Vacaciones en las Termas [+18]

-¿Yo? -preguntó ingenuo- ...nada malo... nada que no te vaya a gustar, Miru. -canturreó porque ya estaba ganando terreno. Los gemidos del menor sólo lo hacían querer continuar y empezar a abstenerse no estaba en sus planes.

Cargó las piernas del menor y con esa pocisión casi colaba uno de sus dedos en la entrada del otro pero se detuvo. O le advertía pronto o sino obtendría una bofetada segura. -¿..si puedo, no?

Si bien tenía razón en que le iba a gustar aquello no podía evitar sentirse un poco nervioso.

-mnhh.... s..si... si puedes....

Acomodó sus piernas mejor alrededor de la cintura ajena, temblando al sentir las caricias cerca de su entrada.

-ha...haz... lo que quieras....no me quejaré....

Susurró contra sus labios, quizá dandole la libertad de hacerlas cosas sería má simpulsivo y no pensaría en "y si se enoja?"

Lo besó y cuando vió luz verde su corazón pareció latir de forma bastante rápida, tanto que pensó que se iba a salir o cuando parara ya no iba a funcionar. Bastante estúpido el pensamiento, pero.. así se sentía.

Coló uno de sus dedos a la entrada del menor y comenzó a moverlo lentamente para que se acostumbrara a esa intromisión. -Puedes morderme si duele. -dijo después de serpararse de su beso.

Con su mano libre pasó a la entrepierna del menor y comenzó a masturbarla muy lentamente.

Se sorprendió al sentir como el dedo ajeno se adentraba en él tan repentinamente, parecía que tan solo estaba esperando que le diera permiso, removió un poco las piernas y le mordió tal y como le había dicho.

-mnhh.... s...si... duele...poquito...

Se abraza un poco más al cuerpo ajeno, acariciandole la espalda y hombros, le gustaba jugar con eso, comenzó a lamerle un poco el cuello, dando leves mordiditas cada vez que le dolía un poco.

Las mordidas del menor parecían sólo acrecentar su deseo por que lo amara sólo a él y a nadie más. Jamás permitiría que lo tocara otra persona, no como él lo hacía. Sentía ese sentimiento de pertenencia demasiado latente.

Hacía movimientos circulares dentro del menor y mientras se ocupaba de su propio cuello quizá como juego, lo hacía querer meter otro dedo. Lo hizo aún con delicadeza, la última vez se había adelantado un poco pero es que ya no aguantaba tampoco.

Movió un poco más rápido la mano que tenía en la entrepierna de Miru, quería arrancarle demasiados suspiros y gemidos casi de un sólo golpe; serían solamente para él y nada más.

Arañó levemente la espalda del mayor, moviendo su cadera un poco, queriendo más caricias tanto a su miembro comoa su interior, se sentía bien y definitivamente se estaba excitando demasiado.

-ahhh... sh...shin....

Quería hacer algo para hacer sentir igual al mayor, sin embargo no sabía que hacer, simplemente seguí acariciandole los hombros y besandolo cada vez más desesperado.

Soltó un jadeo porque lo había arañado pero no fue por que le doliera sino porque le había sorprendido mucho. Se daba cuenta de que estaba llevando al menor a otro grado de perversión y una risilla se le escapó. -Tranquilo... -susurro contra sus labios por un intento de que él también pudiera acostumbrarse a eso o sino.. le dolería.

-Lo siento.. -murmuró porque metió otro dedo y entonces cambió ese movimiento circular por entrar y salir con sus dedos, acostumbrándolo un poco a eso.

Inevitablemente lo besó como si el mundo se fuera a acabar en ese instante. Hizo más frecuentes las caricias al miembro de su novio aunque estaba casi suplicando mentalmente que después de aquello pudiera reemplazar sus dedos por su propia entrepierna.

Era más fácil decirlo que hacerlo, no podía sentirse tranquilo, simplemente cada vez se sentía más excitado, en especial cuando sintió como un segundo dedo se abría paso en su interior.

-ahhh....

Negó levemente ante el lamento del otro, no había nada que disculpar, en especial cuando se estaba sintiendo mejor que nunca, aun se sentía extraño y se sentía un leve dolorsillo, pero no tanto como la primera vez.

Besó los labios ajenos casi con desesperación, mordiendole los labios un par de veces mientras seguía arañandolo un par de veces.

El agua le daba un mejor paso a introducir otro dedo pero no pensaba aguantar mucho tiempo así. También ya estaba muy excitado pero hacer el amor dentro del agua no era la mejor idea, o eso pensaba. Y debía de actuar rápido o el menor pudiera arrepentirse luego y no.. no.. eso sería fatal.

-Miru.. tenemos que salir... no puedo aquí.. -le dijo con la voz entrecortada. El menor ya le estaba exigiendo en sus besos además de que él por cuenta propia tampoco aguantaría así.

-e...está bien...

Él también se sentía demasiado excitado, sin embargo el calor de la terma comenzaba a marearlo, lo mejor sería salir sino quería terminar desmayado. Besó una vez más los labios ajeno, dandoles una última mordida, estaba realmente desesperado por continuar aquello.

-apurate...por favor....

Con cuidado salió de su interior y se impulsó con sus manos hacia atrás, saliéndose así.. el piso estaba demasiado helado, o él.. estaba muy caliente. Quién sabe..

Estiró sus manos para subir a Miru de igual forma y cuando lo hubo sacado de la terma lo abrazó para no perder ese calor característico en los dos y caminó hacia atrás, guíandolo hacia la cama. Dió una media vuelta e hizo que el menor se recostase en ella pero sólo en la orilla. Cargó una de sus piernas por encima de sus hombros y antes de adentrarse en él besó sus labios con frenesí. Sólo se deslizó unos centímetros y esperó a que le diera de nueva cuenta "permiso" para poder continuar.

Salió del agua sintiendose temblar en cuanto tocó el frio piso, se abrazó al otro inmediatamente, deseaba continuar con aquello lo más pronto posible, se acomodó en la cama y le sonriósensualmente, algo que nunca pensó que haría.

Le sorprendió un poco lo que Shin hacía, dejandolo hacer libremente, aunque.... quería que continuase... y que Shin se detuviera a mitad de camino, le hacía desesperarse.

-ahh.. s...sigue...

Apenas esas palabras lo hicieron volverse loco y continuar sin detenerse.. no quería lastimarlo como la última vez entonces precisamente por eso esperó su aprobación

-Lo siento.. -fue adentrándose en el menor poco a poco hasta estar totalmente unidos. Se empezó a mover lentamente pudiendo así apreciar el rostro del menor por completo.

Soltó unos jadeos cuando el vaivén de sus caderas aumentó. Murmuró un par de veces el nombre del menor y se mordió el labio inferior para que ningún sonido volviera a salir de su boca.

-ahhh...e...está.. bien...

Gimió apenas un poco, tratando de controlar su cuerpo al sentir como entraba en él con cuidado, le gustaba la manera en la que Shin lo cuidaba en ese aspecto.

-mnhh.. shin....

No podía dejar de gemir el nombre ajeno, lo cual aumentó en cuanto comenzó a mover sus caderas, mordió sus labios tratando de relajarse pero simplemente parecía imposible.

-No dejes que alguien más te toque.. -murmuró mientras aumentaba ese movimiento. Salían sin querer pequeños jadeos de su boca; quería callarlos. Estaba disfrutando aquello pero no quería que lo escuchara sino sonaría poco.. "masculino".

Se aferró un poco a la pierna de Miru que estaba cargando y la apretó con su mano, sin querer rasguñándolo un poco, se dió cuenta de eso y besó esa parte. Sabía que lo iba a dejar marcado y eso seguramente no le iba a gustar para nada al menor.

-ah!.. n..no! n...nunca... sh...shin...

Sus ojos se llenaban con unas cuantas lágrimas, no tantopor el dolor, sino por el placer que el mayor le estaba haciendo pasar, sintió su cuerpo estremecerse cada vez más y aunque sintió aquel pequeño rasguño ni siquiera le prestó atención, estaba más ocupado disfrutando otras cosas.

-s..soy.. solo tuyo.. shin....

No podía dejar de pronunciar el nombre ajeno una y otra vez, dejando salir libremente toda clase de gemidos y jadeos, quería demostrarle al mayor que eso le encantaba.

Sintió su cuerpo demasiado caliente y sensible pero sólo era porque estaba sudando por los movimientos. Acompasó ese vaivén junto con Miru y cuando vió sus lágrimas le sonrió de medio lado para reconfortarlo con eso. Las retiró con uno de sus dedos y las lamió pudiendo probar lo salado de éstas.

-Soy tuyo. -le confesó y más que eso fue como una promesa que jamás rompería. A pesar de todo y todos, le había prometido estar junto a él hasta que su vida terminara. Era la persona por la que ahora estaría dispuesto a morir si eso ordenase.

Arqueó la espalda acercándose a besar sus labios y a morderlos, sin embargo ya estaba a su límite y quizá no aguantaría ni un poco más. Quería que el menor sólo pensara en él, y egoistamente, que sólo lo necesitara a él.

Se sentía demasiado excitado y se sintió inclusive un poco más avergonzado en cuanto através de las lágrimas logró ver como Shin lamía aquellas que corrían sus mejillas.

-mnhhh.. y..ya n...no....

Ya no podía aguantar más, besó torpemente al mayor tratando de controlar su cuerpo, aunque simplemente le era imposible, así que terminó corriendose entre ambos vientres, separandose de los labios ajenos, logrando gemir sonoramente.

-Mi..Miru.. -logró decir con su voz entrecortada y sus jadeos volviéndose más parte del mundo físico. El gemido de Miru no lo había hecho más que estar a su límite.

Se separó de sus labios y arqueó la espalda hacia atrás; casi justo después de que el menor se hubiese corrido, él también lo hizo. Casi pareció gruñir cuando de nuevo fue dentro del chico.. y pensó que quizá eso no le agradaría del todo aunque.. no era momento de pensar en eso.

Había estado de nuevo con él y se sentía aún muy extraño dentro de su pequeño cuerpo. Se salió de él y lo atrajo hacia sí para robarle de nueva cuenta un beso y quedarse así por un poco más de tiempo.

-ahhh!!!

Gimió sonoramente al sentir como Shin llenaba una vez más su interior, se sentía bien... extraño, pero bien,suspiró y trató de relajarse después de la cansada actividad, lo bueno, es que los chicos no se embarazaban o comenzaría a preocuparse... así que no había de que preocuparse, cierto?

-mnh.... e...estuvo....

Ni siquiera podía aclarar sus pensamientos y no encontraba la palabra correcta, eso había sido más que perfecto.

-Shh.. no hables -le indicó. Lo atrajo hacia sí y lo abrazó demasiado fuerte. Aún su respiración era un tanto agitada pero conforme pasaron los minutos se fue tranquilizando, entonces sintió un leve cansancio en los ojos y en todo el cuerpo.

Tenía deseos de meterse a la terma de nuevo y quedarse ahí un buen rato, descansando y quizá hasta durmiendo; claro, todo esto, junto al menor.

Decidió hacerle caso y quedarse simplemente en silencio, abrazandose a su cuerpo, se sentía cada vez más relajado, el calor del cuerpo ajeno contra el suyo le hacía sentirse adormilado y solo podía pensar en que deseaba seguir entre los brazos de Shin por siempre.

Cerró los ojos poco a poco, aquello lo había dejado exhausto.... pero feliz, tanto que no podía borrar aquella pequeña sonrisa en sus labios.

Deshizo ese abrazo, sería mejor que se durmieran un rato. Al parecer el menor estaba igual de cansado que él. Ésta vez estarían juntos hasta que amaneciera, porque luego planeaba irse a comprarle algo de desayunar y sorprenderlo.

Pero todo esto, sería secreto. Ahora había que llevar el plan acabo.. paso por paso. -Miru... -se tendió en la cama y le dió un leve jalón para que viniera a acostarse junto a él. Tenía ganas de abrazarlo de nuevo, como si quisiera cuidar su pequeño tesoro.

Cuando lo hubo tenido entre sus brazos sólo le dió un beso en la mejilla como si con eso dijera "buenas noches".

Se acomodó a lado de Shin simplemente tanteando un poco la cama y el cuerpo ajeno, se negaba rotundamente a despertar, estabatomando un sueño profundo y no quería que NADA se lo interrumpiera, seacurrucó contra el cuerpo ajeno y se abrazó a él, durmiendo casi al instante profundamente, en verdad estaba cansado.

No deseaba despertar... y mucho menos deseaba separarse de Shin, si tan solo la noche aquella durase para siempre, sería feliz, muy feliz.

Se quedó dormido junto a él toda la noche. El calor del cuerpo pequeño le sentaba muy bien, y había cierto sentimiento renconfortante en ello.

Pasada la noche, y poco después del alba, recordó en sueños que tenía que levantarse sin despertarlo siquiera. Abrió los ojos y primero se cercioró de que no fuera a despertarse por ningún motivo. Se deshizo del abrazo poco a poco, tratándo de no moverlo casi nada. Se levantó de la cama y se vistió rápidamente. Iría a comprarle algo para desayunar porque seguro estaría demasiado hambriento.

Su sueño era demasiado profundo, estaba descansando como nunca, en cuanto Shin se separó de su cuerpo casi ni lo notó, se acurrucó un poco más, aunque en esta ocasión terminó abrazando a la almohada la cual aun mantenía el calor y el delicioso aroma del cuerpo de Shin.

Salió rápido a buscarle algo pero desafortunadamente en esas montañas sólo se encontraba el Hotel en el que estaban. Su plan se vino abajo y se sintió impotente porque el pueblo quedaba hasta 2 horas de camino, y para ese entonces Miru ya estaría despierto y si no lo veía podría pensar que lo había abandonado.

Mejor sería regresar. Eso hizo no sin antes haber ordenado que quería algo para desayunar, tal vez no lo sorprendería en la cama con su comida pero bueno.. al menos lo había intentado.

Se adentró de nuevo al cuarto y se desvistió, sonrió al verlo abrazar la almohada sin siquiera notar que se había ido. Decidió meterse de nueva cuenta a la terma que funcionaba las 24 horas (?)

Poco a poco sintió la necesidad de despertar, debido a que por una ventana cercana a la cama comenzó a entrar un rayo de sol, el cual tenía la mala suerte daba directo a su rostro, trató de escapar de él, sin embargo no dejaba de molestarlo.

Se sentó en la cama y talló sus ojos levemente entreabriendo los mismos, al inicio se asustó al no ver a Shin a su lado, aunque al ver su espalda en la terma, sonrió,ahí estaba.

Echó la cabeza hacia atrás, y dejó sus brazos reposados en la orilla de la terma. Dió un suspiro cuando el agua caliente lo estaba relajando aún más que si hubiera dormido por durante 2 días completos.

Empezó a tararear una canción, estaba demasiado feliz que no se dió cuenta de que la letra le quedaba justo a él ya Miru -..Sé que es muy temprano para lo que digo... más de mi parte ya estoy convencido... que eres mi vida y la daría... toda entera.. para estar contigo.. hmm..


[XD OH! MARGOT! La puse porque la adoré :3]

Estaba a punto de llamarlo, pero lo escuchó cantar, aquella canción era... muy linda, nunca lo había escuchado cantar y probablemente si se le ocurría abrir la boca en aquel instante nunca volvería a hacerlo, así que simplemente tomó de nueva cuenta la almohada de shin y la abrazó, recostandosede nueva cuenta, mientras le escuchaba y lo veía desde la cama.

Dejó salir un suspiro bastante largo cuando terminó su tonada. Relamió sus labios mientras recordaba el sabor de la boca de Miru. Nunca pensó estar así de loco por alguien.. alguien que fuera un hombre menor.

-...Miru, eres un baka. -murmuró para sí mismo, no lo había dicho para ofenderlo sino que le sacaba demasiadas sonrisas, y casi ya no reconocía al Shin de su pasado, a ese frío y maldito asesino.

-Gracias.. -concluyó con una de esas tantas sonrisas. Se alegraba que estaba dormido, si lo hubiera visto o escuchado no sabría ni donde meterse.

Negó levemente, mientras reía internamente, era tan lindo y definitivamente el baka era él, nunca imaginó que el mismo se ablandaría tanto, ahora era menos indiferente y definitivamente menos gruñón, se levantó de la cama en completo silencio, caminando hasta llegar con Shin, se arrodilló detrás de él y lo abrazó por elcuello, mordiendo suavemente la oreja del mayor.

-de nada...

Susurró levemente con aquella inocencia perdida que le daba el toque de sensualidad que tanto le gustaba a Shin.

Escuchó sus palabras y por inercia se movió como si se estuviera defendiendo, jalándolo hacia la terma y haciendo que se metiera con él con ese movimiento.

-¡¡Me espantaste!! -le gritó, mientras su respiración se volvía un poco agitada, ya después de que su mente lo había reconocido se calmó. -Baka. No me la esperaba. -parecía como un gato erizado, estaba haciendo mucho drama pero es que en verdad no esperaba que hiciera eso, y estaba un tanto concentrado en sus propias palabras entonces eso quería decir que.. ¿lo había escuchado?

La frase "tragame tierra" convenía en este momento. Un leve sonrojo corrió por sus mejillas, además de que el agua también le hacía eso la vergüenza sólo lo aumentaba.

-ahh!!!

Lo que él no esperaba era que Shin lo lanzara contra el agua de la terma, ahora se encontraba completamente empapado y sorprendido de aquella reacción, aunque estaba tratando de decidir mentalmente si enojarse por aquelloo tratar de mantener su buen humor.

-e....eres un.... Shin!! cómo pudiste!!!??

Ladeó el rostro, un tanto indignado. -Tú tienes la culpa. Además no es como si trajeras ropa, estás desnudo.. ¿ves?

Lo acusó con la mirada y se cruzó de brazos, mejor sería no traer el tema de que lo había escuchado, prefería echarle la culpa.

Ok, al diablo aquellas cosas dulces que había escuchado, se levantó de la terma y salió de ahí escurriendo agua, parecia como si ambos se empeñaran en arruinar su relación cada vez que iban bien.

Se metió al baño cerrando la puerta, inmediatamente abrió la llave del agua, quería un baño largo y relajante, mejor olvidar esa discusión en lugar de alargarla...

Negó con la cabeza desde dentro de la terma. Se salió de allí, tragándose todo su orgullo y fue a seguirlo pero cuando se dió cuenta él estaba dentro del baño y no podía abrir la puerta, le estaba haciendo eso otra vez.

No pudo evitar sentirse indignado y un tanto enojado porque según él, no había tenido la culpa. Aunque, no quería enojarse por algo tan tonto, era tan absurdo que ni siquiera se molestaría en preocuparse tanto por eso.

Se tiró en la cama y mientras el menor se estaba bañando él sólo se limitó a cerrar los ojos y descansar un poco más.

Salió casi 15 minutos después de la regadera, se sentía un poco más tranquilo, inclusive ya había olvidado el incidente de la terma, se acercó al mayor con una sonrisa y jugó con su cabello.

-hey... que vamos a desayunar, eh? tengo hambre...

Se recostó a si lado acariciando su mejilla, comenzaba a ponerse cariñoso con el mayor.

Dejó salir un suspiro, ya todo estaba mejor.. entonces sería mejor olvidarlo.

-Ah... sí. Ya lo ordené. -se acordó inmediatamente de que su plan se había venido abajo pero al menos había podido hacer algo. -Vístete y ahorita vamos. -le indicó. Ladeó un poco su rostro y le besó la mano con que lo acariciaba.

-¿O quieres ir todo desnudo? -le bromeó mientras se sentaba en la orilla de la cama y lo volteaba a ver. -Por mí no hay problema pero si te ve alguien lo mato.

-mnh.. todo desnudo, aunque estoy seguro que esa idea debe encantarte no lo haré, no estoy de humor como para ver sangre correr el día de hoy.

Sonrió un poco y se levantó tomando un cambio de ropa de su maleta, se abrigo lo suficiente como para salir, no se demoró demasiado ya que en verdad tenía hambre, solo quería salir de ahí y comer hasta reventar.

-bueno, yo ya estoy listo, y tu?

Sabía que Shin no lo estaba, pero le encantaba molestarlo.

Se acercó a él y lo tomó de las manos, guiándolas a su propio pecho en són de broma. No estaba listo pero.. ¿y qué? -Ahora mismo lo estoy, claro, si me dejas hacerlo o sino voy desnudo, da igual. -soltó una carcajada y se inclinó un poco a besarlo en la frente.

Ahora se estaba divirtiéndo un poco y pues.. sabía que Miru o se sonrojaría o tendría una expresión de "porqué a mi?" en su rostro que simplemente amaba.

Definitivamente pareciera que Shin no tuviese remedio, pero... no podía evitarlo, así le gustaba, negó levemente rodando los ojos con una tenue sonrisa, luego tomó un mechon de cabello y lo estiró un poco.

-anda, apurate quiero comer

Se separó de él aun negando, no estaba seguro de si se habís consegui a:
1) el mejor novio ó
2) el peor novio
De una u otra forma, no planeaba cambiarlo por nada, bueno... nadie en el mundo.

-Au, au, au... -dijo en forma de que le había dolido el estirón de cabello.

-Ya voy. -dijo casi haciendo un puchero. Se rió un poco y también se apuró a vestirse. Cuando terminó fue rápido al baño a peinarse el cabello en una coleta, porque las puntas estaban mojadas debido a la terma.

Viéndose al espejo se preguntó si olería a sudor.. o un poco diferente ya que había estado antes con Miru y.. bueno.. el menor se había bañado pero él no. En fin.. se encogió de los hombros y se lavó rápido los dientes.

Cuando salió a verlo le dió una sonrisa de oreja a oreja y ladeó la cabeza, un tanto divertido.

Dejó que se vistiera mientras lo esperaba pacientemente, abrió una de las ventanas del lugar dejando que el frío viento diese contra su rostro con suavidad, se sentía bien, era relajante, casi tanto como la ducha que había tomado momentos antes, claro, tenía cuidado de que el viento no llegase hasta Shin, no quería que se enfermara.

Sonrió al verlo estar listo, así que se acercó y lo abrazó, no es que estuviese cariñoso.... bueno... si, pero... estaba de buen humor con él.

Correspondió su abrazo y lo apretó contra su cuerpo. Le dió un beso a sus cabellos y se separó de él. Lo tomó de la mano y le sonrió de medio lado. -Vamos, porque yo también muero de hambre.

Pronto salieron del cuarto para irse al mini-restaurant (?) que había allí. Ya previamente había ordenado que tuvieran todo listo para cuando regresaba, así que esperaba que todo fuera de acuerdo al plan B.

Pidió una de las mesas del fondo, aunque el realidad el lugar no era tan grande, era acogedor y bastante tranquilo. O él se sentía demasiado tranquilo..

Sacó una de las sillas para que se sentara Miru una vez hecho esto, se sentó al frente suyo.

No podía creer que Shin tuviese un lado caballeroso, eso era algo nuevo, sin embargo, como muchas otras cosas, definitivamente NO le molestaba, al contrario le encantaba esa faceta, se sentó en la silla que le ofrecía, ahora solo esperaba a ver que era lo que le ofrecían de comer, no había menú en la mesa, así que supuso que de un momento a otro el encargado se acercaría a preguntarles.

-muchas gracias

Le susurró a Shin con una sonrisa.

Negó con la cabeza en forma de que no tenía porqué agradecerle.

Se acercó a ellos un mesero y ordenó algo que fuera ligero. Tenía hambre, sí, pero no quería atascarse como la vez pasada que comió junto a él.

-¿Y tú, qué vas a ordenar? -le preguntó al menor con media sonrisa en sus labios. Alargó su mano y toco la mejilla de Miru, no importándole si estaba o no el mesero presente.

Sonrió y cerró los ojos disfrutando de aquella suave caricia, aunque en cuanto notó que el mesero estaba ahí aún se comportó como si no le importase en realidad el toque.

-um.... lo mismo que tu

No tenía un antojo en especial así que simplemente ordenó lo mismo que el mayor, sonaba bien y además era algo ligero.

-y... que más haremos hoy, o solo estaremos en la terma todo el día?

La idea no sonaba del todo mal, pero tampoco quería estar solo en la cama o en la terma.

Dejó de acariciarlo y arqueó una ceja mientras daba un suspiro. -No sé. Es hora de que tú me sorprendas. -se lamió el dedo pulgar, con el que también lo había acariciado.

Ya el mesero se había retirado a traerles lo que hubiesen ordenado, entonces estaban solos y aprovechó para decirle en són de broma: -Aunque todavia me pregunto si puedes o no caminar bien... ehmm.. -carraspeó la voz con tal de no carcajearse.

Apenas había comenzado a pensar en que podrían hacer, aunque aquel segundo comentario lo hizo sorprenderse y sonrojarse como nunca.

-q...que!!!??? Sh...shin! callate!!!

No podía creer lo que escuchaba, bueno, si, batallaba para caminar, pero eso no era lo importante, estaba avergonzado de aquella acusación.