Acompañado de mi camara de fotos *libre*

Sali a dar un paseo por los jardines y cuando
los vi me quede prendado de esa belleza de las
flores y de los arboles. Por eso no pude evitar
sacar mi camara para echarle fotos a todas las
flores y arboles ya que todo aquello era nuevo
para mi

Dormía placenteramente, sí, hable en pasado, y es que, ese sonidillo malintencionado que aunque sutil, se filtraba por entre mis oídos y me turbaba los tímpanos me saco de mi sublime sueño en donde como cosa extraña "yo" era el rey (sin comentarios al respecto) maldito sueño ligero, cualquier cosa me regresa a la realidad.
Qué rayos era eso...salte por auto reflejo cuando mis parpados se abrieron bruscamente, mas no emití sonido alguno hasta localizar al dueño de mi despertar, parpadee un par de veces hasta dar con el individuo guiándome por el sonido de: —¡...ha era una cámara!— pensé.
Permanecí, tras el arbusto endulzado por el fragante aroma de las flores que le adornaban,observando al causante de mi mal humor, como parecía divertido dando click una y otra vez, más en un descuido y como abusón oficial, salto de la arboleda hasta quedar frente al chico y con rapidez aprestarme a arrebatarle la cámara, elevándola hasta el límite que mi brazo me lo permite: — está prohibido que interrumpas mi sueño, eso y muchas cosas mas. — acerté a decir, algo tajante, si se me permite.

Estaba concentrado haciendo fotos, hasta que alguien salto de los arbustos y me quito la camara de las
manos por lo que me invadio una rabia, pero no pense en hacerle nada.
-Gomenasai, no sabia que estabas aqui durmiendo- dije tranquilidad aunque la rabia me consumia por
dentro- Ahora, puedes darme mi camara, por favor?- añadi con educacion mientras permanecia impasible
mirandole a los ojos

Solo soy un pobre mortal, como negarme a esos ojos que parecen atravesarme con solo verme y esa melodiosa voz que se entona para mi, por lo que contesto con un sencillo y pero seguro: — NO — parece que sí puedo negarme.
— Aunque acepto las disculpas de muy buena gana — le sonrío burlescamente — pero veras, tengo problemas para dormir, me despierto con facilidad — comienzo a caminar rodeándole y con la cámara aun en mi poder, luego de unas vueltas me detengo para quedar de espaldas al chico misterioso (?) — Así que las disculpas no me sirven (aunque repito que las acepto) y más con un examen en puerta, por lo que hazte responsable — me giro bruscamente, dando a conciencia unos pasos hacia atrás, para señalarlo con la mano libre — ¡TU...CHICO RARO!— grito.

Cerre los ojos para calmarme y los abri de nuevo, para mirarlo pero esta vez con una expresion fria en la mirada
-Que tengo que hacer para que me des la cara- dije con tranquilidad aunque la rabia se adueño de mi otra vex.
Lo observe con la mirada, pero me harto cuando me llamo "chico raro" por lo que pense que me quedaria poca
paciencia y acabaria hiriendolo de gravedad. Pero logre calmarme en ese lugar habian muchas personas y no queria
organizar una masacre

— Canta para mí — respondí de forma automática.
— Una simple canción, claro, si logras que duerma, te regreso tu preciada cámara — me pauso para decirle la contra, me tomo mi tiempo para clavar mis ojos en sus orbes — pero si no lo consigues... — me pauso dramáticamente, espero unos segundos para hacer la pregunta, según "yo" definitiva — ¿de qué clase eres? — interrogo, deseoso por conocer la respuesta.

Me quede escuchando lo que decia "¿Que cantara para el? El no era nadie para darme ordenes" pense con rabia
-¿Clase?- pregunte sin saber a que se referia- Contestame a la pregunta y despues te cantare algo- añadi con
un deje de fastidio, pero si no habia mas remedio lo haria ya que estaba dispuesto a conseguir la camara como sea

— Al grado, me refiero a que grado vas y ya conteste a tu pregunta — le miro directamente, aun con mis sentidos alertándome sobre el sujeto extraño.
— Escucha, canta para mí y tienes tu cámara de nuevo, lo prometo, palabra de abusón oficial — pongo mi mano a modo de juramento, asegurándome de que el preciado objeto (la cámara) se encuentra a salvo siendo sujeta por mi otra mano y bloqueada de la visión ajena por mi espalda.

-Voy a primer grado- dije mientras camine rodeandole- Mas vale que no me mientas. Acuestate donde quieras y te canto una cancion- añadi mientras seguia rodeandole hasta que llegue a su espalda y vi la camara que parecia intacta

— Entonces eres mi Kohai — hablo entre dientes, realmente no me sirve, por lo que suspiro derrotado ante lo que era mi plan, que mal. entre mis dimes y diretes mentales, noto como el extraño chico me rodea y mira buscando la cámara muy preciada para él, a lo que repongo con un: — Ya te dije que te la entrego en cuanto me cantes y me duerma, no tengo intenciones de hacerle algo... — le miro de forma descortés, es cierto que he abusado de él, que estoy abusando de el... soy un poquitín descarado, lo acepto, pero no es mi intención destrozar el objeto, mas para vengarme por sus pensamientos ofensivos, (sí, suelo engrandecer el más pequeño de los detalles, defecto mío, lo acepto) le tomo la palabra y: —¿donde quiera? ¡Que tal tus piernas! — le sonrío.

(user: te pido por favor aumentes las líneas de tu rol, lo mínimo son 5 y solo has escrito tres)

-Vale, vale te creo...- dije poniendome hasta quedar delante de el, en realidad me costaba confiar en el ya que parecia que era un poco descarado, pero por muy descarado que fuera tendria que confiar quisiera yo o no. Reconozco que me cuesta confiar en la gente, pero...con el era diferente me transmitia una confianza que antes nadie habia logrado. Cuanto oi que me preguntaba si podia dormir en mis piernas me quede pensando...era cierto que me transmitia confianza pero no sabia si era capaz de llegar hasta tal punto. Bueno que importaba, cuanto antes lo hiciera antes se acabaria este momento y antes me daria mi camara- Bueno...por que no- dije mientras me sentaba a la sombra de un arbol

Ha...Accedio.
Le sigo, después de que ha dado su visto bueno, viendo como se sienta a la sombra de un árbol, y supongo que mi lugar es sobre sus piernas, no sean mal pensados, mi cabeza sobre sus piernas, mas antes de tomar mi posición, salta la pregunta o debería decir... ¿lo asalto? con la pregunta:
— ¿Qué vas a cantar? — esperando escuchar una magnifica tonada saliendo de su voz. Me aseguro de cuidar del objeto poniéndolo tan alejado de su persona como me es posible, y escuchando atento a la respuesta que tiene para mí.

Tumbado con la espalda pegada al arbol, vi como asintio y se dirigia hacia donde estaba yo. Pero veo que se para y pense que una vez mas iba a bombardearme, en sentido literal, con alguna pregunta y espere a que la hiciera. Cuando la hizo me apresure a responderle:
-¿Alguna peticion es especial?- dije sin andarme con rodeos...bueno, tambien influyo en que confiaba en el y por eso le hice la pregunta. Despues note como ponia la camara lo mas lejos posible como si pensara que se la iba a quitar en cualquier momento- Tranquilo...no pienso quitarte la camara- dije con una sonrisa tranquilizadora, algo raro en mi ya que no solia sonreir, tal vez se debia a mi naturaleza

— Sorpréndeme — conteste efusivamente, aún después de haber pensado en posibles títulos para recuperar el sueño perdido, aún sabiendo que el sueño no se recupera.
Lo segundo que escucho es el "tranquilo" salir de los labios ajenos; realmente no es mi culpa, he actuado por instinto ocultando la cámara, a la cual apunto con mi índice entonándome para decir: — solo la estoy acomodando, es algo para tener cuidado, no he dicho nada mas, lo estas malinterpretando, nuevo — le miro con los ojos entrecerrados, que se abren como platos cuando me sonríe de forma tranquilizadora, estoy anonadado.

Me quede pensando unos segundos en que cantar, hasta que me acorde de una cancion que mi madre me cantaba de pequeño para que me durmiera, no conocia el nombre pero aun asi la cantaria pero solo me faltaba recordar la letra.
-Vale...no hace falta que me des explicaciones- dije y, en ese momento, me vino la letra de la cancion que me cantaban de pequeño y empece a cantarla esperando a que en su rostro apareciera algun signo de que se iba a dormir, si eso pasaba es que mi canto habia funcionado

— ¡¡STOP!! — grito anteponiendo mi mano libre a modo de escudo.
— NO me he ubicado de forma correcta, chico extraño — le explico amablemente, claro si es que a eso se le puede llamar amabilidad y...
Me acerco al menor, me inclino un poco hasta estar de cuclillas, pongo una de mis manos en la verde grama, me giro un poco, para terminar recostando mi cabeza sobre las piernas del joven, dejando caer mi cuerpo libre y de forma des complicada, colocando con cuidado la cámara, (aún en mi mano) sobre mi pecho — Ahora sí — mi tono es algo bajo, pero entendible.

-Vale...vale- dije sorprendido, por que me lo dijo de repente y me pillo de impreviso, y automaticamente deje de cantar para esperar.
Observe como se ponia en la postura correcta para quedar con su cabeza encima de mis piernas y con la camara, mejor dicho con mi camara, sobre su pecho. Paso un rato hasta que me di cuenta de que ya estaba posicionado y empece a cantar otra vez, deseando que nada interrumpiera mi canto

Escucho el canto acomodado (Yo) en la majestuosidad del confort que el cuerpo ajeno me produce, y eso que pensé que era frágil y por ello mi "almohada" sería algo dura, pero me equivoque, sus cálidos muslos me reciben gentilmente, a esto le sumo la suave brisa que desencadena el baile de las hojas del árbol donde mi sueño parece comenzar, realmente...espera un minuto, abro mis ojos cual platos, una duda me recorre la mente y quiero despejarla, para mi tranquilidad: — Oye chico extraño, después de que me duerma ¿Qué piensas hacer con mi cuerpo? — le miro desde sus piernas.

Segui cantando viendo como se empezaba a dormir...pero de repente abre los ojos como platos y escucho la pregunta que me hace. Para despues, pensar para mis adentros "¿De verdad pensaba que podia hacerle algo mientras dormia? No era tan pervertido como para hacer eso" y luego le respondi a la pregunta:
-No pienso hacer nada con tu cuerpo, asi que tranquilo- dije mientras le miraba, esperando que confiara en mi, y le sonrei de forma tranquilizadora

Enarco una ceja, dudoso, y es que no tenía la respuesta que quería:
— Entonces en cuanto me duerma vas a dejarme "tirado" yéndote con tu querida cámara — le miro de nuevo, mas hago un ademan y pongo el brazo sobre mis ojos cubriéndolos, mi vos también se torna algo aguda:
— ¡¡Ah pobre de mí!! Ser abandonado bajo un árbol, por... espera... ¿cómo dijiste que te llamabas?— es verdad, ni siquiera se el nombre del chico que estoy molestando.

Suspire, cansaba hablar con... espera aun no sabia su nombre:
-Cuando te duermas me quedare aqui y no me ire a ningun lado- dije mientras le miraba, para luego ver el ademan que hace para cubrirse los ojos con el brazo- Me llamo Kairi...¿y tu?- pregunte con curiosidad pero sonando educado y luego me estire, estaba cansado de estar tanto tiempo en esa posicion, aunque no era muy incomoda pero me dolia la espalda de estar apoyada en el arbol

Kairy...así que ese es su nombre, realmente parecía aliviado al escucharlo, aunque conociéndome, pasarían minutos antes de olvidar su nombre, es por ello que suelo poner apodos a con quienes hablo.
Seguido me ha preguntado mi nombre, me detengo a pensarlo unos segundos y ato seguido contesto:
— Te lo digo después de que me duerma — le sonrío, esperando que su canto me lleve directo a los brazos de Morfeo, al único hombre que le pernito que me abrase.

Suspire, al parecer iba a tener que esperarme algo de tiempo para saber su nombre. Luego empece a cantar cerrando los ojos, mientras deseaba que se durmiera de una vez...no queria sonar maleducado ni nada de eso pero cansaba un poco hablar con el pero tendria que hacer todo eso si queria salir de alli con mi camara. Segui cantando y abri los ojos y mire al cielo, concretamente a una bandada de pajaros que pasaba en ese momento, luego bastantes dudas invadieron mi mente pero no hice caso de las dudas y segui cantando con voz suave

Abrí los ojos automáticamente, a pesar de que la canción había comenzado, no sentía adormecido mi cuerpo ni mi mente.
No estaba funcionando, era una lástima, porque el chico realmente se estaba esforzando en cumplir mis caprichos... tuve un tic en el ojo cuando pensé en esto último, no soy caprichoso, solo un poquitín molesto.
Como sea, veo como levanta su cabeza y la lleva en dirección al cielo, aprovecho su concentración, para levantarme con cuidado, tomo su mentón y lo bajo para que sus ojos dejen el cielo y se enfoquen en mí, me entono seguido y le digo:
— Oye... esto no está funcionando K...ka... — se me olvido el nombre, por lo que para corregir mi error le llamo como siempre — Chico extraño... — mantengo la sonrisa y le explico la solución: — Si quieres tu cámara de regreso, vamos a tener que pasar al plan "B" — la sonrisa se queda en mi rostro.

Suspire sin que me notara, al parecer la cancion no estaba funcionando. Noto como me coge el menton para que le mire por lo que me asombre un poco y escucho lo que dice:
-Ya veo...esto no funciona- dije suspirando un poco y luego sonrei, mientras escuchaba algo de un plan B..."¿Un plan B? Esto me da mala espina pero bueno...aunque creo que tendre que hacerlo si quiero recuperar mi camara" pense para mis adentros- ¿Cual es ese plan B?- dije mirandole, esperando lo peor, aunque no lo refleje en mi cara sino que me limite a sonreir

— ¿No tienes un plan "B"? — le mire sorprendido.
Esperaba que tuviese un plan "B" claro que no tuviese que ver con noquearme, mira que los conozco...
Me detengo un poco, miro al cielo y en cuestión de segundos mis labios se mueven, para susurrar: — entonces tenemos problemas, es mas creo que tu cámara no va a cambiar de manos en un buen tiempo — aferro el articulo a mi pecho, bajo el rostro y miro el objeto — No te preocupes, prometo cuidarla bien, aunque cuanto me darán por... — no completo la frase.

-No...la verdad es que pensaba que esto iba a funcionar- dije y luego emiti un suspiro casi imperceptible para luegp pensar en el plan B, pero no se me ocurrio nada. Luego preste atencion a lo que decia y pense que habia sido demasiado rapido para sacar conclusiones y confiar en el- ¿No pensaras venderla?- añadi con tranquilidad aunque por dentro estaba lleno de rabia. Pero rapidamente logre tranquilizarme, porque, a decir verdad eso no me llevaria a ninguna parte

— Eso depende de ti... — le miro zorrunamente, como si de alguna forma planeara algo torcido para mi propia conveniencia.
— Es solo que... — me pauso un poco para mirar de nuevo a los ojos al chico (no me gusta hablar sin mirar a quien hablo)...continuo: — no parece que realmente sientas algo por esta cámara, sino estas dispuesto a llegar al limite para conseguirla de regreso. — estaba aburrido y abandonado así que se me ocurrió jugar un poco con el nuevo chico, es posible que su aparición lograra que mis ánimos subieran.

-¿Que quieres que haga? Hare lo que sea y no pondre ninguna excusa- dije y, aunque no lo pareciera, estaba dispuesto a hacer lo que sea para conseguir la camara aunque para eso tenga que hacer lo indecible. Entonces, espere a que me respondiera y mire al cielo para luego cerrar los ojos y dejar que la suave brisa le despeine el pelo y le acaricie la piel. Luego mire a una mariposa que paso por mi lado y observe los colores que tenia, era de un naranja brillante

Sorprendido...no sabía que mas hacer.
Era como un cheque en blanco, dado a este servidor ¿en que esta pensando este chico? ¿tan importante es esta cámara? que él esta dispuesto a hacer cualquier cosa,, o posiblemente yo estoy elevando el asunto de nivel, y el no tiene ninguna intención malsana, por lo que pregunto después de pasar la mano derecha por mi rostro: — eso no es algo peligroso, podría pedir no sé...algo como... — me pauso para pensar por segundos y luego continuo con: — tu cuerpo. — las palabras cesan.

-¿Mi cuerpo? Bueno...lo hare- dije al oirle decir eso pero no me sorprendio ya que sabia que iba a decir algo relacionado con eso. Luego un duda asalto mi mente: "¿Por que hacia todo eso por una camara?" pense para mis adentros realmente no me acordaba por que era. Instantes despues me acorde: hacia todo eso no por la camara en si sino por el valor sentimental que esto suponia y por la cantidad de recuerdos que tenia de la persona que me regalo la camara, me la regalo alguien muy importante para mi

— ¿Estas de broma? — me quedo totalmente ido con la respuesta que me acaba de dar, reacciono para tomarlo de los hombros y sarandearlo un par de veces — ¿eres idiota? como dices ese tipo de cosas estupidas ¿acaso no te valoras? — sí, lo acepto... su respuesta me toco la moral, aunque no soy de las personas que trata de cambiar a alguien, tal vez un poco... esta bien malditasea si soy de los que tratan, auque no quería inmiscuirde de a mucho en su vida, solo hago lo que esta a mi alcanse. tomo la cámara y se la entrego directamente en sus manos: — si era tan importante debiste decirmelo, idiota, — me alejo unos metros algo molesto y me dirijo a la sombra de otro arbol para tratar de retomar el sueño perdido, pensando en cuantas veces lo llame idiota.

Me quede asombrado despues de que me zarandeara y, aunque me doliera pensarlo, sabia que el tenia razon. Luego me quede mirando la camara, que estaba en mis manos, y luego lo segui con la mirada. Despues de pensar un rato en lo que habia pasado, me levante y me dispuse a irme con un paso lento mientras pensaba en lo que me dijo. Vale...tenia razon, he sido un idiota al pensar en eso y la verdad ya ni siquiera me molesto que me llamara idiota, ni las veces que me lo dijera

Me sentia mal, tal vez me pase un poco (mucho) después de todo, yo no era nadie en su vida como para juzgar sus actos, fueran estos buenos o malos, sencillamente no era algo que a mi me competia, por lo que me levanto rápidamente y me dirijo a buscarle y pedirle disculpas, rayos yo no era así, me quejo por este comportamiento cutre que poseo, donde empatizo con todos, la culpa es de los amigos con los que me he rodeado, después los golpeo, sobretodo a Quimey,
Le doy alcanse y lo sujeto del brazo para frenarlo — espera — me pauso, tomo aire y exclamo — ¡lo siento no tenía por que decir eso que dije! — si soy un abuzon oficial muy amable. (sin comentarios)

Oigo pasos que se acercan a mi pero no hago caso de ellos y miro hacia el cielo pensando aun en lo que me dijo y decidiendo, por fin, que él tenia razon. Pasados unos minutos, noto que me cojen del brazo pero no me giro hasta pasados unos segundos, al girarme le miro directamente a los ojos:
-Acepto las disculpas...pero tienes razon con todo lo que me dijiste- dije mirandole a los ojos aun y, acto seguido, esboze una leve sonrisa

Ya me lo había dicho antes, la momia de negro (te odio momia) que de no tener ese carácter buscapleitos las cosa serían más sencillas, pero...como me gusta complicarme la existencia y complicársela a los demás (mea culpa) de haber sabido que era este tipo de persona desde un principio, hubiera bajado la guardia, la que inconcientemente levanto, a veces de forma sutil y otra descaradamente. Lo suelto y extiendo mi mano — No me he presentado soy Mikado, mucho gusto — le sonrío amablemente.

-Kairi...encantado de conocerte- dije, aunque era la segunda vez que le decia mi nombre, pero creo que se le olvido...pense para mis adentros. Bueno que importaba que se le hubiera olvidado, mi nombre no era muy comun aunque no era dificil de recordar. Finalmente salgo de mis pensamientos y miro la mano, que hace poco me estaba cogiendo por el antebrazo, para estrecharla con suavidad. Luego esboze una sonrisa amable mientras le miraba. Unos segundos despues, solte la mano que tenia estrechada

Lo miro fijamente, detallando cada centímetro de su rostro, dejándome llevar solo por un segundo — te ves mejor así, chico de la cámara — acierto a decir.
— Por cierto que haces tan solo, sabes que por aquí... — me acerco un poco y le susurro al oído — suelen violar chicos guapos — regreso al punto donde estaba — es por eso que es peligroso andar solo y más alguien tan tentador como tú — le sonrío pícaro.

-Como ves, vine a hacer algunas fotos- dije señalando la camara con la mirada para luego escuchar atento lo que decia, dudando si creermelo o no, pero finalmente decido creerle. "¿Por que sera que cada vez que voy a algun sitio, me dicen lo mismo que él?" pensé intentando buscar una respuesta.
-¿Ha pasado alguna vez eso que has dicho?- pregunte con curiosidad mientras le analizaba con la mirada, fijandome en cada detalle de su cara

— Mmm...pues escuche que un chico de primero sufrió un ataque por parte de su profesor, y luego algo sobre un demonio al que le gustaba comer castos y puros y lo hacia detrás del gimnasio — me cruzo de brazos, tratando de recordar más hechos de ese tipo...entonces golpeo la palma de mi mano con el puño, en señal de "ahora recuerdo" — Y hace como una semana, un estudiante de tercero alego que uno de sus compañeros, lo estaba chantajeando y lo violaba constantemente, solo esos conozco y eso que soy nuevo — niego con la cabeza, cuantas cosas mas habrán pasado, me pauso y le doy una larga mirada — Y a ti...¿nunca te ha pasado? — mi rostro esta tal cual sin pizca de vergüenza.

-Vaya...-murmuro en voz baja aunque lo suficiente alta para que me pueda escuchar mientras escucho con atencion lo que decia. Despues de un momento de silencio escucho la pregunta que me hace mientras le miro. Necesite unos segundos para responderle:
-No...-dije dudando, se me olvidaba algo...intente recordar lo que era y pasaron unos segundos hasta que lo recorde- Bueno...lo han intentado varias veces pero nunca lo han conseguido- agregue con un tono serio

— Y al revés — inquiero mirándolo fijamente, sin perderme ninguno de sus gestos — ¿Nunca has atacado a alguien?— he elevado un poco el tono de mi voz al final de la pregunta, mientras pienso que las apariencias son de por si engañosas, así como los hombres que se hacen pasar por duros e impasibles, pueden ser realmente, tiernos y amorosos, claro frente a la persona indicada.
No sé por qué la curiosidad me embriaga y agrego una pregunta mas: — ¿Cómo eres realmente? es decir ¿estoy viendo al verdadero chico de la cámara? o ¿es solo una ilusión que generas? —

-Nunca he atacado a alguien- dije con sinceridad... pensé que me hacia muchas preguntas pero no me extrañaba nada que me preguntara tanto ya que a lo largo de mi vida me habían preguntado muchas veces lo mismo para asegurarse que no era tal y como aparentaba; una persona malvada y cruel. Pero yo, a pesar de mi apariencia, era todo lo contrario. Salgo de mis pensamientos y le respondo a la pregunta:
-Estás viendo al verdadero chico de la cámara aunque no lo parezca- agregué con un tono tranquilo

— ¡Pfff! — he emitido un sonido extraño y me he echado a reír, no creyendo lo que estaba escuchando de forma tan escueta.
Estiro mis brazos y curvo hacia afuera mi espina dorsal para relajarme, realmente la he pasado muy bien con el chico de la cámara, pero algo era cierto...no quería quedar como entrometido frente a sus ojos, por lo que equilibrando la balanza, le digo con el tono más calmado posible y acercándome:— Es tu turno, pregunta lo que quieras — le miro pícaro.

Observe su reacción, al parecer no creia lo que había dicho, bueno la verdad es que tampoco me importaba.
-Por tu reacción diria que no me crees, ¿me equivoco?- dije observando su reacción y volvi a hablar pasados unos segundos, hasta que me dejó preguntar lo que quisiera- ¿Cuanto tiempo llevas aquí, en la ciudad?- pregunte con curiosidad...bueno en realidad tampoco es que sintiera demasiada curiosidad, mas bien lo dije intentando aparentar curiosidad

— Mmm...¿qué cuanto llevo? lo suficiente para aprender sadomasoquismo — sonrío inocentemente.
— Pero supongo que eso no es algo para tomar como tema de conversación — mantengo la sonrisa, a lo que me pauso cambiando moderadamete las facciones de mi rostro, solo para preguntar — ¿Y tú? — noto el desinteres ajeno, es obvio que la conversación se esta enfriando, realmente no soy muy bueno para hablar, además que casi no lo conozco y no parece tener intención de darme detalles sobre su ser, no hay duda de que estoy pasando por una etapa de oscurantismo, maldigo mi existencia, de verdad que esta conversación no lleva a ninguna parte, por lo que hago lo único que se me ocurre — Lo siento — me disculpo — estoy maldito, me han quitado la gracia y mientras la recupero no soy buena compañia — confieso.

Escuché con atención la respuesta, la que se alejaba mucho de lo que le había preguntado. Luego escuché su pregunta, haciendo memoria de cuanto tiempo llevaba en la ciudad:
-Llevo aqui un mes...mas o menos- dije con una media sonrisa, me daba la impresión de que la conversación no llegaba a ninguna parte y escuché con atención lo siguiente que dijo, pensé si había alguna forma de hacer la conversación un poco más interesante, pero no se me ocurrió nada

Un tic se apodera de mi parpado izquierdo, haciendo que este salte, la conversación está en coma, y no se me ocurre nada, es como si fuera un bicho raro con la mente en blanco, no sé sobre qué preguntarle, se sobre su cámara y lo importante del objeto, se su nombre, y el grado en que esta...creo. De repente recuerdo una pregunta del montón, de esas que parecen sacadas de una hoja con requisitos a llenar: —¿Y tienes novia?— me he quedado de a tres, sencillamente no sé por qué lo he preguntado, que diablos, será por que me siento cómodo con él que no quiero dejarlo ir...espera yo eh dicho eso...mi cabeza da vueltas.

Pensé en todo lo que le había dicho ya y la verdad es que no se me ocurría nada...pero seguí pensando en algo y una pregunta asaltó mi mente: me pregunté por que hacía todo esto, tal vez sería por que me sentía cómodo con él, pero no estaba seguro de la razón. Finalmente, salí de mis pensamientos y pasaron unos segundos hasta que me hizo otra pregunta, la que me dejó unos segundos en silencio:
-No, no tengo. ¿Y tú?- dije finalmente aunque la pregunta me salió automaticamente, no pensé en hacerla en realidad

Me quedo pensando unos segundos, novia...novia...novia...era como un maldito tambor resonando en mi cabeza, por lo que conteste muy honestamente : — Novia no y novio no sé... — ¡ah!...que clase de respuesta es esa...me quede en blanco nuevamente, mientras los latidos de mi corazón se aceleraban junto con mi mente atribulada, reaccione segundos después para arrodillarme y llevarme las manos a la cabeza — ¡Diablos!—maldije cual criatura poseída, al enano leñador que habitaba en mi corazón y que acostumbraba a golpear mi humilde válvula una y otra vez sin piedad alguna, maldito enano y maldito...
A todo esto, posiblemente mi acompañante estaba pensando que se me volaba la pinza, y no estaba muy lejos de la realidad.