evitarme la toxica compañía de la mujer a lo que ella solo responde con una pregunta dirigida al menor "es cierto eso pequeño" lo mira molesta.

A su parecer todo iba bien, se estaba divirtiendo con aquella charla, hasta que la mujer apareció, al parecer el mayor venía acompañado, aunque no se le veían demasiadas ganas de continuar en compañía de la mujer, la cual definitivamente no le había agradado en lo más mínimo, sonrió escuetamente cuando esta se dirigió hacía él, para luego con una voz dulce, pero con todo un gran cínismo implicito contestarle.

-oh! claro que no es cierto, la verdad es que eres una vieja aburrida y prefiere la compañía de alguien joven y atractivo, tu sabes, probablemente si se termina acostando contigo vomitaría,como supongo es tu intención, o sino es así, disculpa, malinterpreté el vestido de prstituta con escote de desesperada

Y en definitiva uno se podía preguntar como una voz tan dulce y un rostro tan angelical podía lanzar tremendos comentarios cuando el pequeo se veía molesto con alguien.

-en cambio yo... bueno, no hay que decir nada, solo mirarme

La joven, escucha con rostro sorpresivo lo que ha soltado el pequeño, yo me limito a reír por lo bajo...
Mira mi comportamiento y se indigna más...luego me dice en tono ofendido, noto intenciones, inclusive de propinarle una bofetada al pequeño "¿es cierto lo que está diciendo, este mocoso insolente?...Killyem" realmente estaba por contestar afirmativamente, pero mi estomago me recuerda que...no he comido.
— ¿Me crees capaz de mentirte? — finjo ofensa — el chiquillo, solo te esta jugando una broma...pero tu actitud — camino alejándome de ella para rodear por detrás al pequeño y quedarme en ese lugar — es lo que diferencia a un adulto de un niño — rodeo sus pequeños hombros con mis brazos y me inclino para descansar mi mentón sobre mi brazo derecho juntando mis mejillas con las del chico, las cuales siento tibias — Anda...pidele perdón a la dama, los niños deben ser amables —digo mientras aprieto su mejilla con la mia.
Me mira más molesta aun, pero despues se calma para enredar sus dedos en mi cabello "mmm...demora todo lo que necesites cariño y cuida del pequeño, te estare esperando en el palco" se despide besando mis labios, su rostro se ve por más complacido, se gira y se va por donde vino.

Por un momento pensó en disculparse con "la señorita", aunque definitivamente su actitud no ayudaba en lo más mínimo, al contrario terminó más molesto de lo que ya estaba en cuanto vió el beso que le dió, aunque no estaba seguro del porque... aun así no le gustó, así que sencillamente se safó del abrazo del otro.

-anda, deberías ir con ella

No quería escuchar nada de lo que dijera, así que salió rápido del teatro, cruzando las puertas de cristal lo más rápido posible, era algo tarde, recién había anochecido, suspiró un poco y siguió caminando a la estación del bus, no podía creer en lo que estaba pensando... número 1 el otro ere un adulto y él un niño..y finalmente, ambos eran hombres...

-soy un tonto...

Veo como el pequeño, sale... ¿molesto? del lugar.
No entiendo su reacción, o talvez si lo hago, el aroma que despide su sangre me sigue llamando, de verdad que es descuidado, me limito a pensar, por que realmente el caminar en la oscuridad de la noche, solo amparado por luces artificiales, y más solo...cualquier ave de rapiña (el) desearía un festín de ese calibre.
No quiero correr riesgos y salgo a la puerta para llamarlo, debo decir que camina rápido, por que de no ser por mi vista también privilegiada...entre las luces y la multitud, lo hubiese perdido...
Corro a velocidad mortal, si no has leído mal mortal, por que si lo hiciera con mi velocidad normal, ya estaría ahí, algo que no me conviene. Despertar sospechas y dar explicaciones....odio eso.
Lo alcanzo después de unas cuadras, simulo agitación en mi respiración mientras lo llamo:
— ¡Oye...pequeño de cabello blanco, creo que es mejor que te acompañe...! — pongo mi mano en su hombro...

Le sorprendió completamente que el mayor hubiese ido detrás de él, esperaba que en cuanto el saliera el otro regresara con la mujer... sin embargo estaba ahí, frente a él y sin darse cuenta una tenue sonrisa se dibujó en sus labios, aunque luego se despabiló un poco, reaccionando a las acciones del otro.

-q...que hace aquí? debería de haberse quedado en el teatro....

Se sintió halagado porque el chico estaba ahí con él, pero también se sentía torpe, sin saber como debía actuar en aquella situación.

— Lo has olvidado, la dama me ha pedido que cuide de ti — de nuevo entrecorto mi aliento, para que aparezca que me he esforzado persiguiéndole.
Me repongo, ante sus ojos para luego...continuar — Entonces... ¿Por donde vives? — le sonrío, realmente mis intenciones son malsanas...sí, lo acepto, desde que percibí, el aroma de su sangre, este no se ha apartado de mí.

No recordaba muy bien cuando dijo eso de cuidarlo.... en realidad no le había puesto demasiada atención a la "dama", aun así sonrió suavemente y asintió un poco.

-pues.... no vivo muy lejos en realidad... por cierto... mi nombre es Quimey....

Comentó tranquilamente dandole finalmente su verdadero nombre, caminó un poco a lado de killyem, sonriendole un poco.

— ¿No vives muy lejos? — inquiero...escuchando su nombre que retumba en mis oídos. Esto, mezclado con el aroma adicto que produce su sangre y que tiene a mis sentidos a punto de la colisión...realmente estoy a punto de perder la calma y abalanzarme contra él, para tomar su sangre...pero entonces pienso...que hay algo extraño...por que ya comenzamos a caminar y he visto varias zonas oscuras y sin embargo...seguimos igual.
— ¿Quimey...esta bien se te llamo por el primer nombre? — de solo pronunciar el nombre se me ha secado la boca...sigo caminando a su lado.

-mnhh... si, no veo porque esté mal

Comentó amablemente mientras continuaba caminando a lado del otro, se suponía que no debía tener esas confianzas con un extraño, pero, simplemente no podía evitar ser así con aquel hombre que fácilmente se había ganado su confianza demasiado fácil para su gusto.

-no muy lejos... bueno, depende de que es lo que consideres "lejos" al menos para mi no me parece muy retirado, por cierto.. cual era su verdadero nombre?

— ¿Mi verdadero nombre? — Me giro para verle — ¿Aún insistes con eso? — me detengo para pensar, obviamente no me había presentado, pero era la primera vez que daba mi nombre a una victima potencial.
Realmente es divertido jugar con él.
— Soy...el señor piernas largas — hago una reverencia, inclinándome de forma armoniosa.
En estos momentos sólo un pensamiento recorre mí mente...quiero devorarlo.

-jajajajajajaja sr. piernas largas!

No pudo evitar reir ante aquel nombre y en especial a la reverencia, la cual se apresuró a corresponder de un momento a otro, le parecía muy divertido todo aquello.

-perdón... ejem.... es usted muy divertido

Confesó viendolo de una forma que no podía explicar.... era... un hombre quizá no perfecto, pero.... no sabía como referirse a él, le encantaba estar a su lado, a pesar de que solo llevaba unos momentos de conocerlo.

— Y eso es malo... — inquiero con preocupación (ficticia)
Es la primera vez que me lo dicen (verdad) por lo general, dicen cosas como: que soy caballeroso o amable y esta virtud, no se de donde me la atribuyen la verdad...son camuflajes necesarios para moverme por este mundo mortal y así atrapar mi alimento, sin el que muero.
Pero por algún motivo, sus palabras me hacen abrirme, solo para él, mi corazón (y es un decir) se siente tocado por la luz, esa que se me negó, desde que nací.
— Soy Killyem Alexander lafavre...ese es mi nombre real — (mentira) lo robe hace mucho, mi nombre real me lo quitaron, al igual que la luz.

El escuchar el verdadero nombre del otro lo emocionó, era un tanto... peculiar y le gustaba, y de cierta forma era parecido al suyo.

-Alexander me parece un nombre muy común, lo he escuchado muchas veces, pero... Killyem me gusta mucho! suena muy parecido al mio

Continuó su camino por las oscuras calles a lado del mayor, sin poder borrar la sonrisa que había aparecido en sus labios-

-Quimey y Killyem....

Susurra casi para si mismo, cerrando los ojos un momento, sin notar como había un pedazo de calle oscuro al fallar una de las luminarias.

Es una oportunidad o una prueba...solo eso se me ocurre pensar al ver que la iluminación falla y la oscuridad se apodera...es como si alguien me dijera "vamos, hazlo, toma al pequeño hasta dejarlo seco, róbale la vida"
Para mi fortuna o desgracia, mis ojos se dilatan permitiéndome mejor visión, "lo malo" es que se dedican a un punto en específico, si...su cuello, "lo bueno" es que...no me golpeo con algo al caminar.
Mis venas comienzan a palpitar, simulando latidos de corazón humano...no lo resisto más y me abalanzo sobre el menor arrinconándolo contra la pared, mis ojos se pronuncian más rojos de lo que ya son.

Se sorprendió por la forma en la que el mayor lo había asaltado, sin embargo su mente tan "inocente" imaginaba una situación completamente distinta, la cual le hizo sonrojarse definitivamente, pasó saliva nervioso y su corazón comenzaba a palpitar con rápidez denotando su nerviosismo, apenas si lograba ver al mayor por la poca luz que la luna otorgaba entre las nubes, delineando un poco la silueta del mayor.

No tenía palabras en ese momento, sin embargo sin pensarlo, cerró los ojos lentamente, en su infinita inocencia algo le decía que estaba a punto de ser besado y... aunque recién conocía al mayor, algo en su interior le decía que deseaba ser besado por él.

Es extraño, o he perdido fuerza en mis movimientos, porque, no lo escucho gritar, como por lo general lo hacen las victimas pasadas, es mas, ha cerrado sus ojos, como si estuviese preparado para ello...pero...no puede ser, acaso este crió conoce mi naturaleza...y se me esta entregando cual animal para sacrificio.
Me acerco a su cuello, listo para desgarrarlo con mis colmillos ahora pronunciados, noto entonces que su cuerpo tiembla, pero no por miedo...es algo más...
Por algún motivo levanto mi rostro ya no para mirar su cuello, no se por que pero desisto de ello…realmente soy yo el que habla...desistir…no lo puedo creer... pero lo que sigue a continuación no tiene razón de ser… atraído por el rojo de sus labios, que a mi parecer simulan el color de la sangre (y esto prueba que estoy desvariando) a los cuales me acerco rozándolos con mi frió aliento…mientras el sigue con los ojos cerrados y temblando…pierdo la poca cordura que me queda para…besarlo.

Estaba nervioso y no quería abrir los ojos, sentía la cercanía del cuerpo ajeno, pero en cuanto sintió el frío aliento del mayor se estremeció de pies a cabeza, su aliento se cortó y parecía que había olvidado como respirar, sus mejillas se sentían arder y en cuando sus labios se rozaron fue como si mil mariposas hubiesen sido desatadas en su estomágo, era un vacio extraño, agradable, pero extraño, trató de corresponder el beso, pero no sabía como se suponía que debía hacerlo, así que simplemente se quedó de pie, con su cuerpo temblando de la emoción, sus mejillas sonrojadas a más no poder y su corazón palpitando más rápido que nunca.

Sus brazos se acercaron al cuello ajeno tímidamente, rodeandolo suavemente en un débil abrazo.

Me dejo llevar...no encuentro otra explicación, realmente no quiero explicarlo.
Comienzo lentamente, deleitando sus calidos labios, que son apuestos a los míos: gélidos
Es esto...deseo...por que por algún motivo, no puedo dejar de besarlo, un contacto externo, saboreando delicadamente, tomando su frágil cuerpo entre mis brazos, la oscuridad que nos rodea, se desvanece, solo somos él y yo. Unidos por nuestros cuerpos y labios.

Le gustaba la sensación de fríaldad que le daban los labios y brazos ajenos, le hacían estremecer aún más,movió muy levemente sus labios para tratar de alargar un poco el beso, no podía creer que estuviese haciendo eso, en especial con un desconocido!!! apenas sile había visto unos cuantos minutos en el teatro y ya lo estaba besando!

Eso le hizo sentir un poco extraño, así que terminó el beso muy lentamente, separandose poco a poco,pero negandose rotundamente a abrir los ojos, aun sentía la suavidad y fríaldad de los labios ajenos y... le gustaba.

Reacciono extrañamente, el beso termina, pero el menor mantiene los ojos cerrados, no se si espera algo más...lo noto solo por segundos, por que luego atraigo el cuerpo hacia mí para tomarlo en mis brazos.
Sencillamente no soy yo, este cascaron que ven, no es Killyem Alexander Lafavre... el vampiro devorador de mortales, que solo los ve como lo que son: comida.
Que poder tiene este crió, para…el solo pensarlo me hace retorcer las entrañas…entonces, ¿Por qué lo sigo abrazando con fuerza?

Sintió el abrazo apretarse un poco más a su cuerpo, se sentía bien, le hacía sentirse especial, querido por alguien, aunque.... eso era casi imposible, récien se conocían, alzó tímidamente la mirada, quería ver la expresión ajena... quizá ese abrazo no significaba nada y el mayor se arrepentía de besarlo, quien sabe, pero a su parecer en ese momento para él esa era una de las cosas más lindas que le habían pasado.

Aunque quiso ver la expresión ajena, la oscuridad no le dejó observar bien el rostro ajeno, lo cual le dejaba igual con la incógnita.

Lo alejo...negándome a mis actos, un rotundo NO.
Él sigue tal cual, sus ojos se esfuerzan o eso parece para notarme, mi condición privilegiada, me permite verle a la perfección.
Hago lo que mejor se hacer y entono mi voz para decir:
— La verdad, es que soy un vampiro y el olor de tu sangre me atrajo, mis intenciones eran el de morder tu cuello y alimentarme de ti...pero mejor lo hago mañana...en nuestra segunda cita — engañar...y que mejor que hacerlo con la verdad, después de todo ¿Quien creería que soy un vampiro?

Okay, aquello había sido algo.... extraño, aquella "confesión" había sido un poco, inquietante, bueno, esa no era la palabra, más bien sorprendente, en ese moemnto la luz que se suponía debía estar sobreellos se dignó en parpadear un par de veces, antes de volver a prenderse, lo cual le obligó a cerrar los ojos y bajar la vista, tallandolos un poco por el repentino cambio de luz.

No creía en vampiros y cosas sobrenaturales.... oh bueno, eso era antes, con la gente que ultimamente conocía ya nada le sorprendía.

-entonces mañana me comerás?

— Comerte Yo — me señalo a la vez que pongo cara de "yo no fui"
— No me digas que creiste en eso de que soy un..."vampiro" — comienzo a caminar dando circulos mientras hablo — realmente crees que de "gozar" de esa maldición, lo estaría diciendo... — me detengo sin mirarle, el hecho de que la molesta energia electrica, al parecer restaurada puede delatar mi apariencia, más especificamente, mis ojos que se pronuncian aún más rojos de lo normal.
— pero... ¿no es tu reacción algo extraña, pequeño? — inquiero
— Me has preguntado que si mañana te comere, pero para que eso pase primero tendrías que aceptar salir conmigo...—

Era cierto, su reacción no era la que alguien esperara después de haber dicho algo como eso, fuese que le creyera o no, aun así sonrió un poco vindolo actuar de manera "graciosa" a su parecer, se le acercó y tomó su mano tímidamente.

-quizá sea extraña, quizá debería salir corriendo pero.... la respuesta a una cita el día de mañana depende de si realmente desea hacerme esa pregunta, o tan solo fue un comentario hecho al azar.

En fondo realmente deseaba que killyem reiterara su propuesta.

Toma mi mano y luego me dice palabras dulces, que de solo recordar me producen...me producen... (?)
Reacciono, una cita con un menor *YO* a la vista del publico *YO* de día *YO*
Es verdad que he tomado riesgos, como el de hoy, con la joven dama que me acompaño a la opera, al igual que los tomo ahora con este niño, pregunto de nuevo, curioso:
— Realmente eres interesante pequeño, pero no me hago responsable si tienes una cita conmigo... ¿Te arriesgaras, aún a costo de tu propia vida? —

A su parecer el salir con el mayor no era malo aunque se estuviese "poniendo en peligro", rió un poco y asintió.

-yo.... creo que si tomaría el riesgo

Comentó antes de continuar con su caminata, a pesar de habe pensado en un inicio que tomaría el autobús a los dormitorios, ahora tan solo quería continuar caminando bajo el cielo nocturno y con un poco de suerte tener la compañía del moreno.

Sonrío por lo bajo...que clase de criatura es, no logro entenderlo.
— Entonces es una cita — me inclino para tomar la pequeña y calida mano entre las mías y besarla.
— Y esto lo convierte en una promesa, pequeño — no suelto su mano, no se porque, será que el calor que emana su piel, su sangre...me hace no querer apartar mi mano de la suya...
— Vamos...sigamos hasta tu casa — sonrío

Se sonrojó al sentir la fría mano ajena tomar la suya, le gustaba aquella sensación y por un momento pensó que quizá el mayor si era un vampiro, pero aun así, no le importaba, era una sensación...agradable.

-si.... es una cita....

Susurró antes de seguir caminando de la mano del otro, sin atreverse a soltarla o a mencionar algo más, en realidad no sabía que podía decir, así que prefirió quedarse callado y disfrutar el momento.

Me detengo.
— ¿Qué lugar te gustaría visitar en nuestra segunda cita? — nuevamente me pauso...para advertir
— Debes saber, que soy malo con las palabras, tengo un temperamento pésimo, odio todo y no como en ningún lugar, por eso te pregunto — si...me estaba declarando un fracaso en citas...pero quería ser sincero, aunque sea en una ocasión.
— ¿Qué opinas de eso...pequeño? —

Le sorprendió toda la información que le estaba dando el mayor, pero no pudo sino reir levemente ante todo ello, entrelazó sus dedos con los ajenos continuando con el camino.

-entonces... creo que deberé comer en casa para luego simplemente dar un paseo en silencio por... mnh.. un parque o la playa, usando probablemente mi mp3 player para no estar en total silencio jejejejejeje y por supuesto en un lugar que no esté muy solo para que no puedas comerme

Volteó a verlo con una leve sonrisa, a su parecer había "resuelto" todo

Me sigue sorprendiendo...entrelaza sus dedos con los míos y mis dedos "traidores" le siguen, aferrandose a los pequeños como un rompecabezas.
Seguido escucho todo lo que a dicho y lo que parece ser la solución a mis problemas y los suyos (?)
— Parece que lo has solucionado todo rápidamente, solo te falta decirme donde debo tirar tu cuerpo cuando lo seque — sonrío de nuevo.

-ah, ah, no necesito pensar en eso porque NO me comerás

Una sonrisa apareció en su rostro mientras volteaba a verlo de reojo, parecía estar demasiado confiado y como si aquello fuese un juego entre los dos.

-porque si me comes te arrepentirás por toda la eternidad de haberme comido y no conocerme realmente

Divertido, río ante sus respuestas, aclaro mi garganta, que sufre por el desgaste (pues nunca he tenido una charla de este tipo con alguien y si la tuve no duro tanto) para seguir con la conversación.
—OH...y ¿Qué te da tanta seguridad? ¿Qué te hace diferente como para evitar que te devore? — imito su sonrisa, esa que me ilumina a cada instante.

-mnhhh... quizá que yo soy diferente a todos los demás

Se sonrió y se sorprendió de lo "descarado" que estaba siendo su coqueteo, nunca le había dicho tan "directamente" a alguien que le gustara, y mucho menos insinuarle que sabía que él era su tipo, aunque... era cierto, ni siquiera tenía la mas mínima idea de si era la clase de chcos que le podía gustar a killyem, quizá el mayor... solo se había dejado llevar

— ¡¡Quizás....!! no me bastan los quizás... — sonrío planeando mi siguiente paso, este juego en el que "supuestamente" soy un vampiro, me ha divertido más que el pasar las noches cazando victimas en las oscuras callejuelas del lugar.
— Necesito una prueba de que lo eres...de que eres diferente. —
Espera ansioso la respuesta del menor, mientras mis labios de tornan en forma de media luna.

Rió al escucharle aquello, dandole luego una sonrisa un poco coqueto, al parecer... de cierta forma si era "el tipo" del mayor, se separó un par de pasos y le guió el ojo.

-podría darte alguna prueba, pero no sé que es lo que buscas como algo "diferente"

Se acomodó el cabello y continuó caminando.

-quizá si me diese una idea...