Habitación 301 [Priv. Miharu~] [+18]

Sonrió cuando sintió la mano de él sobre la suya. Entrelazó sus dedos con los ajenos, apretó levemente y se dirigieron a la salida.

Dió un suspiro, el que le hubiera correspondido simplemente lo había hecho feliz. Ok, sí, era un tipo que dominaba en cualquier relación.. pero tampoco le gustaba obligar a las personas a hacer algo que no quisieran, o al menos a quien sí le importaba.

No habló en todo el camino, porque caminatas como esas son las que sólo se disfrutan en silencio. De tanto en tanto lo abrazaba y le daba un beso a su cabello o a su frente. De pronto se le presentó la imágen que le había quitado el aliento en un sueño, Miru ¿estaba... enamorado de él? No, no poría ser. Era poco tiempo. Sólo necesitaba ganárselo, y quererlo como nadie nunca querría.

No podía quitarse esa tonta sonrisa! Cada beso, cada caricia del otro le volvía loco, no porque no le gustara, sino todo lo contrario, lo hacía de tal manera que era imposible que no le gustara, era dulce, amable y lo trataba con un cariño que nunca pensó nadie lo trataría.

El camino fue silencioso y lo agradeció ya que no se le ocurría tema de conversación (eso y que no era muy bueno charlando), al llegar a la playa volteó con el otro y le sonrió.

-ahora que lo pienso... no tengo traje de baño

-Mmmm -cantorreó, gustoso, algo perverso se le había ocurrido como por instinto. -..ese no es problema. Puedes nadar sin él.

Tiró de su mano, se acercó hacía una mesa que había en la playa. Se quitó la camisa y las sandalias, guardó los lentes en la ropa que dobló previamente y sólo quedó en bermudas.

-Si quieres puedes ponerte mi camisa aunque.. no necesitas nada. -se le quedó viendo fijamente, esperando que haría: meterse con o sin ropa. -No importa si te metes sin nada. No hay nadie. -Y era verdad, la playa, a esas horas estaba vacia, además no permitiría que alguien se le acercara así de fácil.

¿Entrar a nadar desnudo? No pudo evitar que una leve risilla escapara de sus labios, es decir, a pesar de que no hubiera gente a esa hora si habría gente después y aunque no es como si fuera muy pudoroso, tampoco era un exhibicionista.

-lo siento pero si hay alguien y no quiero dejar que me vea... aún

Se quitó la camisa y los zapatos quedando al igual que el otro únicamente con las bermudas que traía puestas.

-vamos?

Cuando escuchó lo primero no pudo evitar sonreír. Se preguntó si su sonrisa era como de Joker, cosa que sólo le hizo soltar una carcajada de la nada.

-Claro. -lo tomó de la mano y lo guió levemente hacia el agua.

Sintió el mar tocando su cuerpo como de una manera un poco abrazante y sus pies hundiendose en la arena. -Sólo pisa con cuidado. -se dió media vuelta para quedar de frente a él, cubriendo ya hasta la cintura.

-Dime, ¿qué pasa si jugamos a que yo soy el tiburón y tú eres mi presa? Si te atrapo, entonces.. tendrás que hacer algo por mi.

-tiburón y presa?

comentó mientras veía que mientras el agua le llegaba al otro a la cintura a él ya le llegaba casi a la mitad del torso, eran momentos como esos en los que maldecía ser pequeño.

-no sé porque presiento que me encuentro en desventaja no lo crees? y dime qué es lo que me pedirías en caso de ganar?

Tomó un poco de agua con las manos y se mojó el cabello, para luego dejarla escurrir por su cuello y hombros.

-¿Quién dijo que iba a ser algo justo? -rió, y con un movimiento lo alcanzó por los hombros, inclinó su cabeza y dió un beso a su cuello, luego mordió la piel levemente.

-Y... bueno, tendrás que descubrirlo. ¡Ahora sólo huye o perderás! -lo soltó para que se moviera libremente, le daría un poco de ventaja. Era un juego.

Se relamió los dientes como haría cualquier felino al estar cerca de su presa, aunque esta vez sería un "tiburón".

-ah!

No pudo evitar soltar un gemido/grito por la mordida que el otro le dió tan repentinamente, ahora lo que debía hacer era huir de él antes de averiguar que era lo que quería, así que en cuanto lo soltó no esperó ni un segundo antes de comenzar a nadar lejos del chico, aunque las olas se lo dificultaban un poco.

-ahh... nunca he nadado en el mar!

Se quejó para si mismo mientras seguía intentando su huída.

Le dió ventaja de 10 segundos.

Entonces nadó rápido hacia él y quedando a un sólo metro de distancia, se hundió y lo jaló de un pie para que se hundiera, hizo un movimiento con el brazo para que quedara pegado a su cuerpo y luego subió a la superficie; era sólo para asustarlo.

-¿Eso fue todo? Oups.. creo que sí tendrás que hacer algo por mí aunque... -lo soltó- ¿quieres otra oportunidad?

Mas se había tardado en intentar escapar que el otro en atraparlo y vaya que lo había asustado, más por el hecho de que no había alcanzado a tomar aire que por el hecho de que lo hubiese alcanzado.

-ahh... esta bien... está bien... pero...

Sonrie malignamente.

-si eres un tiburón no puedes tocar la tierra!

-Oye ¡¡no!! Eso es injusto -dijo casi como un niño pequeño.

Entonces se quitó el cabello de la frente, y atrapó las piernas de Miru con las propias. -Intenta escaparte. -lo retó, luego lo soltó de nuevo esperando a que no saliera del agua.. aunque, obviamente, no sería impedimento para ir tras de él.

-claro que n.. ah! sueltame!!

Intentó safar sus piernas del otro, no sabía quien de los dos era más tramposo en esos momentos.

-hey! tu estas haciendo trampa! sueltame!

-Ya te he soltado, pareces estar alucinando. ¿Una alga se comió tu cerebro? -bromeó y se rió de nuevo a carcajadas.

Entonces de pronto lo abrazó y le dió un beso en los labios. Se separó lentamente y lo abrazó aún más fuerte. -Miru, no te alejes de mí. No quiero estar solo.. otra vez.

Se sentía avergonzado por la tontería que había dicho, aunque no tuvo demasiado tiempo para sentirse mal por ello, ya que el beso del otro le hizo olvidarse de lo que iba a decir. Se dejó abrazar y antes de darse cuenta ya estaba correspondiendo el abrazo con suavidad.

-n...no lo haré.... pero tu tampoco me dejes...

susurró muy bajito, con miedo a que el otro le escuchara, no estaba seguro de si debían hacer esa clase de promesas tan rápido.

Tal vez se le había salido decir eso tan de repente que no lo notó hasta que terminó de escucharse a sí mismo.

Pensó que quiza ese acercamiento había sido muy repentino entonces lo fue soltando levemente.

Se quedó mirándolo y sonrió de lado. -Creo que daremos por visto que te he ganado -entonces esa sonrisa se convirtió en algo maligno. -Vamos, quiero cobrar mi premio. -canturreó cuando tiraba de su mano, mientras salían a pasos agigantados.

Estaba seguro de que algo había pasado ahí, y sentía que se había perdido de algo MUY importante, aunque no estaba seguro de que podría ser, aun así, se sentía muy confundido con aquel repentino cambio de actitud.

-q...que!?

Seguía al otro con grandes pasos, o al menos lo más grandes que sus cortas piernas le permitían.

-oye! de que hablas? pensé que ya no estabamos jugando!

-Por eso, ya no estamos jugando. Te gané. Meresco mi premio. -dijo cuando salieron completamente de la playa.

Se acercó a su ropa y se quitó el agua que tenía en el cabello con la ropa, usandola de toalla. -Hahaha esto es estúpido, con el sol me pude haber secado. -Se acercó a él y le dió un abrazo por la espalda, no duró mucho pero sí fue algo que necesitaba de pronto.

Poco a poco se fue separando. Entonces se puso la camisa y se le pegó de esa forma. -Hahahaha esto es estúpido. -dijo bromeando mientras lo abrazaba con toda la ropa mojada.

No sabía como debatir sus incoherentes palabras, así que prefirió quedarse callado, secandose al sol sin saber que sería lo que el otro planeaba.

-em.. y puedo saber exactamente cuál es tu premio?

alzó una ceja mientras lo veía esperando alguna respuesta.

Resopló fingiendo sorpresa en su acto. -¿Aún lo preguntas? Tú eres mi premio.

Entonces se tiró en la arena y puso los brazos como almohada. Se colocó sus lentes de sol y dejó que la brisa ligera del mar lo relajara por unos momentos.

-Imagina que tendrás que hacer para complacerme... -le advirtió sin mirarlo.

No estaba seguro de si debía enorgullecerse y agradecer ser el premio del otro, o comenzar a preocuparse, en especial con el tono de voz con el que prounció lo segundo, desgraciadamente su mente era muy activa y podría imaginar mil y un cosas que el otro quisiera de él.

-eh.... supongo que puedo imaginarlo, pero sería más sencillo si me lo dijeras, no lo crees?

-Cierto. Pero yo quiero ver qué tan creativo eres. -declaró.

Se estaba riendo mentalmente, parecía que su objetivo se había cumplido: estaba haciendolo dudar. Su respuesta se basaría en sus pensamientos, y esto, demostraría su perversión o su inocencia.

-Ah, ¿no vienes a secarte al sol? -dijo al tiempo que se volteaba y quedaba boca abajo.

-si te doy una respuesta la usarás en mi contra y prefiero no darte ideas más allá de las que tengas, pero..

Se acercó al chico, sentandose a su lado con una amable sonrisa.

-me atrevería a decir que quieres que te bese otra vez

-¿Cómo adivinaste? -sonrió y volteó a verlo. -¿Podrás? -preguntó fingiendo inocencia.

En realidad cuando se acercara a él, lo atraparía en sus brazos y no lo soltaría hasta que no se cansase de besarlo.

-mnnhhh... creo que quizá podría... pero no estoy seguro, tu sabes, yo no beso a cualquiera...

No tenía mucho tiempo de conocerlo, pero pareciera que lo conociera de toda la vida y estaba seguro de que de alguna manera el mayor haría trampa y encontraría la manera de obtener algo más que un beso.

-Oh, lo sé. -mencionó un poco descepcionado.

Se volvió a voltear, se quitó los lentes y utilizó de nuevo sus brazos como almohada. -Cuando tengas de besarme, sólo házlo.

Cerró los ojos y pudo sentir tal tranquilidad en la playa que el sueño vino a hacerse de él, pero aún así se estaba aguantando para ver la reacción de Miru. Sí, quería un beso suyo, tal vez demasiado. Y es que sería diferente que él se lo diera a que Miru tomara la iniciativa...

Se quedó en su lugar viendo como el mayor dormitaba tranquilamente en la arena, deseaba acercarse y besarlo así, sin más, pero no podía hacerlo, al menos no aún, debía esperar a que el chico estuviese un poco dormido, se acercó lentamente a él, y en silencio, se arrodilló a su lado y sin más lo besó, muy suavemente.

Abrió un ojo cuando sintió los labios del otro en él. Supo al instante que si se movía rompería aquel gran momento que había estado esperando. Se quedaría en su memoria y posiblemente nunca le diría que supo que lo había besado... quizá sólo hasta que Miru lo aceptase.

De esa forma se le hizo tan lindo y tan deseable que tuvo que usar todas sus fuerzas para no abrazarlo fuertemente y hacerlo suyo en esa playa.

Se separó de los labios ajenos lentamente, en verdad no quería hacerlo, se alejó y tomó su camiseta volviendo a ponersela, para luego sentarse a lado del otro, Shin ni siquiera lo había notado... y aun así no podía evitar sentirse nervioso, cubrió con su mano sus labios y dejó que sus ojos se perdieran en el ir y venir de las olas.

Abrió los dos ojos simulando despertarse de la pequeña siesta que tuvo. En realidad desde el beso de Miru había estado despierto, incluso mucho antes..

Se arrodilló y lo abrazó por detrás. Le dió un beso a su oido y susurró al mismo tiempo -¿Qué hiciste mientras dormía? Estás muy nervioso. Y... -quitó la mano de su boca- ¿por qué te cubres así?

Le sorprendió como el otro despertaba y lo abrazaba por la espalda, no lo había notado en lo más minímo y se preguntaba si en verdad había estado tan pensativo como para no darse cuenta.

-yo.. nada, solo... estaba, pensando.....

No era mentira, así que tecnicamente no le estaba ocultando nada al otro.

Su reacción le extrañó más que nada.. y bueno, no lo conocía de hacia mucho tiempo pero podía decir que algo no estaba bien del todo.

-¿Puedes decirme en qué pensabas?

Entonces recargó su mentón en el hombro de Miru, y miró hacia el mismo lugar que minutos anteriores el pequeño miraba.

-bueno... pues....

No pensó que le fuer a preguntar que pensaba, la mayoría hubiera quedado satisfecho con aquella vaga respuesta, aunque... en el fondo le gustaba saber que Shin se preocupaba por saber más de él.

-en... en que me haces sentir.. distinto, como nadie lo había hecho y... eso me da un poco de miedo, es... extraño pero me gusta, pero a la vez me dá miedo... no sé como definirlo

El corazón le latió rápido y su mente se puso en blanco.

!¿ Se estaba sintiendo de la misma manera ?!

O sea, lo había estado ocultando. Tenía mucho orgullo como para demostrar que le daba un poco de miedo el estar con él, pensaba en si lo correspondería o no o si sólo estaba jugando o creyendo que era un juego.

Pero entonces, tuvo que hablar, siendo el mayor ahí -¿Antes te lo dije, no? Quiero estar contigo durante mucho tiempo más. Creo que eres alguien interesante Miru, y tu personalidad y como eres conmigo... no quiero alejarme de tí. Y sí, yo sé que es una locura pero.. LA VIDA ES UNA LOCURA!

No fue sino hasta que Shin dijo todas esas "palabras sin sentido" según miharu que logró razonar mejor lo que estaba pasando entre los dos, no pudo evitar sonreir, no quería admitirlo pero si, al parecer no se estaba enamorando, YA estaba enamorado del chico frente a él.

-entonces.... serías mi novio?.... o.... eso es demasiado compromiso para ti...?

[OH MYY!!!! D///:]

-Esa pregunta ofende...pero no me malinterpretes. Yo quiero estar contigo. -lo abrazó fuertemente, y gracias esa posición (abrazandolo por la espalda) fue fácil hacer que se inclinara hacia él. Le dió un beso frénetico, incluso mordió su labio inferior sin el poder de contenerse por mucho tiempo más.

[Miru aventado!!! yo pensé que iba a ser Shin quien se declarara!!!]

Adecir verdad no supo si esa respuesta era un si o un no a su pregunta, pero que mas daba después de aquel beso, se abrazó con fuerza al cuello ajeno, mientras correspondía el necesitado beso un tanto torpe pero con toda la pasión y sentimiento que podía transmitir.

[¬¬ sí.. dejó muy mal a mi hermoso Shin.. xD qué sorprendente la vdd!!]

Hizo de ese beso algo duradero, todo fluía como debía de ser o eso pensaba en esos instantes. El tiempo parecía detenerse y el mundo parecía no existir si estaba con él.

Se separó de Miru por escasos 10 segundos, sólo utilizó ese tiempo para acomodarse sobre de él. Ya no podía detenerse, ya no más.. se sentía al límite y pensaba que Miru también. Además, con esa declaración ¿quién no?

Siguió besándolo y degustando el sabor de su boca por más tiempo, no le importaba si Miru sabía o no besar, era suyo "oficialmente" ¿qué más podía pedir?

[ oh bien, shin ya encontrara como compensarlo XD]

no era muy bueno besando pero trataba de corresponder con la misma intensidad, no quería admitirlo pero Shin le había robado su primer y los únicos besos que había dado hasta eseo día, a decir verdad, nunca se imaginó que se podía besar con tanta pasión.

Siempre pensó que quedarse sin aliento por un beso era mentira almenos hasta ese día, cuando se separó de sus labios fue como una bendición para poder tomar un poco de aire, deteniendolo un poco después de iniciado el segundo beso, lo deseaba, cierto, pero también deseaba respirar.

-ahhh.. espera...

Y se detuvo cuando le dió esa orden.. o mas bien, lo vio como orden.

Su corazón latía a mil por segundo y le costó un poco recuperarse, al menos un poco para poder escucharlo atentamente. -¿Qué sucede? -preguntó en un susurro, la verdad también la había puesto mucho empeño a ese beso.

Quería demostrarle todo con actos, porque sólo así se demuestran los sentimientos, o eso es lo que su ideología dicta.

-ahhh.. n...no podía respirar...

Confesó completamente avergonzado, no estaba del todo seguro si era bueno o malo el que fuera un tanto inexperto en cuanto a lo que sucedía.

-p...pero, ya estoy bien...

Soltó una risilla después de escuchar aquello, le encantaba la idea de que fuera totalmente inocente. Y, de alguna manera, desde que lo conoció sabía que le daba una imágen a los demás y otra a él.. y el hecho de que fuera diferente con él.. era inexplicable, simplemente eso.

-Calma, no iremos rápido si tú no quieres.

Se sintió algo avergonzado por la rissilla del mayor pero a final de cuentas no podía culparlo, despues de todo se preocupaa por él y de cierta manera lo cuidaba, y eso le gustaa y mucho.

-gracias... digo, no es que no quiera pero.... aunque parezca que yo sea.. no sé.. diferente, no lo soy...

Acarició su cabello y se separó un poco más de él para dejarlo hablar, le había quedado duda en sus palabras...

-No te entiendo, ¿a qué te refieres?

Odiaba cuando se revolvía y no daba a entender nada de lo que quería tomó aire algo desesperado, nunca se había puesto tan nervioso por nada y con nadie como lo hacía ponerse este shin.

-me refiero a que... cuando te conocí, yo me comporté de una manera, y podía parecer que fuera algo..... em... fácil? pero... no lo soy... o al menos no creo serlo

-Lo sé, me dí cuenta de inmediato. Pretendías ser alguien que sólo quería acostarse con cualquiera, pero no lo eres. Eres inocente. -entonces lo abrazó y le acarició el cabello, incluso, como si hubiera sido su hermano menor, se veía tan infantil e incluso, un poco indefenso que sólo quería hacerlo reir.

-No te preocupes. Pero ahora ¿no eres igual, no? Este es el verdadero Miru.

-si.... este soy yo, aunque... creo que no es tan bueno como el yo que aparento ser...

Se sentía avergonzado y no podía sostener la mirada ajena, le hubiese gustado tener su pose fría y desinteresada que generalmente tenía, pero con ese joven, simplemente no podía, aunque... de pronto le surgió una duda...

-Shin... que edad tienes?

-Tengo 18, pero ¿qué tiene que ver eso? -se sentó con las piernas abiertas y lo atrajo hacía sí, en el hueco que dejó hizo que se pusiera, así podría abrazarlo mejor.

-Tú eres joven, de eso estoy seguro. Pero ¿me dirás cuántos años tienes tú?

-nada, solo fue una pregunta que me vino a la mente....

Se acomodó entre sus piernas, recargando su espalda en el pecho ajeno, era una posición cómoda además así podía calmarse y despejar su mente, si no veía los ojos del otro, se calmaba un poco, aunque, ahora dudaba en decirle su edad.... y si no le parecía bien la diferencia?... mejor no decir nada.

-cuando crezcas te lo digo

-Dime. -pidió de buena forma- ...O... no te besaré.

-Dime -susurró en su oido pidiendole de nueva cuenta que lo hiciera. -¿Qué tan malo puede ser?

-ja! crees que chantajeandome con un beso lograrás que te lo diga?

No pudo evitar estremecerse cuando susurró en su oído, pero aun así iba mantenerse firme, no le diría su edad... al menos no por el moemnto.

-mnnhhh.... cuanto que me besas aunque no te lo diga?