Opera Montelliati [Priv Quimey]

Que grave error ha cometido, me ha pedido a "MI" que le de una idea, cuando solo perversiones pasan por mi cabeza, mil imágenes que por salud mental de quien lea esto censuro, para evitarme demandas (experiencia)
Por lo que solo puede responder:
— Sorpréndeme —

Sorprenderlo? vaya, ahora debía de pensar muy bien que es lo que debía hacer, pero no le venía nada a la mente, es más se había puesto nervioso.

-eh... pues......

Pasó saliva nervioso, no tenía NI IDEA de que rayos debería hacer para impresionar al mayor.... no es como pudiese hacer cualquier tontería.

— Y bien....— pregunto impaciente, esperando su respuesta, mientras veo como el nerviosismo lo invade de a poco, lanzo ideas al azar, para tranquilizarlo y liberar su mente:
— ¿Puedes ver fantasmas? ¿Sabes de malabarismo? — lo siento, este tipo de actos siempre han llamado mi atención, continuo con las "ideas" por...quien sea, (diría Dios, pero desde siempre nos hemos llevado mal) desde cuando soy tan bondadoso...
— ¿Puedes convertirte en lobo? ¿Brillas en la oscuridad? ¿Cumples algún deseo? ¿Eres un demonio? o...ya lo tengo... — me volteo para mirarle a los ojos — Si te lanzo de un edificio de 30 pisos sobrevives — me emociono con la idea.

Ok..... oficialmente no tenía NADA de interesnte para el mayor... no podía hacer NADA DE ESO!!! se sentía tonto y ahora que lo pensaba.... en verdad no tenía algo interesante que ofrecerle al mayor.

-bueno... em.. yo... sé bailar....

Comentó tímidamente, era lo mejor que podía hacer y, bueno, no era suficiente, pero algo era algo, que no?

— Bailar...— me emociono aún más de solo escucharlo, le interrogo de nuevo:
— ¡Sobre clavos o estacas...o sobre fuego! — espero que sea lo último.
Recuerdo con gran estima mi vida por la India, donde conocí a muchos mortales que sometían sus cuerpos al dolor por creencias de iluminación y paz.
— ¿Aunque, creo que es más interesante el que poseas algo que solo tú puedas hacer! —

No podía hacer nada de eso!!!!! NADA!!!! oficialmente no tenía NADA interesante... o cierto! había mencionado que no tenía nada interesante?

-em.... no tengo nada como eso....

Susurró bajando la mirada, tal parecía que en todo caso merecía simplemente ser comido en un callejón.

-adelante, comeme....no puedo hacer nada como lo que dices

— Mmm..Comerte... — me pauso para seguir.
— La verdad es que tu sangre debe ser un verdadero manjar de reyes, pero, no creo que haya mucha. — me giro de nuevo para mirarlo de arriba a bajo
— Eres bajo y flaco...y tengo una duda ¿Te alimentas bien? — bromeo.

-no es cierto!!! yo si... si me alimento bien!!!

Se sintió un poco mal, aunque se sonrojó, ya no servía ni siquiera como alimento y eso en verdad era algo... triste.... ya cuando ni para eso servía.

-si tengo mucha sangre.... creo.... en serio....

Hizo un leve puchero y se cruzó de brazos, indignado por aquello que le decía.

— ¿De verdad...? — perdonen mi duda (claro, como si alguien tuviese el poder de perdonarme)
Me inclino dirigiendo mi mirada al menor para tomar la muñeca de este y mecerla, demostrando así mi punto, sí; es endeble y frágil.
— Pues lo disimulas muy bien, niño — sonrío de medio lado

Jaló su mano un poco y se alejó de él un poco molesto, no le gustaba como lo trataba como si fuese alguien inútil.

-bien, ya no importa, ahora si me disculpas debo llegar a casa

Siguió su camino con un paso ligeramente apresurado, quería irse de ahí rápido para que killyem no lo alcanzara.

Y así, el pequeño se molesto conmigo.
Ciertamente no soy alguien fácil, pero por algún motivo me ha hecho gracia su comportamiento.
Le sigo manteniendo una distancia de 5 pasos...si, los he contado y son exactamente 5, a la par silbo una melodía de cuna que recuerdo muy bien, lo único que recuerdo, entre nota y nota le digo:
— ¿Estás molesto? —

-no....

Comentó suavemente, la verdad si lo estaba un poco pero no se atrevería a admitirlo tan abiertamente, cerró los ojos y siguió caminando tratando de despejar su mente, quería llegar a casa y descansar un rato.

-no estoy molesto....

Me detengo al escuchar su poco convincente "no" y luego es confirmado cuando dice que "no esta molesto" si claro, y yo amo a Mookyul Eun, faltaba mas.
— Oye niño...realmente eres extraño — le hablo desde el punto donde me he frenado, levantando mi voz de ser necesario al verlo alejarse más de mi.
— Otro en tu lugar estaría feliz, de que un vampiro no decida "merendárselo" pero tú te enojas, suerte para ti que no soy uno de "ellos" solo un simple cristiano llevando un pequeño a su casa —

-te dije que no era como los demás, no es así? no veo que es lo que te sorprende

Quizá ese podía ser un punto que lo hacía "distinto" a los demás, pero en realidad en ese momento no le daba demasiada importancia.

-en fin, simple cristiano no veo que me lleves a mi casa si te quedas allá atrás

Comentó con una leve sonrisa ya más calmado y menos molesto por lo de antes, quizá si solo pasaba un buen momento agradable con él.

Realmente, es muy interesante, no el que exprese lo que vale con algún acto o habilidad, es su personalidad la que llama mi atención.
— Mmm...no conoces el alcance de mi vista — lo miro ladino.
— Por lo que, el acompañarte, es solo una excusa para conocerte mejor — Si, eso ha sonado al dialogo de aquel cuento: "caperucita roja" ya saben, cuando caperucita le pregunta a su abuelita sobre sus cambios repentinos tanto de voz como de apariencia.
Solo espero que esta apacible charla no termine igual o peor, sonrío.

Rió un poco y negó levemente, era divertido estar con él, ambos decían muchas tonterías, se enojaban y se reconciliaban casi al instante, a su parecer... era algo muy lindo y especial, siguió caminando con paso lento.

-aun así, deberías darte un poco de prisa o podría dejarte atrás, que pasa si quiero huir de ti? en verdad no intentarías alcanzarme? cuando conoces alguien como yo debes correr detrás de él y sostenerlo con fuerza entre tus brazos!

Volteó a ver con una gran sonrisa y le guiñó el ojo.

-o nunca sabes cuando se te podría escapar

— Me lo pensare cuando lo hagas, pequeño —
Le sonrío,mientras me acerco despacio hasta tomar el lugar a su lado.
— Aunque confieso que me parecen más hermosas las aves libres, que las enjauladas y el aprisionarte sería restarte belleza — miro al cielo al decir esto último.

Le gustaba la manera de pensar del mayor a decir verdad eso había sonado muy dulce y romántico, sonrió para si mismo tontamente, pero no queria que el otro se diera cuenta o probablemente se reiría.

-eso suena lindo.... dime.. te parezco un ave libre?

A su parecer, aun no era lo suficientemente libre, aun se preocupaba demasiado por complacer a la gente a su alrededor, pero... quizá algun día...

Ante la pregunta solo me limito a mirarlo de reojo de arriba a bajo, para responder:
— Creo que estas tratando de salir de la jaula, desesperadamente — aclaro mi garganta.
— Aunque no es algo simple y puedes lastimarte tratando de hacerlo, pero, eres afortunado... — me detengo.
— Soy bueno curando heridas de aves y otras especies — le miro fijamente, para después guiar mis ojos al frente y seguir el camino.

Aquello último le había tomado un poco por sorpresa, sonrió tiernamente, le parecía algomuy tierno, volteó a verlo con un brillo en los ojos, el mayor comenzaba a gustarle y definitivamente le guataría verlo de nuevo en otra ocasión.

-vaya... que fortuna la mia, cierto?

Siguió caminando esta vez emparejando su paso al del mayor.

-no sé si ya quiera volvera casa...z

He sonreído ante el primer comentario, haciéndole notar lo valioso de mi presencia:
— Mucho, pero utilízame adecuadamente, mira que me gasto —
Me he hecho de oídos sordos, con lo último que ha dicho, lo confieso, en otras condiciones, hubiese recurrido ha artimañas, para envolverlo hasta hacerlo caer y luego devorarle, pero, ha estas alturas, me resulta imposible el tomar dichas acciones, y es que, ya no lo veo como mi cena. Por lo que solo me limito a decir: — Los niños buenos se acuestan temprano — lo he dicho con tono serio, mi rostro y mi perfil de villano arrogante no me permiten otra sonrisa.

-ahhh!! que malo!!!

Comentó entre risas cuando le dijo aquello, era cierto, debía "dormirse temprano" como el niño bueno que era, sin embargo que lo dijera de aquella manera le había hecho reir de buena gana.

-pero los niños buenos no dejan que desconocidos lo acompañen a su casa, así que supongo que yo no debo ser un niño bueno.. o si?

—Pero... ¿no es precisamente "ese" uno de los puntos débiles de los niños buenos? — me pauso para humedecer mi garganta y seguir:
—Juzgan a los demás, por como ellos son, es decir, piensan que todos son buenas personas... de ver dentro de los "corazones" de los demás, ¿Te acercarías a ellos, aún sabiendo la oscuridad que ocultan? ¿Te acercarías a mí, aún conociendo lo podrido de mi alma? —

-vaya.... puede que sea cierto, pero... yo no veo tu alma podrida, además también es algo común de los niños buenos... pensar que las almas podridas pueden rectificarse, no lo crees?

Sonrió al chico y se acercó a este tomandole la mano con completa libertad.

-en todo caso quizá sea un niño muy bueno y... piense que estando conmigo puedas ser alguien mejor!

Se sonrojó un poco al notar que aquello que había dicho al referirse al "estar con él" podría parecer a que quería ser su pareja.

— Oh... ¿Tanto poder tienes pequeño, que incluso puedes corregir mi "alma corrupta"?—
Le contesto en el acto, cuando luego toma mi mano, mientras sus mejillas se tiñen de de un rosa pálido.
— Mmm...estar conmigo es peligroso ¿Estás dispuesto ha arriesgarte? no tendremos un problema, ¿si por el contrario, soy yo quien te contamina? —

-yo.... creo que si alguien como tu me contaminara.... no me importaría demasiado....

Poco a poco hacía el paso más lento y perezoso, cada vez estaban más cerca de su destino y no deseaba llegar, deseaba pasar más tiempo con el mayor y.... otro beso más.... si obtuviese un beso más esa noche, se sentiría muy bien, se detuvo casi por completo en otra área semi oscura, apretando ligeramente la mano ajena, volteó a verlo a los ojos y con la mirada lo invitaba a un nuevo beso, tan solo esperaba no ser muy descarado.

Entre sus palabras y sus acciones, que me guían, termino por ver sus ojos que me lanzan una tierna invitación, me inclino un poco, la oscuridad que parece envolvernos, estando tan cerca uno del otro, acercándome lentamente...deseoso de probar...notando cada detalle, como sus mejillas parecen encenderse, como sus ojos comienzan a cerrarse, como el dulce aroma que despide inunda el lugar, y como su respiración parece acelerarse, al igual que sus latidos:
— Demasiado tentador, niño, pero... el deber de un buen samaritano es llevar sano y salvo a su acompañante y de seguir así, posiblemente no pueda contenerme... — susurro.

Estaba a punto de recibir otro beso, su corazón estaba vuelto loco y.... a su parecer todo "iba bien" al menos hasta que escuchó aquello, no estaba seguro si era una manera de simplemente no besarlo o en verdad quería una respuesta, pero... se sentía un tanto tonto.

-yo....

Mordió sus labios sin saber que decir, simplemente asintió levemente, al menos hasta ese momento estaba seguro de quererlo.

De nuevo la reacción del pequeño de desilusión, o eso me pareció...creo que esta noche le he conocido como nunca he conocido ha alguien...lejos de su tipo de sangre y sus hábitos alimenticios, perceptibles una vez me hago con el plasma.
Ha sido, amable, cortante, dulce, odioso, tierno, perspicaz, divertido, diría también, angelical, pero por algún motivo considero que posee un lado oscuro que resalta cuando debe ponerse a la defensiva y lo comprobé muy bien en el teatro, aunque su ofensiva no esta nada mal.
— ¿Acaso quieres decirme algo? — pronuncio, después de mi análisis de personalidad, contestando a su "yo..."
espero una respuesta que corte el silencio, que se ha cargado de feromonas y que me embriaga, pero no es su voz la que termina el letargo, es el sonido de mi teléfono celular.

Estaba por decir algo cuando el celular ajeno sonó, haciendole olvidar lo que quería decir, además... se había roto aquella atmosfera que lo había hecho armarse de valor para besarlo, ahora ya no sabía que decir o hacer.

-em.... creo que mejor deberías contestar... puede ser importante....

Su corazón comenzaba a relajarse, aunque seguía nervioso con la presencia ajena.

No hay nada, que me moleste más, nada como el que me interrumpan en un momento importante:
— Ignóralo, entonces que ibas a decir... — el maldito celular suena de nuevo...
Por supuesto mis labios siguen soltando palabras de calma, mientras en mi frente sobresale una vena, maldita sea, me giro molesto para contestar y fulminar "verbalmente hablando" (luego me encargare de matarle) a quien me esta llamando:
— Alo — me calmo, para mantener mi amabilidad intacta, cosa que se desequilibra al escuchar la voz en el teléfono: "Killyem, en donde estas te estoyesperando además recuerda que vamos a divertirnos después de la opera a mi departamento" noto como su tono de vos pasa a una más sensual, a la par, que mi rostro se ennegrece: — Voy en un momento mademoiselle — finjo una voz amable — por el momento tengo otra prioridad, pero con gusto la veré más tarde — cuelgo, con ganas de lanzar a lo lejos el aparatejo ese, pero me calmo solo para regresar al pequeño — Y entonces, ¿en que estabamos? —

A su parecer todo iba "bien".... sin embargo escuchar aquella conversación fue como si le cayese un balde de agua helada encima... prácticamente se desharía de él y luego iría a buscar a una mujer, probablemente a la mujer con la que se encontraba en el teatro.... se sentía idiota y sentía deseos de llorar, se había construído demasiados castillos en el aire en tan poco tiempo.

-en nada... debo llegar rápido a casa...

Comenzó a caminar con paso apresurado mientras repasaba mentalmente lo sucedido, quería besarse con el mayor, aunque bueno, muy en el fondo no pensaba tan solo en besos, aun así no podía evitar sentirse mal, al pensar que sería tan solo "la entrada" para luego ir a darse un banquete con aquella mujer.

Se ha vuelto a molestar, y se ha apartado de mi, maldita llamada y maldita mujer pero ya me encargare de cóbrasela, tiernamente.
— Espera, creo que si vamos despacio es más divertido y así te co... — si lo acepto, mis excusas son pésimas, el poner una cortina de humo, no es mi especialidad y sin embargo, se que cometo un error al dejarlo ir, por lo que por impulso, algo raro en mi, lo tomo de la muñeca y lo llevo a un lugar que conozco bien, el Nishikai Hoteru.

Le sorprendió a sobremanera en cuanto el mayor le tomó de la muñeca y comenzó a jalarlo, no sabía a donde irian y eso lo ponía nervioso.

-a...a dónde me llevas!!?? hey!!!

Jaló un poco su mano tratando de safarse, le ponía nervioso que lo siguiera jalando sin decirle a donde irían.

— Guarda silencio, pequeño — le pido, mientras le sigo llevando, se me resiste y lo entiendo (desde cuando ¿?) puede ponerle nervioso el que no sepa a donde lo llevo, aún así, me reservo la información y sigo caminando, tomaría un taxi, pero me agrada el contacto de su piel, y el calor suave de su muñeca, sigo hasta llegar al lugar, donde pido una habitación.

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