Vacaciones en las Termas [+18]

-Oh.. no pensé que fuera cierto, lo siento. -se rió un poco e hizo lo que pudo para no carcajearse a libertad.

-Al menos, estáte orgulloso de que fuí yo y no otro idiota que no te quería. -dijo, con un ademán, mientras volteaba hacia otro lado.

El lugar era demasiado pequeño... comería rápido y luego lo sacaría, necesitaba estar al aire libre o de nuevo su maldita claustrofobia surtiría efecto en él.. en el momento menos inesperado.

No podía evitar que su mueca de molestía se viese disminuida en gran medida debido al enorme sonrojo en sus mejillas, si, le había gustado todo lo que Shin había hecho y estaba feliz de que hubiese sido él y no "otro idiota que no lo quería", pero eso no evitaba que se sintiese avergonzado por el comentario.

-eres un tonto... cómo puedes decir eso así como así!?

-Lo soy. -dijo cínicamente mientras se inclinaba hacia él, dándole una lamída a su nariz, como vil perro.

-Tengo la capacidad de decir lo que quiero cuando lo siento.. ya deberías de haberte dado cuenta. -se volvió a acomodar, como si no hubiera hecho nada estúpido...

Estaba de juguetón y molestar a Miru con bromitas lo hacía sentirse muy bien... de alguna forma lo incitaba a hacelo más a menudo.

Negó levemente, aquella lamida había sido estúpida... pero linda a final de cuentas, no podía negarlo, le había gustado mucho, así que al final terminó por sonreir levemente.

-en verdad eres un tonto....

Susurró aunque finalmente terminó por acercar su mano a la de Shin, tomandola con cariño.

Asintió a su "insulto". Era un tonto y no tenía remedio. Sonrió demasiado amplio, estaba contento y no podía disimularlo siquiera un poco. Entrelazó su mano con la del menor y cerró los ojos por un momento, dejándo que su memoria guardase ese momento... y lo convirtiera en un recuerdo apreciado.

-...¿Te das cuenta de que eres un mocoso que está enamorado de un asesino, que a su vez, está enamorado de ése mocoso? -se rió un poco y entrecerró los ojos para sólo observar a Miru y a su reacción ante su estúpido comentario.

-no era más sencillo decir "te das cuenta que estamos enamorados?" y si.... si me doy cuenta.... pero la verdad me gustas mucho

Le sonrió un poco de lado, Shin era un estúpido en ocasiones, pero no le importaba, era SU estúpido y lo quería solo para él.

-ya se tardó el desyuno, no crees?

Voltea a ver hacía el lugar donde se había ido el mesero, la verdad no había tardado, solo queríadesviar el tema de conversación.

-Mmmmm... Miru, díme que me amas. -le exigió, totalmente desechando su último comentario evasivo.

Tenía la necesidad de escuchar a su novio decir aquello, sonaba un tanto cursi pero ¿y qué no se suponía que las parejas enamoradas se decían eso a cada instante? o... bueno... eran hombres, debían al menos decirlo a veces, ¿no?

Aunque al instante le vino a la mente que sólo lo había dicho un par de veces quizá... estaba un poco revuelto y aunque era el que se hacía cargo de él en muchas cosas, lo necesitaba. Era una estúpida necesidad si se veía desde un punto en frío...

Se mordió un poco el labio al escuchar lo que Shin le pedía, sonriendo levemente, si, se lo diría, aunque le había sorprendido que se lo pidiera tan sorpresivamente.

-Shin.... te amo...

Susurró casi para si mismo, tan bajito que casi creyó que no lo había escuchado, sin embargo no esperó a que el mayor le dijese algo al respecto, alzó la mirada y le vió directamente a los ojos.

-te amo.... en serio

Se puso de pie y tomó sus mejillas, besandolo suavemente, no importaba si alguien los estaba viendo o no, solo quería estar junto a Shin en ese momento, compartiendo el tiempo de esa manera.

Correspondió su beso, y lo abrazó de la cintura, atrayéndolo a sí porque él seguía sentado. Le gustaba muchísimo el hecho de que lo hubiera complacido al decirselo, y al reafirmalo aún más..

Se separó un momento y le susurró contra sus labios: -Te amo, Miru.. -volvió a besarlo y de un momento a otro sintió como si sólo estuvieran solos, como si nada más existiera y el tiempo se detuviera sólo para ellos.

-me gusta escucharlo....

Sonrió y correspondió el beso ajeno, jugando un poco con su cabello, hasta que el mesero llegó con el desayuno, interrumpiendo aquel momento romántico, lo cual le ganó una mirada asesina hacía el intruso de su parte.

Maldito mesero.. justo les había desecho ese momento tan preciado... bueno, si con la mirada del menor no era suficiente, la de él sí lo era.

Estuvo a punto de golpearlo, pero sólo se calmó para no hacer una "escenita" en esos momentos. Una vez que hubo dejado el desayuno para cada uno, resolpló lo bastante audible para demostrar su enojo.

-Estúpido. -lo insultó por si acaso volteaba esa persona.

-Siempre que todo va bien, alguien viene y nos la arruina, ¿no? -comentó mientras se apretaba el puente de la nariz tranquilizándose.

-si, al parecer hay una maldición sobre nosotros, no crees?

Estaba molesto con el mesero, sin embargo trato de no demostrarlo, no le mortificaba mucho la interrupción, pero definitivamente más valía que el mesero no esperara propina, negó levemente y se revolvió el cabello, al menos ya tenía la comida ahí.

-ya luego tendremos nuestro tiempo, no lo crees?

O al menos eso esperaba...

-Supongo que sí. -murmuró y luego dió un suspiro. -En fin.. vamos a desayunar ¿o qué? -alargó su brazo y también le revolvió su cabello, pudiendo así tomarlo de la mano, y acariciarla sólo un poco.

Le sonrió de medio lado olvidándo todo aquello para bien de los dos. -Gracias por la comida. -y empezó a comer su desayuno, esperando a que él otro hiciera lo mismo.

-gracias por la comida

Comentó igualmente antes de comenzar a comer, estaba algo distraído, generalmente solía ser así él comía lento mientras que parecía que Shin se atragantaba con la comida.

-esta rico, no?

La verdad, a veces dudaba de que Shin realmente saboreara la comida, ya que parecía como si simplemente la tragara.

Asintió a su pequeño comentario. En realidad ni siquiera le sabía la comida pero.. no era algo que le importase. Y ya hacía tiempo le había dicho que sólo lo hacía por que era una Necesidad, no porque en realidad lo disfrutase del todo.

Se terminó su comida en menos de 5 minutos. Y al momento de ver su plato vacio y el del otro casi llenó pensó que había sido algo de mala educación, al fin y al cabo, se supone que las comidas duran tiempo... ¿o no? y es que en realidad no estaba seguro. Desde hacía 2 años que comía solo así que la compañía de otros no era especialmente lo suyo.

-Lo siento. -se disculpó al ver su error. Miró hacia otro lado esperándo a que terminara. Mejor era una comida en silencio, o al menos a él le gustaba así.

Se encogió de hombros dandole a entender que no importaba que hubiese terminado antes de comer, no le importaba demasiado que Shin comiese rápido, pero le molestaba un poco estar comiendo el solo y en silencio mientras que Shin tan solo lo veía, jugó un poco con la comida en su plato, dandole un par de vueltas en el mismo.

-no me gusta que estes tan callado...

Comentó antes de llevarse un bocado a la boca, comiendo lentamente, aunque siguió revolviendo la comida mientras masticaba.

-No es mi fuerte hablar mientras como... en realidad, casi nunca, desde antes que nos conocieramos, comía con alguien. -confesó, acarició su propio cabello, y como si fuera mujer, jugaba con los mechones que siempre sobresalían por su frente.

-...¿Sabe bien? -cambió de tema, de algo tendría que hablarle. O.. escucharle. Se sentía raro no poder complacerlo en eso, en algo tan simple como una plática.

Sonrió un poco ante el intento de charla que hacía Shin, le parecía lindo como cuando le pedía hacer algo lo hacía casi al instante, pero tampoco es como si quisiera forzarlo a hacer algo, aunque fuese tan sencillo como una conversación a la hora de la comida.

-si, sabe muy bien, gracias

Continuó comiendo en silencio sin dar pie a más conversación esperando que de esta manera el mayor se sintiese un poco más cómodo, además no es como si siempre fueran a hacer lo Miru dijera.

Al poco tiempo terminó y separó el plato de él, ya estaba satisfecho.

Le sonrió de medio lado cuando vió que se había terminado su comida. Quizás ahora podrían salir de allí e irse a otro lugar, que por supuesto, a cargo estaba el menor.

-Ahora.. llévame a donde quieras. -le hizo la invitación con una mirada un tanto pícara, sólo para molestarlo un poquito.

-a donde yo quiera, seguro?

Sonrió un poco de lado divirtiendose al imaginar que tenía a Shin a "su completa disposición" podía pedir lo que sea entonces.... por un lado estaba pedir algo que en verdad quisieran los dos o pedirle ir a un lugar que aunque a ninguno de los dosles gustara, lo haría tan solo por ver a Shin desesperarse.

Aunque no podía ser tan maldito... o si?

Rió un poco, y negó con la cabeza divertido: -Sí, llévame hasta el infierno si así lo deseas. Pero mientras, espérame, voy a pagar. -le aseguró, se levantó de donde estaba y fue a hacer lo que le había dicho.

Con la cuenta ya pagada, regresó a donde estaba Miru, y le estiró la mano para que se levantara y empezara la aventura... buena o mala, estaría allí con él. -¿Listo?

Sonrió un poco y le tomó de la mano, haría algo que les gustara a los dos, aunque aun no tenía ni idea de que podría ser eso, pero en verdad, tan solo de verlo frente a él tendiendole la mano, le había hecho sentirse en las nubes.

-claro que si

Le llevó fuera del comedor primero que nada, no sabía que harían, pero un paseo al aire libre le caería bien al mayor, antes de que su claustrofobia entrara en acción de nuevo.

-que te parece un paseo?

Asintió levemente, ¡lugares cerrados no le harían la mala jugada de nuevo! Estaba feliz porque aunque fuera algo quizá insignificante para los demás, para su novio era algo.. quizá, importante.

-A dónde quieras. -aseguró, dedicándole una sonrisa de medio lado. Se encaminó a su lado, tal vez irradiando una luz propia un tanto extraña.

Un pequeño recuerdo surgió a su mente.. algo sobre la luz.. sobre la oscuridad.. y sobre el siempre estar solo. Se alegró de haberse encontrado con alguien realmente importante y que antetodo, sabía y quería estar con él a pesar de todo.